Cataluña como laboratorio de la derecha

por Mariano Pagnucco
02 de mayo de 2018

Marcelo Expósito, diputado en el Congreso español por En Comú Podem, visitó la Argentina y dejó algunas ideas para entender el conflicto catalán. El resurgimiento de regímenes autoritarios y los riesgos para América latina.

La conexión entre Argentina y Cataluña es, sobre todo, sentimental: antes fueron los estribillos de Joan Manuel Serrat, después las genialidades de Messi en el Barcelona y más acá en el tiempo la personalidad del profesor Merlí en sus clases de filosofía por Netflix. En cambio, cuando se trata de entender Cataluña racionalmente, con el telón de fondo del histórico reclamo de soberanía que ha desatado una crisis política todavía abierta, el asunto se complica. Pero algunas personas que tienen la cabeza y el corazón en los dos territorios, como Marcelo Expósito, simplifican la complejidad: "Uno de los grandes problemas que tenemos en España es el ajuste de cuentas con nuestro pasado y algo de ese problema también forma parte del conflicto que hay ahora en torno a Cataluña".

Expósito es un artista, intelectual y activista político que nació hace 52 años en Puertollano (Castilla-La Mancha) y desde entonces no ha parado de moverse, por su país y por el mundo. Es, también, una de las miles de personas que al calor de la ocupación de las plazas en toda España, ese fenómeno que se dio en llamar "15M" (por el 15 de mayo de 2011), entendió que había que dar el salto: de las calles a las instituciones de gobierno. Como representante de la confluencia En Comú Podem (de la que forman parte su agrupación, Barcelona En Comú, y otras fuerzas políticas como Podemos), fue elegido diputado nacional por Cataluña en 2015 y hoy es el Secretario Tercero del Congreso de los Diputados con sede en Madrid.

Cuando hablamos del conflicto de Cataluña estamos hablando del conflicto de la construcción del Estado español desde hace tres siglos

Hace unos días estuvo en Buenos Aires, como parte de una gira por la región que realizaron diversos dirigentes referenciados en Podemos. En su caso, la "conexión geográfica estrecha con Argentina" tiene que ver con su actividad académica y artística, pero también con el hecho de que su hijo es argentino. Además, dice que le produce "admiración" el proceso de memoria, verdad y justicia que supo construir la sociedad argentina, con las Madres y las Abuelas a la cabeza.

Invitado por CLACSO a una charla abierta sobre el conflicto catalán, Expósito compartió algunas ideas para pensar el tema en clave global, con la emergencia de las nuevas derechas y los intentos de restauración autoritaria como elementos indispensables para entender el mundo contemporáneo.

El conflicto catalán, ayer y hoy

"El problema de Cataluña es históricamente el problema de la construcción del Estado moderno de España. Cuando hablamos del conflicto de Cataluña estamos hablando del conflicto de la construcción del Estado español desde hace tres siglos”.

El efecto político que la declaración de independencia ha tenido es desastroso para todos.

"En cada momento histórico que en España ha habido un proceso de apertura o de ampliación democrática, ha surgido de nuevo el conflicto de la relación entre Cataluña y España. Ha sucedido en la I y la II Repúblicas, en la Transición después de la muerte de Franco, y por eso sucede ahora de nuevo, como resultado de la actual crisis de régimen. En los momentos en que ese conflicto está más latente o más acallado, es en los momentos en que ha habido configuraciones de gobierno autoritarias en España, con una concepción centralista, unitaria y homogénea de la identidad española, lo que ha supuesto tristemente la mayor parte de nuestros últimos dos siglos."

"El Gobierno catalán confundió la correlación de fuerzas favorable al ejercicio del derecho a decidir del pueblo catalán --con un alto apoyo de la opinión pública española-- con la correlación de fuerzas favorable a la declaración unilateral de independencia, que tenía un apoyo muy bajo en toda España y no era mayoritario ni siquiera en Cataluña."

"Con la declaración de independencia se desaprovechó la oportunidad de mostrarle al resto de Europa que el reclamo soberanista catalán es en realidad una exigencia de democratización planteada al Gobierno central del PP, y en cambio le dio más capital político a Rajoy, quien está teniendo la oportunidad de hacer retroceder momentáneamente todo el proceso de cambio en el conjunto del Estado con el argumento de defender la democracia y la Constitución frente a la ilegalidad ejercida por los independentistas."

El reclamo unilateral de independencia tiene cero apoyos políticos internacionales.

"Qué necesidad había de que un conflicto, justamente por evidenciar un bloqueo democrático de parte del Partido Popular, un partido que empezaba a ser antipático en todo el Estado, a pesar de que sigue gobernando; un conflicto que ya alcanzaba un sesenta y pico por ciento de aceptación en la opinión pública española con respecto a celebración de un referéndum en Cataluña... qué necesidad había de provocar con la declaración de independencia --que apoya menos del cincuenta por ciento de la ciudadanía catalana-- el efecto inverso que hace que ahora mismo el setenta por ciento de la opinión pública española esté de acuerdo con la intervención administrativa, política, judicial y policial en Cataluña por parte del Gobierno central. Lo que significa que el efecto político que la declaración de independencia ha tenido es desastroso para todos."

