Santiago del Estero: narcos, policías, pibes muertos y marchas multitudinarias
por Saverio Lanza07 de octubre de 2020
"Franco vio algo, y por eso los policías lo mataron". El caso Isorni desató una trama judicial y policial escabrosa en Santiago del Estero. Fiscales, policías, narcos, zonas liberadas, violencia institucional y muchos pibes muertos se convierten en un único grito en las manifestaciones anti gatillo fácil que no paran de multiplicarse.
Suman y suman. Cada vez son más las manifestaciones anti violencia institucional en Santiago del Estero. Familiares y amigxs de las víctimas aúnan esfuerzos para echar luz y justicia en un entramado cada vez más escabroso. El caso de la muerte de Franco Isorni pareciera ser la punta de un inmenso iceberg. "Franco vio algo, y por eso los policías lo mataron".
Hace pocas horas, familiares, amigxs de Franco Isorni rechazaron las declaraciones efectuadas en los medios de comunicación provinciales de la fiscal Erika Leguizamón (se había hecho cargo de la investigación luego que el fiscal original, Martín Silva, fuera apartado en virtud de una serie de irregularidades denunciadas por la querella), quien manifestó su voluntad de cerrar rápidamente el caso caratulándolo como "accidente vial". Estos dichos aparecen en el contexto de una multitudinaria movilización que exigió el juicio político de la funcionaria "por el accionar de una fiscalía, que ya tiene como precedente operativos de encubrimiento".
Cabe destacar que Leguizamón reitera la versión de Silva, descarta la participación de fuerzas policiales y sustenta su versión en el testimonio de un menor de 13 años, entre otros elementos poco consistentes. En este contexto, los familiares sentenciaron que se multiplicaron los "crímenes impunes que involucran a miembros del Estado y de las Instituciones Policiales. Son los mismos de siempre: son los que aseguran que Marito Salto murió en un ritual satánico; los que aseguran que Mauro Coronel murió por un problema pulmonar y no por los golpes efectuados en la comisaria 10ma; los que consideran que a Leonardo Gallo se lo tragó la tierra; los que dicen que Raúl Domínguez no existió".
Y a estos casos aún sin resolución ni justicia, se suma el de Franco Isorni. "Cuando la Fiscal Leguizamón, desde una falsa empatía dice que 'entiende que la familia puede estar pasando un mal momento', no hace otra cosa que recurrir a un recurso maniobrero para eclipsar que el reclamo surge a partir de las pruebas fehacientes y las irregularidades en el tratamiento de la causa, que ponen al desnudo un operativo de encubrimiento a los asesinos de Franco", asegura Patricia Isorni, mamá de Franco.
"¿Qué hacía la Comisaría 3º en la jurisdicción de la sexta en la detención de Franco, cuando sufrió apremios ilegales y lo amenazaron de muerte? ¿Qué hacía la Comisaría 3º en la jurisdicción de la 45º y 11º el día de la muerte de Franco? ¿Por qué siempre aparece involucrada la 3º en jurisdicciones que no le competen? La saña y seguidilla por parte de la policía, dan la pauta de una persecución localizada sobre Franco. Nos preguntamos ¿Qué vio Franco?", sentenció.
"Al igual que muchos casos precedentes, se quiso forzar las pruebas de los peritajes para desviar las pistas con testimonios repletos de incongruencias, los cuales se pedirán su nulidad. Las cámaras apagadas para evitar que se visualice lo que realmente pasó o lo que realmente no pasó. Dentro de las pertenencias personales de Franco faltaban las medias y zapatillas. La autopsia determina que el fallecimiento fue por traumatismo de cráneo y que los cortes fueron realizados post mortem, según dijo el perito de parte Julio Roldán después de haberse hecho una autopsia siniestra en el predio del Parque de la Paz. Después el firmó otra cosa que no tuvo nada que ver con lo que nos dijo a mi abogado, a mi hermana y a mí. Por eso es que vamos a iniciar acciones contra el doctor Roldán. Hace una semana que no me atiende, ni me pasó las fotos de la ropa, ni de la autopsia", aseguró.
Patricia agregó que "la maniobra de la desaparición de la moto y los tres cambios de estado que tuvo el rodado también son motivo de sospecha. Además que fiscalía no cuenta con una cámara que coloque a Franco en el lugar del hecho ni tampoco explica el desfasaje horario de las mismas. Faltan 9:54 minutos de grabación de la cámara principal del lugar del hecho. Mediante un peritaje informático se concluyó que las cámaras pueden apagarse a voluntad mediante intervención física".
"Además están los sospechosos cruces de llamadas entre la oficial ayudante Daniela Elizabeth Arias con el cabo 1° Mariano Emilio Salomón la noche del homicidio de Franco. Y esto se suma a la negativa de la fiscalía a realizar la investigación, correspondiente al hecho denunciado con respecto a la presencia de 3 efectivos de civil, pertenecientes a la División de Investigaciones Policiales (D-6), en la casa de Gonzalo Padilla, uno de los cuales ha sido identificado como Gustavo Pérez, policía de quien se filtró un audio muy comprometedor", relató.
