¿Cómo pensar la escena de un presidente bailando a la vez que hipoteca el futuro de millones? ¿Por qué no es coherente el discurso del futuro próspero con un presente de ajuste y angustia? ¿A cuánta distancia está el gobierno nacional de la realidad argentina?
El tipo baila y entrega la soberanía mientras se come un bife con papas. Así, tranca. En el medio hay un canje, una transacción, porque ahora es a él a quien le entregan el premio al "Ciudadano Global 2018" por lograr, en menos de tres años, "un futuro próspero para su gente", y el tipo, que es un gran previsor -tal como lo muestra su premiación y ese tuit de Año Nuevo de "1 de enero 2018: Comienza el futuro"- sabe que si quiere un acuerdo con el FMI va a tener que esforzarse, aunque mucho no le cueste, y sobarle el oído a Christine Lagarde, sentada junto a él, a la derecha, en la mesa 24 del evento de Atlantic Council, en Nueva York, y ya viene el cipayismo entreguista, en un inglés poco aceitado, de "hemos empezado una gran relación, y también con Christine debo confesar que hemos iniciado una gran relación ya desde hace algunos meses, y espero que funcione muy bien y que lleve a que todo el país termine enamorado de Christine", y ya llueven los aplausos, y el tipo sonríe complacido, y en la cara se le dibuja una sonrisa de felicidad y hasta de cierta excitación, y el tipo aprovecha el momento para relamerse el labio inferior en un gesto de "me la comería cruda", y ya viene la foto final, y Frank Sinatra canta su "I get a kick out of you", y mientras el resto de los premiados suben al escenario se cruzan las miradas con la anfitriona y filántropa Adrienne Arsht, que estuvo en la misma mesa junto con el tipo pero sentada a su izquierda, y ya quedan pocos segundos para que termine el evento y en la urgencia de mantener el papel de latino "mandado", de tipo canchero y espontáneo, agarra de la cintura a la Adrianne, y ella sin decir ni mu lo complace al tipo, y como si fuese un Fred Astaire del subdesarrollo saca a bailar a su momentánea Ginger Rogers, y juntos se abren paso en el escenario del Cipriani Wall Street, en una cruza rara entre chamamé y jazz, pero no importa, como no importa que todavía retumbe Plaza de Mayo por la cantidad de gente que fue a protestar contra el ajuste unas horas antes, a miles de kilómetros de distancia, en una distancia material que también es una distancia simbólica, porque el tipo baila, y baila.
No tuvo tiempo de preguntarnos si queríamos bailar o no. Nos empuja a que hagamos el "trencito", con este "bombón asesino", y que sigamos la procesión, meneándonos como podamos, hamacándonos de un lado para el otro.
Gendarmería y Policía Federal se llevan el presupuesto de Educación, Ciencia, Tecnología y Niñez, y el tipo baila; la policía se especializa en perseguir y criminalizar vendedores ambulantes, y el tipo baila; los ministerios de Salud, Trabajo, Ciencia y Tecnología desaparecen, y el tipo baila; estás enfermo con HIV o con tuberculosis y recortan el presupuesto para tus medicamentos, y el tipo baila; tenés discapacidad y te sacan la pensión, y el tipo baila; sos jubilado y tenés que bancarte que te nieguen aumentos y cada vez sean menos los descuentos de PAMI, y la miseria que te dan solo alcanza para una comida diaria, y el tipo baila; los despidos, las suspensiones y las vacaciones forzadas forman parte de la charla familiar, y el tipo baila; solo en julio se perdieron 59.600 puestos de trabajo registrados, y el tipo baila; y la pobreza está 27% más lejos del cero prometido, y el tipo baila; crecen las personas en situación de calle, y el tipo baila; la heladera cada vez más vacía y el freezer cada vez más al pedo, y el tipo baila; la tarjeta de crédito cada vez más cargada y la SUBE otra vez con saldo negativo, y el tipo baila; el auto es un lujo y el tanque de nafta que no sale nunca de la reserva, y el tipo baila; las tarifas de servicios con plan de pagos, y el tipo baila; ¿y por qué no un Ahora 12 para el gas o la electricidad?, y el tipo baila; la calle explota de gente con bronca y con marchas cada vez más numerosas, y el tipo baila; cuarto paro general, y el tipo baila; el futuro está cada vez más lejos, y "la luz al final del túnel" que nunca aparece, y ya estamos a oscuras, tanteando las paredes para no caernos, y no hay "segundo semestre" que alcance, y el tipo baila; la "futurofilia" y la "pasadofobia" son cada vez más recurrentes y trillados, mientras el presente queda en el olvido, y el tipo baila; la fuga hacia adelante crece como crece la fuga de divisas, y el tipo baila; los funcionarios con la guita afuera y en dólares triplican su fortuna, y el tipo baila.
