Gollán, un símbolo del periodismo cipayo
Redacción Rosario02 de diciembre de 2014
Según las necrológicas de Clarín y La Nación murió un gran hombre de los medios. Según quienes lo conocieron, murió un cómplice de la dictadura.
Más que para una semblanza, el material que tenemos acumulado en el archivo de este periódico sobre la figura del “Don Alberto”, como gustaba hacerse llamar, da para un libro. Y a pesar de que sus empleados del ala gerencial de TLSA publicaron elogiosas necrológicas esta semana, los conceptos recogidos de socios minoritarios damnificados o de laburantes que soportaron sus caprichos, apuntan en una dirección completamente distinta.
El silencio sobre ese otro costado de la biografía de Gollán no es una sorpresa, ha sido una constante en la historia de los propietarios de medios de comunicación de la ciudad, entre quienes existe el pacto tácito de no contarse las costillas y ocultar sus respectivos conflictos gremiales. El último ejemplo de esto ocurrió pocos meses atrás, cuando sin ninguna razón el recién fallecido mandamás de Televisión Litoral decidió despedir a una productora de LT2, lo que provocó una airada protesta del Sindicato de Prensa Rosario y paros y asambleas de sus compañeros. El conflicto no se oyó, vio ni leyó en ningún medio de la ciudad.
Aunque algunos periodistas y dirigentes “progres” quisieron presentarlo como un empresario local con perfil “nacional”, que “resistió la llegada de multimedios capitalinos”, Gollán fue socio comercial del Grupo Clarín, quien rebalsó de contenidos porteños su canal, y tuvo una actitud de las más cipayas entre el club de burgueses locales, integrantes del Foro Regional Rosario y contertulios de la ultraneoliberal Fundación Libertad.

El gran okupa argentino
Los terrenos que utiliza el Grupo Clarín bajo la autopista, en Constitución, arrastran una larga serie de irregularidades que vienen desde la última dictadura. El último favor político para sellar la ilegalidad lo hizo Larreta con una concesión por 30 años.

Un periodismo quemado en una sociedad quemada
Además del dato estadístico de que tres de cada cuatro periodistas son pobres, la última encuesta del Sindicato de Prensa de Buenos Aires alerta sobre un aumento de síntomas vinculados a la salud mental entre quienes trabajan en los medios de comunicación. Si en algún tiempo el trabajo era el ordenador de la vida social, en la era del pluriempleo, se convirtió en todo lo contrario. Causas, testimonios y posibles soluciones a un problema que se agrava.

"El cambio lo hacemos quienes ejercemos el periodismo desde abajo"
La periodista y editora de la Agencia de Noticias Pelota de Trapo reflexiona sobre la importancia del periodismo popular y la derechización de la profesión en boca de figuras que tejen peligrosas alianzas con el poder económico.