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Una luz de esperanza para saber qué pasó con Arshak

por Adriana Meyer
Fotos: Hernán Vitenberg
23 de febrero de 2024

Se cumplen cinco años de la desaparición del policía de la Ciudad, en una causa plagada de irregularidades. La intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense abre un nuevo camino judicial. El juez responsable de la impunidad es el secretario de Derechos Humanos de Milei.

La mamá de Arshak Karhanyan es de palabras escasas pero certeras. “No imaginé que iba a llegar a estar cinco años sin mi hijo, es muy difícil pasar este momento, no sé vivir así ni sé cuántos años más tengo que esperar para que haya alguna novedad de parte de la justicia”, dice a Cítrica, en su castellano con acento armenio. Arshak había ingresado hacía poco a las filas de la Policía de la Ciudad, y tenía 28 años cuando fue visto por última vez. Era el 24 de febrero de 2019 y estaba de franco.

Al día siguiente, su hermano Tigrán fue hasta su casa y no lo encontró. Esperó 48 horas e hizo la denuncia en la comisaría donde trabajaba Arshak. Le dijeron que esperara hasta la madrugada del miércoles, el día en que regresaría a servicio después de su franco; pero nunca volvió a su trabajo. El joven vivía solo en un departamento en Caballito y estudiaba Ingeniería informática en la Universidad Tecnológica Nacional. 

“Estuvieron de feria y recién ahora el abogado nos dijo que van a trabajar con el ADN, espero que sea verdad y podamos encontrarlo, hay mucha gente fallecida NN en esa fecha de su edad, es algo que el juez anterior no quiso hacer pero ahora se va a concretar”, explica Vardush Datyvian, la madre de Arshak, a quien llaman Rosita. Se refiere al ex juez Alberto Baños, quien renunció el año pasado para jubilarse y a los pocos meses fue el elegido por Javier Milei para ocupar la Secretaría de Derechos Humanos.

El cargo no exime a Baños de ser el responsable de que no haya pruebas en el expediente por su empecinamiento en dejar la investigación en manos de la propia Policía porteña, que desde el primer minuto buscó encubrir la desaparición. Vardush también hace alusión a una nueva forma de buscarlo que implementará el sucesor de Baños, el juez en lo Criminal y Correccional 4 Martín Yadarola, a instancias del abogado de la familia, Mariano Przybylski: el Equipo Argentino de Antropología (EAAF) analizará las muestras de casos NN enviadas de juzgados y fiscalías de la CABA y de la provincia de Buenos Aires para cotejarlas con el ADN de Karhanyan. La cantidad de expedientes NN que llegaron supera el centenar. 

Por otra parte, Przybylski hizo una presentación ante el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU para que se involucren en el caso exigiendo respuestas al Estado. “Al cumplirse cinco años de la desaparición de Arshak Karhanyan la querella encabezada por su madre y patrocinada por la Red Federal de Derechos Humanos presentó una solicitud de Acción Urgente ante el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas con el fin de que intervenga para asegurar la búsqueda del paradero del joven policía y la investigación de lo sucedido y determinar sus responsables”, expresó el abogado en su solicitud.

“La medida es una petición al Comité para que intime al Estado argentino para que tome inmediatamente todas las medidas necesarias para buscar, localizar y proteger a una persona desaparecida y para investigar la desaparición. Asimismo, se solicita que el Comité pida al Estado parte que proporcione información sobre las medidas adoptadas para buscar a la persona desaparecida”, agregó.

 

Volver a empezar

“La causa está mal y con pocas perspectivas porque la prueba importante se arruinó en los primeros días de la investigación, gran parte por responsabilidad de Baños", explica el abogado Przybylski. Detalla: "Se arruinaron las cámaras, los mensajes de WhatsApp; en una causa por desaparición es muy difícil porque no tenemos hipótesis serias de qué es lo que pudo haber pasado, más allá de la línea predominante que vincula a sus compañeros de la Policía de la Ciudad en la División Exposiciones”. En efecto, más de 40 cámaras de seguridad de la Ciudad supuestamente “andaban mal”, y los policías que manipularon el celular del joven desaparecido borraron “por error” todo su contenido.

El 24 de febrero de 2019 cayó domingo, y ese día una cámara de seguridad captó a Arshak teniendo una tensa charla de treinta y seis minutos en la vereda de su casa con Leonel Herba, quien había sido su compañero en la División de Exposiciones de la Policía porteña. Salió de su departamento, dejó sus dos teléfonos celulares y su moto en la puerta. Aparentemente, portaba su arma reglamentaria y su placa. Llevó su tarjeta de débito y otros elementos que jamás fueron hallados.