Sos directora o auxiliar de una escuela, pongamos en Moreno, te llamás Sandra o Rubén, y una garrafa explota como metáfora de un Estado ausente, y te morís, así nomás, y el tipo baila; sos docente, pongamos de la misma escuela de Moreno, y recibís amenazas a diario, vos y tus compañeras, por darle un plato de comida a los pibes que llegan a la escuela con hambre y porque los acompañás en el estudio pese al paro, y un día te secuestran, te torturan y te escriben con algo punzante en la panza "ollas no", y el tipo baila; sos un pibe de 13 años, te gusta dibujar, jugar a la pelota y al básquet con tus amigos de Saenz Peña en el Chaco, y pasás cerca de un supermercado donde el dueño le retiene las tarjetas alimentarias a la gente especulando con los precios, y el dueño llama a la policía, y la policía empieza a disparar con balas de plomo, y vos estás todavía ahí, y en una de esas una bala te alcanza, y atraviesa tu joven pecho, y tu futuro, ese con el que se llenan la boca los políticos de turno, se disipa junto con el olor a pólvora, y queda cegado para siempre, y el tipo baila.
Tanto baila el tipo, tan "great dancer" es, que nos obliga a bailar, nos saca de prepo como a la filántropa de la premiación, salvo que el tipo no cenó con nosotros un bife con papas en el glamoroso salón del Cipriani Wall Street de Nueva York, y no tuvo tiempo de ponerse de acuerdo con nosotros en qué momento bailar, ni si queríamos o no hacerlo; y nos hace bailar como si fuésemos los extras de La La Land, salvo que no nos estamos riendo, no tenemos un vestuario colorido y tampoco tenemos ganas de bailar; y no hay un "no gracias, yo no bailo" que valga; y encima nos hace bailar con la más fea, con Christine, que tiene ese apellido que hace acordar a los lagartos, y los lagartos recuerdan a V Invasión Extraterrestre, salvo que esto no es una ficción de los '80, y acá el ne(cr)oliberalismo no es joda, y encima nos quiere hacer enamorar, el muy turro, también a la fuerza, porque es lo que mejor le sale, a la fuerza, y ya nos empuja a bailar con ella, y a que hagamos el "trencito", con este "bombón asesino", y que sigamos la procesión, meneándonos como podamos, hamacándonos de un lado para el otro, mientras ellos se ríen y la pasan bárbaro y tiran globos para arriba y gobiernan como si esto fuese una fiesta, una joda, un asalto, un asalto a mano armada pero con guantes blancos, y nada de quejarnos porque te aparece envalentonada la Patricia y sus gendarmes furibundos, y dale, si "se puede", si "estamos haciendo lo que hay que hacer", si Los Wawancó no dejan de cantar una y otra vez: "Se acaba el trabajo, se acaban los placeres, /se acaba el dinero y se acaban los quereres./ Se acaba el trabajo, se acaban los placeres,/ se acaba el dinero y se acaban los quereres./ Y la cosecha de dólares, nunca se acaba, la cosecha de dólares, nunca se acaba…".
Ningún pibe nace macrista
¿De qué sirve quejarse, insultar y hacer memes sobre Macri?¿No debiéramos hacer otra cosa?¿No son tiempos en los que tenemos que acercar la información a quienes no la tuvieron? ¿O pensamos cambiar algo al creernos mejores personas que las que votaron al presidente?
Manteros: la política estética de Jorge Macri
Cientos de familias de Parque Patricios fueron desalojadas por vender productos usados como complemento a una economía cada vez más diezmada en el distrito más rico de Argentina. No hay ninguna solución en la gestión de Jorge Macri, solo una política de cotillón que busca “emblanquecer” los espacios públicos de la Ciudad en nombre del “orden y la seguridad”.
“Priorizan el dinero por sobre la salud de la gente”
En la VI Jornada de Nutrición, Salud y Soberanía Alimentaria, el vice-intendente de Gualeguaychú, Jorge Maradey, criticó “el lobby por el agronegocio que hace el Presidente”.