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Lo miserable de la tragedia

por Jorge Torres Fariña
19 de mayo de 2017

El director Héctor Aure cuenta, cómo después de 20 años, logró hacer realidad su sueño: Catacumbias, la obra que recorre varios géneros musicales.

Jugando con distintos géneros, haciendo foco en el drama social a través del humor, desde este viernes 19 se presenta en el Teatro Roma de Avellaneda, Catacumbias. Basada en una obra que Oscar Viale escribió a principios de los noventa, Héctor Aure desembarca en el sur del Gran Buenos Aires para ofrecer “una mirada insólita y poco convencional” de distintas situaciones que se desarrollan en la terraza de un edificio en plena Avenida 9 de Julio.

El director, quien trabajó la adaptación junto a Marcela Palacios, compañera de Viale, cumple un sueño postergado durante 20 años, acercándole al público un mensaje de esperanza, para que sepan que no todo está perdido, aún en las peores circunstancias. Con tintes de comedia musical, la obra relata distintos episodios que se suceden cuando Fedora (Déborah Turza) trata de homenajear a su hermano fallecido durante un vuelo de ala delta.

La protagonista es interrumpida en distintas oportunidades por personajes que buscan sacar partida de su proeza: Un padre que busca salvarse a costa de la vida de su hija, una periodista que quiere tener la primicia, y cuanto más escandalosa mejor; un comerciante inescrupuloso que aguarda la tragedia para llenar sus bolsillos, un productor de TV que trata de añadir más condimentos a una dramática situación y un ex marido que tiene una reaparición oportunista. La crítica en cuanto al proceder de los humanos en la sociedad, exaltando su lado negativo, le infringe drama a una situación que por sí sola generaría tensión.

En la previa a lo que será la primera temporada de una obra que presenta el renovado Teatro Roma, Cítrica charló con Aure, quien tuvo la idea de hacer esta obra en 1996 y por distintos motivos nunca pudo. “Hace dos años la retomé y se fue armando un pequeño grupo. Finalmente terminó en una situación insólita: Roberto Mariani (responsable del Teatro Roma), quien había sido mi asistente en aquella primera oportunidad frustrada, me propuso que finalmente la hagamos acá en Avellaneda, con un elenco estable y durante dos meses, todos los viernes (20.30 horas) y sábados (desde las 21)”.

“El proyecto siempre fue, tomando la obra de Oscar Viale, transformarlo en una comedia dramática, con canciones. No es un musical clásico, sino una comedia con canciones. En este caso la anécdota que se cuenta es muy teatral y la música, en todo caso, lo que hace es recrear una atmósfera, revalorizar las situaciones, subrayar los momentos y, al mismo tiempo, entretener en el medio de un clima opresivo de una tragedia en ciernes que el grotesco maneja siempre al borde de la locura. Utilizando la risa para subrayar la tragedia. El humor aparece en el momento en que la tragedia progresa o está por consumarse”, explica Aure, quien junto al compositor Federico Mizrahi compuso especialmente para la obra 6 canciones, que van desde el tango a la cumbia, pasando por el rock y la zamba.

“Las letras de las canciones están estrechamente ligadas a lo que pasa. Comentan lo que ocurrió o hacen un pronóstico de lo que viene, tanto en los duetos como en los solos”, precisa Aure, quien además de por el teatro, es reconocido por su basta experiencia en la publicidad y televisión, donde llegó a ser Gerente General de Canal 7 durante la presidencia de Cámpora, y por varias películas, entre ellas el cortometraje San Perón. Además, estuvo al frente del Teatro La Salle durante una década. Pero le quedaba una deuda pendiente, que ahora cumplirá con el estreno de Catacumbias, una obra que si bien tuvo en la cabeza durante 20 años recién le puso final hace muy poco, durante los ensayos: “Nos definimos por un mensaje esperanzador, y quedó muy bueno”.