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Fabián Casas: La voz extraña

Belén Iannuzzi
29 de mayo de 2015

En Zona de Creación presentamos una poesía de Fabián Casas y un recorrido breve por su obra. Su casa inmensa y pobre en Buenos Aires.

Sin llaves y a oscuras

Era uno de esos días en que todo sale bien.
Había limpiado la casa y escrito
dos o tres poemas que me gustaban.
No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura
y detrás de mí, por una correntada,
la puerta se cerró.
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podría ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con la llave adentro,
la basura en la mano.

Del libro El Salmón


Fabián Casas: La voz extraña
Fue en “una casa inmensa y pobre” de Buenos Aires donde Fabián Casas leía ediciones pocket de libros que sacaba, como una petaca, de los bolsillos de su sobretodo. Literatura, elixir, bebida blanca que les da fuerza a estos hombres tristes. Corrían los años ochenta. Henry Miller, Arthur Rimbaud, Carlos Castaneda, Jack Keoruac, T. S. Eliot, Joaquín Giannuzzi; las voces de otros hablan y disparan la voz propia. Y también otra voz, más profunda, extraña, parecida a la poesía. De Casas, el spleen de Boedo, aprendimos que ahí en lo cotidiano hay poesía; ahí, en los discos de rock argentino que un primo mayor colocó con precisión de cirujano en los oídos de un adolescente; ahí, en caminar hasta el Parque Rivadavia para buscar libros usados. Que el escritor debe librarse de su habilidad. Que la voz extraña suele hacer karaoke con nuestros destinos. Que un escritor debe construir su obra como un ebanista construye un mueble. Hincha confeso y fanático de San Lorenzo, Casas es una de las voces más representativas de la llamada Generación del 90, década en la que editó, junto a poetas como Laura Wittner, Juan Desiderio, José Villa y Daniel Durand, entre otros, la revista de culto 18 Whiskies. Tuca (1990) fue el comienzo, que se enmarcó dentro de la corriente de poesía objetivista, seguido por El Salmón (1996), Oda (2004), El spleen de Boedo (2005), El hombre de overol (2006). También es autor de los libros de narrativa Ocio (2000), Los Lemmings y otros (2006), Ensayos Bonsai (2007), Rita viaja al cosmos con Mariano (2009), Breves apuntes de autoayuda (2011) y La supremacía Tolstoi y otros ensayos al tuntún (2013). Su obra se tradujo al alemán, inglés, francés, armenio y
portugués. Nació en Buenos Aires en 1965.