“Si querés abolir el patriarcado, no podés cuestionar a las personas no binarias”
por Estefanía SantoroFotos: Louis Yupanqui
08 de agosto de 2020
"La militancia de la Ciudad de Buenos Aires tiene mucha incidencia", dijo Louis Yupanqui, activista afro e influencer. A principios de este año comenzó su transición hacia lo que es hoy: una piba trans no binaria que también se metió en la lucha transfeminista. Reivindica el trabajo del colectivo travesti trans para conseguir sus derechos y cuestiona la apropiación de la cultura afro.
Hace un año y medio Louis Yupanqui comenzó a investigar sobre activismo antiracista en otras partes del mundo y entendió por qué desde chica le hicieron sentir que “ser negra estaba mal”. A partir de ese momento bisagra en su vida decidió publicar en sus redes sociales reflexiones para visibilizar que el racismo en Argentina también existe y rápidamente se convirtió en una referente de su generación. Desde su cuenta nos educa con videos, placas informativas, charlas en vivo y entrevistas a referentes de su comunidad.
Una monja blanca con colmillos y un cuchillo amenaza a una santa negra, debajo de la foto se lee: “Se encargaron de matarlxs, de engañarnos, de justificar con su fe la palabra de Dios, los santos ya están muertos, les cortaron el cuello con un cuchillo, llamado la biblia”. Las imágenes que Louis publica en sus redes -y que ella misma produce y edita- no son solo simples fotos, a través de su rostro, cuerpo, poses y expresiones condensa cuestiona el poder blanco y colonial: y denuncia las muertes en nombre de la religión, el genocidio indígena y afro, la LGBT fobia y la apropiación cultural. “Cuando empecé a cuestionar mi género, entendí que no encajaba en las identidades blancas, y a principio de este año comencé mi transición cuando me di cuenta que era una piba trans no binaria y ya estaba metida también en la lucha transfeminista. Venía reivindicando mi negritud y ahora tengo que reivindicar mi identidad”, asegura.
¿Cómo ves el feminismo hoy donde hay sectores trans excluyentes que niegan a las travestis y trans como sujetas políticas del movimiento?
Las mujeres trans excluyentes (terfs) no son personas a las que se les chispoteó algo, adhieren a la teoría del feminismo radical de los años 70, como si los 70 fueran los 2000. Es una teoría que ya no tiene sentido, en el contexto actual es imposible aplicarla porque niega los derechos humanos de las personas trans, racializadas y de otras disidencias que son súper importantes como el anticapacitismo, el clasismo, los cuerpos gordos. Me parece importante que empecemos a entender que el feminismo radical no puede ser interseccional porque la interseccionalidad justamente no segrega a nadie de un movimiento, sino que lo que hace es entender los tópicos en común que tienen todas las opresiones y conocer quiénes son las personas que reproducen estos discursos de odio.
Vivir en un barrio vulnerabilizado siendo gay, lesbiana, travesti ni a palos es lo mismo que vivir en un barrio de clase media de Capital Federal.
El antirracismo es uno de los espacios más interseccionales que he conocido y la gran mayoría de las mujeres negras que llegan al antirracismo se quejan del feminismo. Los feminismos antirracistas tienen una base interseccional. Esto no es una guerra entre feministas terfs e interseccionales, es muy necesario saldar socialmente este debate, porque hay otros temas muchos más complejos. Es mucho más que decir que la vulva es algo que define, hay que empezar a reconocer los privilegios y las opresiones que interpelan a cada cuerpo y cómo incluirlos en un feminismo. El feminismo interseccional abraza un montón de luchas, y tenemos que construir espacios desde ahí para entender al opresor en común y cómo luchar contra él. Estamos hablando de feminismos que incluyan a todas y que puedan erradicar a este opresor de todas las sociedades y culturas, eso es una lucha de raíz y no un feminismo que segrega a alguien por un biologicismo.
¿Qué lugar crees que ocupan las identidades racializadas dentro de la comunidad LGBBTIQNB+ en nuestro país?
Entendiendo que un gran porcentaje de las personas racializadas están en la pobreza significa que las personas racializadas que son LGBT están en un contexto de vulnerabilidad socioeconómica. Vivir en un barrio vulnerabilizado siendo gay, lesbiana, travesti ni a palos es lo mismo que vivir en un barrio de clase media de Capital Federal. El activismo, al menos el que predomina en Buenos Aires es el de Capital Federal y no tiene en cuenta estas realidades vulnerabilizadas, parece que lo único que importa es lo que pasa en las grandes capitales. La militancia de la Ciudad de Buenos Aires tiene mucha incidencia y si realmente quieren hablar de una militancia genuina tienen que representar a todos. Siempre el foco está en la metrópoli.