LAS ZAPATILLAS
Patricia reúne fuerzas y cuenta que "ahora la novedad es que le cambiaron las zapatillas a Franco. Esto en verdad no es significativo, sino que lo que importa es el hecho de que lo tiraron descalzo. En los accidentes de tránsito que se hayan producido por moto, por más violentos que sean, es rarísimo que pierdan ambas zapatillas. Es casi imposible. En la foto, Franco figuraba sin las dos zapatillas, ¡ni las medias tenía! Y después me fijé en las fotos de las zapatillas, aparte, ¡y no tenían nada que ver! Le pusieron unas Puma negras con gris, y la suela blanca, siendo que las zapatillas de él son verdes. ¿Cómo se explica esto? ¿Cómo es que Erika Almirón, segunda jefa de criminalística que hizo la pericia, no se haya dado cuenta de que no eran las zapatillas de él. ¿Me lo tiraron descalzo ahí? ¿Dónde murió Franco? ¿Dónde lo tenían cunado le quebraron el cuello? Ponen "muerte dudosa" y quieren cerrar la causa como "accidente de tránsito". ¿Te parece a vos?".
Patricia señala un par de detalles que la inquietan aún más. "Erika Almirón es 'segunda jefa' de criminalística. Ese día que pasó lo de Franco, casualmente recusaron al jefe. Y por eso la mandan a ella. Esto sería porque Almirón es la que se encarga cuando hay 'encubrimientos'. Ella estuvo a cargo en el caso de Marito Salto. ¿Por qué? Si ella es 'segunda jefa'. ¿Con qué necesidad?. Este es otro cabo suelto, otro interrogante que no podemos contestar".
LOS MENSAJES ENTRE POLICÍAS
Durante la noche de la muerte de Franco, según la investigación realizada, hubo cruce de mensajes entre la oficial ayudante Daniela Elizabeth Arias y el cabo 1° Mariano Emilio Salomón. Patricia señala que estas comunicaciones "figuran en la ampliación de la indagatoria de ella -por Arias- porque sabían que cuando se empezara a investigar el caso iban a saltar los entrecruces de llamadas, porque ellos estaban esa noche en comunicación. Qué gran interrogante. Justo ellos se mandaban mensajes en una zona donde no tenían jurisdicción. El otro gran interrogante es que justo el agente que manejaba la camioneta de la comisaría tercera -de apellido Jerez- es amigo de la infancia de Gonzalo Padilla. Fueron compañeros de secundario, y tienen fotos juntos en Facebook. ¿Quién es Padilla? El dueño de la casa de donde salió Franco esa noche fatídica".
Según la ruta trazada, Franco tuvo que pasar por debajo de un puente para llegar a la rotonda donde supuestamente se generó el siniestro vial. "El policía que estaba debajo del puente de la Lugones, el cabo primero Salomón, se estaba mandando mensajes con la oficial ayudante Arias, que estaba en el móvil de la comisaría tercera -fuera de jurisdicción-, que es el móvil que lo intercepta a Franco a la hora del accidente, en la rotonda de la Solís y Lugones. Entre ambos se estaban mandando mensajes. Nosotros sospechamos que en esos mensajes se avisaban que Franco estaba yendo en la moto. Ellos se cubrieron de antemano. Dijeron que los mensajes eran "por cuestiones particulares". Justo en la noche del crimen de mi hijo. Y justo ambos estaban cerca de la zona. Yo no creo en las coincidencias. Esta gente es de terror. Franco vio algo, y por eso los policías lo mataron".
PADILLA Y LA "CASA SEGURA"
"Hemos determinado de acuerdo a la investigación que la casa de Gonzalo Padilla, que es la casa de donde sale Franco, había tres efectivos de civil, de los cuales uno se llama Gustavo Pérez. Tenemos un audio donde él dice que ese el martes -día anterior a la madrugada del miércoles en que muere Franco- ellos estuvieron en la casa de Padilla, y que después le dijeron a su jefe que el mismo Gonzalo Padilla trabajaba para ellos. ¿Desde cuándo un narco trabaja para la policía? En el audio -dirigido a 'Gonza'- dice 'nosotros no hemos sido', cómo dando lugar de que lo habían matado a Franco. Y dice que no fueron porque 'hemos estado ese día en tu casa', y 'nosotros hemos ido a hablar con el jefe' y 'le hemos dicho que vos trabajás para nosotros'. Esta es una serie de inconsistencias que no entendemos", enumera Patricia.
