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La Plata y la geometría sagrada

por Miguel Grinberg
08 de julio de 2014

Un abundante caudal de literatura anidada en las bibliotecas de la Orden Masónica, remite minuciosamente a la fundación de la Ciudad de La Plata, cuya singular simetría no se ajusta a la planificación del resto de las ciudades importantes de nuestro país.

La documentación acopiada por los adeptos masones sostiene que la capital de la provincia de Buenos Aires, fundada en 1882 y señalada como “Ciudad de las Diagonales”, fue diseñada siguiendo principios estrictos de una llamada “geometría sagrada”, muy ponderada en círculos esotéricos de distintas fuentes. Los detalles principales de la simbología masónica, surgen mediante la unión de varias diagonales, que a simple vista expresan la escuadra y el compás, por un lado, y la plomada y el nivel, por el otro. Asimismo, la ubicación de las plazas (una cada seis cuadras) respondería a la ubicación de los oficiales masones en los templos de la orden. La escuadra perfecta representa valores de moralidad y rectitud, en tanto el compás abierto a 85º remite a la virtud y la justicia.

La presencia masónica en el continente americano se remonta a numerosos próceres de las luchas por la independencia continental, y entre ellos figuraron personalidades como Francisco de Miranda, Andrés Bello, Simón Bolívar, Bernardo O?Higgins, José de San Martín, Carlos María de Alvear, Tomás Guido, Gervasio Posadas, Nicolás Rodríguez Peña, Juan Martín de Pueyrredón, Julián Álvarez, Juan José Paso, Manuel Belgrano, Bernardo de Monteagudo? y muchos otros.

Al producirse en 1880 la federalización de la Ciudad de Buenos Aires como Capital de la República Argentina, surgió la necesidad de fundar el asiento de una capital bonaerense, y fue así que un núcleo masón planificó el ejido urbano antes descrito. El fundador fue Dardo Rocha, gobernador de la provincia de Buenos Aires, iniciado por su padre a los veinte años (1858) en la Logia Constancia Nº 7. El trazado de La Plata fue responsabilidad de Pedro Benoit, un francés también iniciado como masón en 1858, nieto del LUIS XVI y María Antonieta, que llegó al país durante la presidencia de otro iniciado masón, Bernardino Rivadavia. Un ingeniero alemán, Carlos Guillermo Glade, colaboró con Benoit para el trazado del plano maestro. Quien propuso el nombre de la nueva ciudad fue el autor del Martín Fierro, José Hernández, iniciado en 1861.

Algunos historiadores nacionalistas niegan rotundamente que la fundación de La Plata haya sido obra de la Masonería, y sostienen que la proyección geométrica es pura casualidad. No obstante, los masones van más allá y sostienen que el modelo platense sirvió como referencia para la fundación de la ciudad de Belo Horizonte, capital del estado brasileño de Minas Gerais. De mismo modo, otras corrientes esotéricas de Brasil alegan que la geometría sagrada jugó un papel central en el diseño de la nueva capital brasileña, Brasilia, orientada por el presidente Juscelino Kubitschek, y dirigida por los arquitectos Lucio Costa y Oscar Niemeyer, considerada como una obra maestra del urbanismo y la arquitectura de la modernidad.

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