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Un Día del Niño con buen teatro y a la gorra

Este domingo, en El Galpón de Catalinas (La Boca), se presentará "Cacaprichos de un rey". Un espectáculo de títeres y canciones que "habla sobre la autoridad y los caprichos del poder".

El Grupo de Teatro Catalinas Sur festejará el Día del Niño con una función “a la gorra” de su espectáculo “Cacaprichos de un rey”, que fue pensado para niños y niñas pero escrita con varias capas de interpretación. “Es para todas las edades, habla sobre la autoridad y los caprichos del poder, que muchas veces se ejerce caprichosamente, y lo hacemos con títeres y canciones conocidas pero reversionadas”, explicó Ximena Bianchi, directora de la obra.

“Cerramos la temporada con una función con entrada gratuita y salida a la gorra. Nos queremos despedir festejando el Día del Niño sin que el valor de la entrada sea un filtro para ninguna familia”, agregó Bianchi sobre la obra que se presentará este domingo a las 16:30, en El Galpón de Catalinas, Benito Pérez Galdós 93, La Boca.

La obra transcurre en un pueblo cualquiera, donde nace un rey. Ese títere pequeño es venerado y adorado. Cada berreo se traduce en muchas personas sirviéndolo y resolviendo sus caprichos crecientes. Pero en su condición de rey pasa una infancia sin juegos, ni arena, ni hamacas. Y a medida que crece se va convirtiendo en un gran déspota, como hubo muchos en la historia de la humanidad.

Sus órdenes obligan a todos a correr detrás de él y cambiar sus formas de vida. Hay decisiones absurdas como cambiar el gusto a las cosas o decidir que todo sea color azul.

El grupo de teatro comunitario nació en marzo de 1983 cuando los y las integrantes de la cooperadora de una escuela del barrio empezaron a hacer teatro en una plaza. Fue una suerte de fiesta vecinal y mostró la necesidad de participar y de estar en el espacio público. Ésa es una de las marcas centrales del grupo.

Esos primeros encuentros se convirtieron en las “Fiestas teatrales”, que hacían al aire libre, con choriceada incluida y sin distinguir entre niños, jóvenes y adultos. Todos y todas podían participar, festejar. “Éramos vecinos del barrio y nos unían los problemas y alegrías cotidianos y, a partir de 1983, encontramos en el teatro, un modo de comunicarnos con otros vecinos, una actividad comunitaria, colectiva que nos enriquecía y nos alegraba luego de tantos años de tristeza y desesperanza”, recuerdan 35 años después los fundadores y fundadoras.