Inmediatamente agrega: "No sé cuánto estará involucrado Padilla. Está detenido en la policía y no quiere hablar con nadie. Aparentemente tiene miedo por su madre y por su hermana. La casa de Padilla está denominada como 'casa segura', o sea un lugar a donde se guardan drogas y dinero".
Patricia cuenta que en esa casa, la de Gonzalo Padilla, los chicos y chicas de la universidad se juntaban "a tomar una cerveza, fumarse un porrito y a armar videos de rock", al tiempo que asegura que "nadie sabía que esa casa era una 'casa segura'. Y yo te aseguro que si Franco hubiera sabido eso, no iba a caminar ni por la vereda de enfrente".
En este contexto, y a través de "un testimonio de un oficial de la Departamental Sur, Patricia constató que esa casa "era una 'casa segura'. Padilla los usaba a estos chicos de pantalla. Todos sabían en la Departamental Sur que la casa de Padilla era 'intocable'. Y ese día, cuando llega Franco a la casa de Padilla, dentro de la casa, había tres efectivos de civil. Y esto lo constata la chica que estaba con Franco. Ella los puede reconocer. Y uno de esos tres sería Gustavo Pérez, de quién después se filtra el audio, donde le dicen a Gonzalo Padilla que 'nosotros no hemos sido porque nosotros estuvimos en tu casa y después fuimos a decirle al jefe que vos trabajás para nosotros'. Ellos quieren tapar el hecho de que se trataba de una 'casa segura'".
LAS CÁMARAS APAGADAS Y LA AUTOPSIA
En otra parte de este tenebroso entramado, Patricia se refiere a la cámara de seguridad. "Faltan 9:54 minutos de filmación. Y la cámara se apaga 'a voluntad'. Según lo que sabemos, la cámara tendría un fotosensor, el cual se activa con luz o con movimiento. Es decir que la cámara tendría que haberse activado. Ahora tenemos que hacer las copias de los discos y enviarlas a Buenos Aires para que se hagan las pericias".
"Al mismo tiempo no logramos que nos hagan lugar a nuestro pedido del secuestro de las cámaras de la comisaría 45 de la ciudad de Santiago Del Estero, ni tampoco al secuestro de los teléfonos celulares; y en base a todo esto -junto con otras familias como las de Mauro Coronel, Leonardo Gallo, Brian Ledesma- estamos pidiendo juicio político para Erika Leguizamón", detalla la mamá de Franco.
Por otro lado, hay dudas sobre el testimonio de la testigo Pamela Nazar. "En la ampliación de indagatoria que tuvo esta chica lo que dice no se condice con la realidad. Dice que escuchó pasar una moto, y que al mismo tiempo vio a un chico con bermudas blancas. Además, ella vive a tres cuadras del lugar de los hechos, y no pudo haber visto y oído lo que contó".
"Y en otra parte de todo esto, nos dijeron que el doctor Meossi, que es el jefe forense que hizo la autopsia, está siendo presionado para cerrar la causa como 'accidente de tránsito' pero él ya había declarado que era una 'muerte dudosa', y que no se podía establecer la forma de la muerte porque el corte que tiene Franco en el cuello es post mortem. No condice con un accidente de tránsito. Es decir que él no se puede haber quebrado el cuello y cortado al mismo tiempo, como ellos declaran. Me dijo que el corte no tenía sangre, con lo cual es un corte que se le hizo después de muerto".
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"Ahora, la gente que está investigando el caso de Facundo Astudillo Castro vendría a trabajar como peritos de parte aquí, porque queremos tratar de establecer donde murió Franco. A la fiscalía ya no le pedimos nada porque no me otorgaron el pedido del secuestro de las cámaras ni el de los celulares para peritar", señala Patricia. Se siguen haciendo marchas en Santiago Del Estero. Cada vez son más multitudinarias. Los vecinos afirman que la comisaría tercera está siendo muy mal vista por los 'errores de Procedimientos' que tienen en cuanto a las detenciones, los golpes, torturas, robos, "porque encima ahora además de detenerte te roban. Ahora hay muchísima gente que está abriendo los ojos. Por fin". Concluye con una expresión de deseo en medio de tanto dolor: "Estamos viendo que en Santiago Del Estero no se puede lograr justicia y esto es lo que la gente está buscando que cambie. Y que de ahora en más, al menos aquí en Santiago, cualquiera que muera tenga justicia, sea quien fuere que lo haya matado".
"Mamá, sacame de aquí, me están matando"
Mauro Coronel tenía 22 años. Fue detenido por la Policía en Santiago de Estero hace un año. Lo torturaron tanto que terminó hospitalizado. Pocas horas después murió. El gobierno local niega que haya sido víctima de violencia policial. Los videos registrados por los mismos uniformados en "la comisaría de la muerte" desmienten esa versión.
Cronología de la violencia estatal durante la cuarentena
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“Es difícil enfrentarse a las fuerzas de seguridad con una Justicia que te ningunea”
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