Creo que no se tiene en cuenta las realidades del colectivo LGBT racializado justamente por la segregación socio económica que tiene. Gran parte de la violencia que hay hacia las personas LGBT como asesinatos, violaciones, abuso policial, se suceden mucho más en Chaco, Formosa, y otras provincias y también en el conurbano bonaerense, pero siempre terminamos hablando de lo que pasa en la Ciudad de Buenos Aires cuando hay un montón de gente que la está pasando peor en otras partes del país y no se la nombra, o no se le da el espacio que realmente merece. Hablando de realidades afro como la que me concierne a mí, hay una gran subestimación del colectivo afro LGBT. Cuando pedimos que se hable de racismo siempre nos dicen que no es una problemática que interfiere solamente al colectivo. No es suficiente decir basta de LGBT fobia, hay muchas personas que son parte del colectivo y no acceden a ningún derecho y las consignas en las marchas del orgullo son siempre las mismas. Hablamos de la heteronorma, pero no se habla de la opresión que recibimos las personas racializadas dentro del colectivo LGBT.
¿Cómo definirías la apropiación cultural?
Hablamos de apropiación cultural cuando grupos históricamente opresores -por ejemplo, personas blancas- se apropian y lucran con elementos de culturas históricamente oprimidas, como las culturas afro y racializadas. Usan nuestros elementos, los sacan de contexto y los utilizan por motivos estéticos o lucrativos. Yo estoy en contra de todo tipo de apropiación cultural porque hay que entender el origen de los elementos que se utilizan, que son generalmente ancestrales y políticos y que no deben ser llevados sin el respeto y la connotación étnica que poseen. Las trenzas, por ejemplo, de las personas afro las usamos como una reivindicación política, no es algo estético, no se las pongan para hacer trap y vender, no usen nuestra ancestralidad para venderlas a cinco mil pesos. Eso es lo que se pide.
¿Qué significa para vos orgullo?
En lo personal creo que el orgullo tiene que ver con la libertad, responder políticamente desde el orgullo es dejar atrás todos esos pensamientos que me impusieron. El orgullo de ser una piba trans es tirar a la basura todo lo que me asignaron masculino que tendría que ser. A nivel colectivo el orgullo es la respuesta política más grande y crucial que tenemos a todas estas imposiciones cis hegemónicas, heteronormativas, blancas. Es sentirnos orgullosxs de lo que socialmente dicen que está mal, pero tenemos los argumentos para entender que no tiene nada de malo y que solamente son imposiciones sociales.
No se habla de la opresión que recibimos las personas racializadas dentro del colectivo LGBT.
¿Qué opinas sobre la lucha de la comunidad trans argentina?
Tengo una admiración enorme hacia el colectivo trans de Argentina porque gracias a ellas se consiguieron un montón de cosas. A la gente de mi edad y más joven también nos sorprende el enorme trabajo del colectivo travesti trans y la cantidad de derechos humanos que se consiguieron. Muchas mujeres travestis trans, en condiciones horribles han dado su vida por la lucha y consiguieron derechos para todo un colectivo que no les está dando el reconocimiento que se merecen. Y encima, siguen: siempre los 28 de junio están en el Congreso Nacional dando pie y la gente no sabe de eso, vemos como se llena la marcha del orgullo en noviembre y qué vacía que está la marcha por los travesticidios en junio.
¿Cómo ves el movimiento no binarie y qué pensás de las voces que acusan a las personas no binaries de reproducir estereotipos del género binario?
Cómo me identifico, cómo me muestro se basa en un binarismo porque es social y la sociedad es binaria, es cómo me lee una persona. Yo me puedo poner un pantalón y un vestido encima, pero una persona me puede leer mujer y otra como un hombre con un vestido. Para mí el problema es que lo femenino esté asociado a algo negativo por el patriarcado. ¿Por qué una mujer se puede poner un pantalón y va a estar todo bien y cuando un hombre se pone un vestido puede ser el motivo para matarlo? No es solo lo que me pongo es una identidad con sus pronombres, con su carga histórica política, con sus reclamos y urgencias. Si alguien quiere abolir el patriarcado no lo puede hacer cuestionando a las personas no binarias.
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