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“A las clases altas y medias, les incomoda vernos en las universidades”

por Saverio Lanza
23 de noviembre de 2018

Guilherme es estudiante brasileño, el primero de su familia en pisar una universidad. Su testimonio conmovió en el Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico, organizado por Clacso, y su historia sintetiza los avances y retrocesos en América Latina.

“Mi nombre es Guilherme . Soy de Río de Janeiro, y soy pobre. Soy una de las tantas personas que el PT sacó del hambre a través del programa Bolsa de Familia. Soy una de las tantas personas que a través del PT fue a la universidad. Estuve tres años, hoy estoy terminando la carrera de Historia.

No tengo otra forma de contar lo que fue mi vida con el PT, con el gobierno progresista, todos los movimientos populares y sociales que Lula y Dilma tuvieron, que también Haddad validó en la candidatura. El gobierno del Partido de los Trabajadores fue un gobierno progresista, un frente junto a los movimientos sociales, un frente que nunca descartaba a los movimientos sociales, siempre estuvieron ahí en la puerta molestando, pidiendo más porque así somos nosotros: queremos más, primero saciamos nuestra hambre, después fuimos a la universidad y ahora queremos más; sólo que se retrocedió  y es complicado.

Hablo ahora de este nuevo proceso -esta nueva fase que se inicia en mi país y en toda América Latina- la propia Argentina ya lo viene sufriendo un poco. Nosotros vemos que hay varios países que están eligiendo personas de derecha con la diferencia de que en Brasil se acaba de elegir a un fascista, alguien de extrema derecha. Un país mayoritariamente negro, mayoritariamente formado por mujeres, eligió a alguien que dice que la mujer vale menos porque queda embarazada. Es un gobierno que está basado solamente en la lucha contra el PT y sobre el odio que la clase alta y la clase media pasó a tener con los pobres.

Soy una de las tantas personas que a través del PT fue a la universidad.

Durante los gobiernos populares, los pobres incomodamos a las otras clases sociales. Les es incómodo vernos en las universidades. Bolsonaro -a través de una elección democrática- amenaza con acabar la democracia de nuestro país. Quieren barrer cualquier tipo de oposición, van a ser peor que si fuese una dictadura militar.

Es necesario que los estudiantes de todas partes estemos juntos, que la juventud pueda organizarse. Ya colocamos a la izquierda en varios países de América Latina durante muchos años. Hoy tenemos un monstruo -como tenemos en Brasil- pero él solamente puede tener una certeza de su mandato: no va a poder barrer con nosotros, va a ser una gran lucha en virtud de la restauración de la democracia. Porque él fue electo democráticamente pero también fue electo robando a través de las cadenas de WhatsApp, través de las calumnias que inventaron contra el PT. Él fue electo en una campaña de combate contra la corrupción y hoy vamos a tener un ministro que va a trabajar durante el día y va a pasar la noche en la cárcel a la noche.

Mi corazón se aprieta cada día que pasa; saber que ya está llegando el mes de enero, saber que está llegando el momento en que Bolsonaro va a ser presidente y la vergüenza mundial que estamos pasando. En esto momento, una de las cosas que más me fortalecen es saber que lo que él pueda hacer,  lo que Temer ya viene haciendo, lo que la dictadura hizo, va a tener mucha resistencia democrática.

Un país mayoritariamente negro, mayoritariamente formado por mujeres, eligió a un fascista

Nuestro ex presidente Lula dijo antes de ir a la cárcel injustamente: ‘Pueden cortar una, dos o tres rosas pero es imposible detener la llegada de la primavera’. Y de esta manera, en este momento de lucha, nosotros nos fortalecemos y ellos van a tener que aguantarnos más fuertes, luchando en las calles porque es muy fácil contar con robots para el WhatsApp pero el pueblo tiene su peso en las calles”.