Cromañón, en pantalla grande

por Maxi Goldschmidt
26 de diciembre de 2015

Entrevista con Mayra Bottero, por su documental sobre la trágica noche del 30 de diciembre, en Once.

Mayra tenía 17 años cuando ocurrió Cromañón. Su amigo Federico González estaba dentro del boliche y es una de las 194 víctimas fatales. “El quería ser periodista y yo quería ser productora de televisión, así que poder hacer esta película es como un homenaje”, dice hoy, a nueve años de aquel día, Mayra Bottero, directora de “La lluvia es también no verte”, el primer documental que llegó al cine acerca de la tragedia que tuvo lugar el 30 de diciembre de 2004 en la discoteca de Once.

-¿Cómo surge la idea de la película?

En realidad desde que pasó lo de Cromañón que quiero hacer la película. Pero era muy chiquita, tenía 17 años. Un amigo falleció en Cromañón y a partir de eso empecé a acompañar a la familia de él, que es como si fuera mi familia. Siempre pensé y sentí que podía ser mi familia la que estaba en ese lugar. Los acompañé siempre que pude, en las marchas, en todos los eventos que había, y un poco así surgió la necesidad de hacer la película. En el 2007 empecé a grabar, de manera súper amateur, con mi camarita.

Así conocí a Santiago Morales, que es un chico sobreviviente, me puse en pareja con él y hace 6 años que estamos juntos. Dejé un tiempo la idea de la película hasta que cuando se dictaminaron las últimas sentencias, sentí que había otra entereza para tratar el tema. De mi parte y de parte de las personas que me rodeaban, de los padres. Se sentían distintos. Todos mucho más fuertes, a pesar de que sigue muy presente todo, pero se pude hablar de otro lugar porque lo que consiguieron es muy grande. Se logro que por primera vez se penalice a funcionarios públicos, y son conquistas muy grandes. De ciudadanos comunes que decidieron organizarse. Ahí tuve ganas otra vez de hacer la película.

¿Cuál es el foco del documental?

Hay una búsqueda, que es la búsqueda de justicia que tuvieron muchos de los involucrados. Pero la justicia como un concepto particular y personal. Cómo hacemos cada uno de nosotros para revertir ese dolor que inmenso e insoportable. Cómo hacemos para seguir, para continuar a pesar las ausencias y cómo se vivencian también los momentos felices, en el medio del dolor. En diez años, te imaginás que toda estas familias vivieron además momentos felices, y los tuvieron que atravesar con su dolor. Y eso para mí es un sentimiento que no tiene nombre todavía. Me gustaría encontrárselo en el recorrido de la película. Las familias son super diversas, y son como un abanico de todas las familias de Capital y de Buenos Aires. Son como un abanico que nos representa mucho.

¿Te metés a bucear en lo que representó Cromañón para nuestro país, en cómo esa tragedia dejó al desnudo muchas cuestiones que aún hoy, a casi una década, todavía no se discutieron en profundidad a nivel sociedad?

Sí, todo eso que tiene que ver con la argentinidad va a estar en la película. Aunque hayan pasado los años todavía es un tema muy tabú, hay un montón de reflexiones que todavía no nos dimos y que tienen que ver con ciertos mecanismos y ciertas lógicas con las que actuamos todos los días. En hacernos responsables, responsabilidades civiles y particulares que en definitiva construyen la democracia y que en muchísimos casos, y en casi todas las esferas y las instituciones, están muy heridas. Nos toca a todos porque todos estamos involucrados de una u otra manera en legalidades, ilegalidades, restricciones, nuevas leyes, leyes muy antiguas que no se condicen con la realidad. Todos estamos en contacto todo el tiempo con esas problemáticas. Todos, todos. En lo ético, desde nuestra profesión, como periodistas o documentalistas; en el acceso a las posibilidades que te da el Estado; en poner un negocio, un local. Todos estamos enfrentamos a esas problemáticas. Cromañón es la representación extrema de adonde llevan esos conflictos. En el punto extremo es la muerte, y es la muerte de los más débiles, porque es la muerte de los jóvenes. Por eso creo que todavía es muy sensible y hay ciertas discusiones que no se dieron.

-¿Cuáles son esas discusiones?

En principio hacernos cargo de que todos estamos involucrados en esos conflictos. En el límite de lo que podemos hacer y lo que no podemos hacer, lo que corresponde, qué pone en peligro la vida de otros. Todos podemos llegar a estar en algún momento en esa situación, a tomar decisiones importantes sobre la vida de otros. Y en eso tenemos que hacernos muy cargo. Tenemos que empezar a reflexionar. Que cualquier acción que pueda lastimar a otro tiene que ser muy pensada. Y tenemos que construir ese estado que ponga los límites pero también tenemos que respetarlos.

¿Esta es la primera experiencia cinematográfica sobre Cromañón?

No hay una película que se haya estrenado a nivel comercial, en los cines. Argentina no tenía su película nacional sobre Cromañón. Sí se han hecho muchísimos videos y muchísimos cortos que se pueden ver en Youtube. También se hizo un video bastante bueno para las escuelas hace un par de años. Hay varios trabajos que cuentan cómo paso y explican las causas que provocaron Cromañón. Si bien todo eso estará en juego en la película -hay mucho mito instaurado que hay que limpiar, porque son mentiras que se han instalado en el imaginario-, pretende ser lo más cinematográfico que pueda. Y alejarse de lo periodístico, ya que la cobertura audiovisual televisiva fue casi abusiva. Ese es uno de nuestros enemigos a la hora de hacer la película

¿De ahí el nombre que elegiste?

Sí, la película se llama “La lluvia es también no verte” y está muy relacionada con la televisión. Remite un poco a la lluvia analógica del VHS, porque muchos de los padres tienen prácticamente todo lo que pasó en televisión grabado. Y lo grabaron hogareñamente en sus VHS, y muchos han reutilizado los VHS que tenían de su vida anterior. Es decir, las películas infantiles de sus hijos, programas televisivos que en lo inmediato los tuvieron que reutilizar y entonces hay mucho accidente de grabación, en los que, por ejemplo, aparece Elvis Presley cantando y de repente se ve a Mauro Viale. Cuestiones así que son muy interesantes de estudiar y de ver. Y todo eso va a estar puesto en juego en la peli. Y cómo también la televisión se mete en la vida de las personas. Y su utilización. Eso va a tener mucho protagonismo también, porque es un tema que nos interesa profundizar.

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