Un rato más tarde, fue a un cajero Link cerca de la estación Primera Junta de la Línea A del subte, donde sacó dos mil pesos y cambió su clave. Luego se dirigió a un supermercado Easy, compró una pala de punta que pagó en efectivo y guardó en su mochila. En Rivadavia y Paysandú se le pierde el rastro. No hay ni una filmación posterior que permita saber nada de él.

Exposiciones es la división encargada de realizar allanamientos e incautaciones, Arshak pudo haber tenido diferencias con sus superiores y fue trasladado a la comisaría 7-B, lo que para él significaba una degradación.

La fiscalía de Santiago Vismara había pedido preservar todas esas imágenes a cinco cuadras del local y de la casa del policía desaparecido, pero cuando pidieron las del día y hora de la desaparición la Policía de la Ciudad mandó a la fiscalía las de dos días después. El primer rastrillaje de la fuerza de seguridad porteña duró pocos minutos y lo hicieron con poco personal. El peritaje sobre el celular personal de Arshak fue realizado por la Superintendencia de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad –creada por el exministro de Justicia y Seguridad Eugenio Burzaco– que devolvió el teléfono con un cartel que decía “desactivado” y así no se pudo saber con quién habló en los días en los que desapareció.

“Herba le dice algo, hay una situación tensa y es casi lo último que sabemos de él, pero no tenemos ninguna otra prueba que avance un poco más en la responsabilidad de él ni de los otros policías, y se perdió toda la demás prueba”, indica el abogado en diálogo con Cítrica. En su condición de querellante le había hecho la solicitud del cruce de materiales genéticos a Baños, que la ignoró, y ahora el nuevo magistrado lo activó.

“Pedimos que todas las fiscalías y juzgados de CABA y Provincia manden causas que tengan de muertos sin identificar, es decir NN, posteriores a la desaparición de Arshak, y llegaron un montón, es catastrófico que haya tantas personas sin identificar solamente en estos dos distritos”, manifiesta Przybylski. A solicitud suya, el juzgado involucró al EAAF para que haga un plan de trabajo, una sistematización y luego un cotejo de esos perfiles genéticos con el de Arshak. “Queremos ver si lo encontramos en algunas de esas causas NN, tenemos la ilusión de encontrarlo”, agrega.

 

“Una casa sin paredes”

El ex secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, había sostenido que hubo un encubrimiento en el caso por parte de las autoridades porteñas y había solicitado sin éxito que el caso fuera caratulado como “desaparición forzada” y que la investigación fuera llevada adelante por otra fuerza de seguridad. Pero este pedido lógico fue rechazado por Baños, que argumentó su “total confianza” en la fuerza policial porteña.

En Tribunales, donde se ganó el apodo de La Bestia, el ex magistrado fue conocido por ser amigo de la gorra, de cualquier color. Baños también se negó a convocar como imputado a Herba, con el argumento de que no había suficientes pruebas, a pesar de que en las conversaciones con su pareja Jazmín Soto, obtenidas en la intervención de su celular, ella le dice: “Y a vos que te buscan por hacer desaparecer gente, yo no te voy a cubrir más”

Durante la gestión de Pietragalla, Przybylski fue director de Violencia Institucional, e intentó apartar a Baños de la causa “por entorpecer la investigación y ser responsable de que se arruinaran pruebas fundamentales de la pesquisa”. Paradojas del destino, o no tanto, Baños es hoy el Secretario de Derechos Humanos de la Nación y tiene a cargo, entre otras, el área de políticas contra la violencia institucional

Luego de cinco años sería un milagro que Karhanyan apareciera con vida. Sin embargo, encontrar sus restos permitiría avanzar en la determinación de las circunstancias de su desaparición, para saber qué pasó. A diferencia de su antecesor, el juez Yadarola sí recibió a la familia Karhanyan. Vardush lamenta que ningún funcionario porteño ni nacional se haya acercado a saber “cómo hago para seguir viviendo sin Arshak, soy una mamá que sufre desde hace cinco años, estoy muy triste”.

Al periodista Eduardo Silveyra, autor de La Gorra, prontuario de la Policía de la Ciudad (Ediciones Ciccus, 2022), la mujer le confesó sentirse molesta porque a Baños lo hayan premiado con un cargo en el Gobierno nacional. 

“Como una casa sin paredes, así me siento”, había dicho ella durante una entrevista para el libro Desaparecer en democracia (Marea Editorial, 2021), y así resumió toda su desolación.

Su tono de voz no cambió. Arshak permanece desaparecido.