Fútbol Callejero, las calles hechas pelota

por Revista Cítrica
19 de febrero de 2015

Revista Cítrica conversó con Sergio Rotman, entrenador de fútbol calle, quien nos contó su experiencia en del polideportivo Martín Fierro, en San Cristóbal, donde habitualmente ensayan sus dirigidos.

La Bombonera rugía su cántico sur, una tarde más de domingo en el fútbol de primera. De pronto, camisas celestes y blancas de la selección nacional se asomaban al terreno. Chicos y chicas portaban con orgullo su propia manera de netender el fútbol: el de la inclusión, la solidadridad y la amistad. Más tarde Boca vencería a Huracán dos a cero, sin embargo otro triunfo silencioso recorrió el césped de la Ribera.

Sergio Rotman es el entrenador de los seleccionados masculino y femenino de la especialidad "Fútbol de Calle". Cítrica conversó con el director táctico en las instalaciones del polideportivo Martín Fierro, en San Cristóbal, donde habitualmente ensayan sus dirigidos.

Acá juntamos cuatro grupos de mujeres:uno lo reunimos en Hecho Club Social, otro fue el de las chicas de la Villa 31. Un tercero fue el del centro de la mujer de Vicente López y un cuarto tiene que ver con diferentes equipos del sur de capital federal, que han participado todos los meses de los torneos que hemos organizado los últimos dos años.

El primer desafío fue juntarlas a todas y que parecieran formar un mismo grupo, eso nos llevó una gran dedicación de hacer varias concentraciones en Ezeiza, en el predio de la Secretaría de Deportes de la Nación, trabajando específicamente en el grupo, más allá de lo deportivo. Tuvimos un promedio de 20 chicas y resultó positivo.

En un ámbito como el que ellas viven, en el que hay una gran exclusión, la procedencia de barrios muy humildes donde no se respeta a la mujer como se debiera, y ni siquiera en el mismo fútbol, en todos los estratos, se respeta a las mujeres como tal, entonces, que hayan tenido ese reconocimiento las enalteció, las llenó de orgullo y las hizo recuperar una confianza en sí mismas que sin dudas es lo que nosotros buscamos. Que puedan ser personas que caminen tranquilamente con la frente bien alta y que cada una pueda forjar su propio destino sin importar el antecedente socio económico del que venga

Con el tema del fútbol femenino, nosotros lo empezamos porque teníamos una deuda pendiente con eso desde el comienzo del proyecto en el 2004. Siempre venían unas dos o tres chicas pero no lográbamos retenerlas. En el 2008 incorporamos a una preparadora física mujer, y empezamos a hacer mayor hincapié en las mujeres. El año pasado hicimos una prueba de incorporar a un grupo de este preseleccionado femenino en el equipo de varones, y Laura -jugadora del proyecto de la villa 31 de Retiro- fue parte del equipo masculino que participó del campeonato en Italia, en el 2009. Su experiencia fue fantástica. Ella fue la capitana del equipo. Y ella confesó que se sintió muy bien y que pensó que "los varones ni siquiera me iban a dejar participar y lo que gané fueron 8 hermanos entre todos los que estuvieron allí". Esto demostró que el proyecto de integración se podía dar.

Nuestra limitación de recursos tiene que ver con la disponibilidad del lugar, la capacidad de los traslados. Pero en la medida de que ellas se puedan acercar hasta este polideportivo (Martín Fierro) nosotros vamos a poder continuar con esto

Laura les generó la posibilidad de jugar al resto de las chicas que se fueron entusiasmando. Visto hoy, puede ser injusto para ella no haber podido participar de un mundial completamente femenino (cabe aclarar que los integrantes que disputaron un mundial no pueden repetir la experiencia, según el reglamento de la Homeless, para que no se creen equipos competitivos y se corra el riesgo de perder de vista el principal objetivo que es el de la integración social). Sin embargo ella fue importantísima a la hora de la motivación y apoyo a un grupo de chicas que se iban a introducir a un mundo nuevo.

Diferencias entre hombres y mujeres

Uno lo que advierte es cierta falta de dinamismo físico que quizá tienen los varones, pero creo que la mayoría de la gente está llena de prejuicios a la hora de diferenciar al fútbol según el género. Uno las empieza a analizar fríamente y todas saben parar la pelota, la saben levantar, la pisan bien, y hacen muy bien el decálogo del buen jugador.

Jésica, por ejemplo, lagoleadora del equipo, tuvo un rendimiento muy bueno. y a pesar de eso creo que no rindió todo su potencial precisamente por el estallido psicológico que pudo tener, pero sin dudas demostró su capacidad goleadora y fue fabulosa. A las otras dos grandes jugadoras del equipo, Rocío y Tamara, les costó mucho hacer pié. Les costó rebelarse, poder patear al arco, creo que se vieron abrumadas. Son cuestiones que pasan, y nos obliga a una reflexión y a mejorar la puesta a punto para el mejor disfrute del torneo. Durante el mundial hicimos varios encuentros como para analizar qué era lo que estaba sucediendo, hicimos un taller de reflexión luego de la primer ronda y la conclusión fue: ganar nos pone contentas. Entonces, a partir de allí fue: Hay que ganar, pero para estar bien, felices, para no sufrirlo al torneo. Siempre decimos que de los partidos nos ocupamos 30 minutos antes y unos quince minutos después que termina, para que se enfríen y se vayan las tensiones malas, las buenas que se queden siempre. Todo el resto del tiempo se trata de intercambiar, construir amistades. Después, el hecho de querer ganar se construye, con voluntad, con responsabilidad, con respeto y con confianza en el equipo. Esas cosas afloraron y se convirtieron en las enseñanzas de vida que después las chicas van a capitalizar.

No olvidemos que estamos hablando de chicas de 18 a 21 años, con todo lo que eso conlleva. Están en una etapa de por sí confictiva, con la rebeldía propia de la mujer y proviniendo de situaciones de mucha vulnerabilidad, que -dentro del contexto de un mundial- a veces se hacen inentendibles para ellas, algunas cosas simples. Pero que el contexto, tan diferente a su realidad diaria, se los complica.

Mi vida está volcada al fútbol. Mantego mi actividad profesional (Sergio es contador público y Licenciado en administración) en la que me dedico a hacer docencia, capacitar y asesorar a emprendedores. Y creo que todo tiene mucha vinculación porque lo hago en sectores donde la pobreza y la exclusión o la marginación tienen preponderancia, y surgte un verdadero efecto allí. Me da placer poder hacer un proyecto que ayude a personas con menos posibilidades y participar del tema del fútbol que es algo que me apasiona.

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