Los despidos de la emisora del grupo Electroingeniería son 50 y podrían ser más. Trabajadoras y trabajadores fueron expulsados del medio sin indemnización y la empresa no da respuestas. Mientras, la precarización ataca a las personas que siguen: deben cubrir los puestos vacíos y no tienen contención gremial, ni garantías de conservar el trabajo.
Cecilia Claps*
“En el conflicto de Radio del Plata, donde somos 50 los despedidos, estamos en una situación de incertidumbre total y de abandono. Somos 50 compañeros que estamos en la calle, sin salario y sin indemnización. Desde la radio nos hicieron llamar a un estudio de abogados donde tenemos que empezar a negociar una indemnización. Esto va contra la ley absolutamente, porque ante el telegrama de despido nosotros deberíamos ya tener depositada la indemnización. Y esto no va a ocurrir porque nos dan turno para el 15, para el 20 de Julio, para que vayamos a una charla informativa. Y, mientras tanto, esta semana, no tenemos plata para llevar a nuestras casas. La situación es sumamente grave y preocupante.
Volcaron a 50 trabajadores de prensa de todas las áreas, como si tiraran una bolsa de desocupados a un mercado laboral totalmente arruinado y flexibilizado, y con serias imposibilidades de conseguir un trabajo. Estamos en un desamparo total. La empresa no nos da respuesta. El Ministerio de Trabajo tampoco. La situación es sumamente preocupante, con el agravante de que cada día que pasa es peor, porque no tenemos plata en el bolsillo. En general, somos los sostenes de nuestras familias; somos el principal ingreso. Con lo cual, no solamente está en peligro nuestra situación actual, sino a futuro.
También vemos muy complicado el futuro para compañeros y compañeras que quedaron adentro de la radio, a quienes no se les aseguran que le paguen el salario, ni las cargas sociales, ni los convenios con las prepagas, y que también están en riesgo de ser despedidos. Radio del Plata va directamente al vaciamiento, porque ahora están diciendo que habrá otra tanda más de despidos, con lo cual lo que se tiende es a acallar, a hacer desaparecer la radio, y esto lo vemos con mucha preocupación.
Somos 50 compañeros que estamos en la calle, sin salario y sin indemnización.
En la radio aún quedan 67 compañeros y se habla de una tanda de 10 o 20 despidos más. La programación actual sigue igual, y se van tapando agujeros como pueden: hay programas sin locutores, sin productores, pero sigue igual. Y no se emite ningún comunicado oficial que demuestre al aire que falta gente; salvo la buena voluntad de algunos conductores que se sienten golpeados en sus programas y que -por solidaridad, por humanidad- se han expresado. Pero a nivel gremial, desde los sindicatos de operadores, o de locutores, no se dicen nada al aire.
Lo único que hacen es llevar adelante la programación de la manera que se pueda, y los conductores -de manera solidaria- o algún columnista -que se siente golpeado por esta situación- dice algo al aire. La programación sigue siendo "normal", con personal que no es apto para ciertas funciones. Es un vaciamiento absoluto.
Se suele hablar fríamente de números cuando pasan cosas como las que ocurren en Del Plata, o en muchos otros casos. Y cada número es una historia, una familia, con hijos, hermanos. Es desesperante. En mi caso, además de ser delegada, tengo una beba de 7 meses, y estoy en etapa de lactancia aún. Podrán imaginarse el trastorno que significa un despido en este contexto, con una beba tan chiquita.
Radio del Plata va directamente al vaciamiento, porque ahora están diciendo que habrá otra tanda más de despidos.
Tenemos una compañera con licencia psiquiátrica, que en algún momento fue delegada de prensa. Ha recibido mucho maltrato por parte de la empresa, y mucho destrato también. Cuando a ella le daban el alta del tratamiento médico y quería reincorporarse, la gente de recursos humanos la trataba muy mal. La ninguneaba hasta su propia jefa del informativo. Y este maltrato hacía que ella vuelva a recaer. De hecho, todavía se encuentra bajo tratamiento ambulatorio.
La situación es terrible. Tenemos un compañero que debe tres meses de alquiler y está en riesgo su continuidad en el departamento, en el que habita con su hija adolescente discapacitada. Él es el único sostén de su familia. En otro de los casos, tenemos una compañera, con más de 20 años de antigüedad en la emisora, y -como tantos otros y otras- la mayoría teníamos este único trabajo, o -en todo caso- este trabajo representaba nuestro principal ingreso.
*Delegada de Radio Del Plata
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