"La internacionalización del conflicto catalán ha sido por el momento una buena estrategia por parte del independentismo, pero al mismo tiempo es una estrategia que tiene pros y contras. Por una parte, al internacionalizar el conflicto se envían señales a Europa para que se exija que Rajoy y la Justicia española aflojen en su autoritarismo; pero también es la comprobación de que el reclamo unilateral de independencia tiene cero apoyos políticos internacionales. No hay alianzas políticas internacionales sustanciales que apoyen ese reclamo. Había un alto consenso internacional en denunciar la represión del 1 de octubre, pero no hay un reconocimiento internacional de la proclamación unilateral de independencia."

Los intereses de la derecha

"Existe un intento de los sectores de la derecha en España por politizar la Justicia y judicializar el conflicto político alrededor de Cataluña. El juez Llarena quiere imponer cargos de rebelión al Govern de la Generalitat de Cataluña y a líderes destacados del independentismo en la sociedad civil catalana, y realmente está inventando un relato alrededor del supuesto uso de la violencia en la práctica del independentismo en Cataluña que no se justifica en los hechos, porque por más diferencias políticas o cuestionamientos que uno pueda mantener frente al independentismo, es evidente que ha sido un movimiento ciudadano masivo y pacífico el de los últimos años. No ha habido ni siquiera rotura de mobiliario público por accidente en las manifestaciones de centenares de miles de personas en los últimos años. Por lo tanto, son injustificables los cargos de rebelión basados en el supuesto uso de la violencia para la ruptura del orden."

Algunos jueces están utilizando los delitos de odio para justamente lo contrario de lo que deberían servir los delitos de odio, que es proteger a las minorías o a los sectores sociales desprotegidos

"Hay un uso desaforado de la legislación para intentar imponer cargos que conllevan hasta 3o años de prisión a políticos electos catalanes, lo que forma parte de un clima más amplio en el que una parte de la Justicia, mediante ese uso abusivo de la legalidad, está imprimiendo un retroceso más general de los derechos sociales; procesando y encarcelamiento a cantantes o secuestrando libros por delitos como el de injurias a la Corona. Algunos jueces están utilizando los delitos de odio para justamente lo contrario de lo que deberían servir los delitos de odio, que es proteger a las minorías o a los sectores sociales desprotegidos, no para restringir el ejercicio de derechos como los de libertad ideológica, expresión o manifestación."

"En el caso del conflicto catalán, nosotros pensamos que el uso tan absolutamente autoritario y bestial de la Justicia no resuelve un conflicto político de esta clase, y consideramos también que si esta gestión autoritaria del conflicto se está ejerciendo, es ni más ni menos que porque está sirviendo de palanca para que la derecha intente cerrar por arriba el ciclo de transformación política que en España se abre, por lo menos, desde el 15M del 2011. Quieren cerrarlo por arriba y por derecha."

"Cuando hay una crisis de régimen y se abre una ventana de oportunidad para una transformación que profundice la democracia, no hay que perder de vista que lo que puede darse es, por el contrario, una involución. Nunca está garantizado que una crisis de régimen te vaya a permitir ampliar los derechos, radicalizar la democracia, sino que se puede generar un retroceso en lo que antes había, que ya era insuficiente. En este momento, en España, nos encontramos en esa encrucijada, en ese impasse. Ése es el pulso que nosotros estamos librando."

Los nuevos regímenes autoritarios

"El efecto que ha producido la declaración unilateral de independencia y la oleada represiva que está ejerciendo el Gobierno de España y parte de la Justicia española, me parece que son interesantes de pensar en clave de, por ejemplo, uno de los principales peligros que enfrentamos hoy: el ascenso de lo que Enzo Traverso llama, en un libro de reciente publicación ("Las nuevas caras de la derecha"), 'las nuevas derechas radicales'. Porque, por ejemplo, paradójicamente, quien está capitalizando por el momento la gestión autoritaria del conflicto con Cataluña, es la nueva derecha extrema de Ciudadanos, que está captando voto no sólo del Partido Popular sino también del Partido Socialista."

...nuevas derechas extremas, que constituyen diversas amalgamas entre neoliberalismo, patriotismo nacionalista de derechas y otras tendencias. Eso también se ve con Macri o Temer.

"Cuando hablamos de las nuevas derechas de Austria, Grecia o Francia, estamos tratando de fenómenos que son entre sí diferentes. En algunos casos se trata de extremas derechas que están ancladas en la tradición del fascismo europeo, pero que en algunos otros casos, como explica Traverso muy bien, tenemos que llamar 'pos-fascistas', porque si bien están cumpliendo un papel semejante en parte al que supusieron los fascismos en los años '30, no podemos seguir llamándolas sencillamente extremas derechas o neofascismos. Son nuevas derechas extremas, que constituyen diversas amalgamas entre neoliberalismo, patriotismo nacionalista de derechas y otras tendencias.”

”Eso es lo que está pasando en la disputa del campo de la derecha en España con Ciudadanos y eso es lo que me da la sensación que está pasando en el ciclo político actual en América latina con fenómenos también diferentes entre sí, pero con características comunes, como Macri o Temer. Es importante que nos paremos a pensar lo que está sucediendo en términos de geopolítica global, plantearnos una discusión sobre la tensión entre los campos de las nuevas derechas y las nuevas izquierdas en este momento de crisis global de los regímenes democráticos.”

"La crisis de los regímenes democráticos se intenta cerrar por arriba y por derecha introduciendo vectores fuertes de identificación nacional, identidades nacionales basadas en la construcción de un enemigo interno y que hacen que una mayoría de la población pase por alto incluso la corrupción de las derechas si es que se les ofrecen nuevas certezas, construcciones de identidad nacional que favorezcan un sentimiento de protección y de seguridad entre las clases populares azotadas por la gestión neoliberal de la crisis."

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