Rafael Nahuel: un fusilado que vive

Al día siguiente, el grupo Albatros iría tras de quienes lograron huir de la represión, a cazarlos. Por la espalda, el prefecto Javier Pintos le disparó un balazo letal a Rafa Nahuel.

“En el primer procedimiento, cuando a nosotras nos llevan detenidas, fue una represión. Pero cuando ocurrió lo de Rafa fue un fusilamiento. Fueron a matar y se fueron. Los pibes tuvieron que bajar el cuerpo”, señala.

“Un prefecto gritaba '¡Avancen mierdas!' y seguían tirando. ¡Ta, ta, ta, ta! Nos persiguieron así hasta la noche del jueves. Ya estábamos a mil metros de altura, bien arriba del cerro, y se veían como seis drones y dos helicópteros, uno de Policía y uno de Gendarmería. Nos separamos en grupos para pasar la noche; dormimos ahí en el medio del cerro. Teníamos hambre, sueño, frío, sed y habíamos corrido tanto, y nos habían tirado tantos tiros… ¡tiros de fusil! ¡En el medio del monte!”.

El viernes por la noche llegó Rafa junto a otros peñi (hermanos mapuche). Les traía abrigo y alimento. Pasaron la noche, y al día siguiente, el sábado, ya no se veían los drones y parecía que se había calmado la situación.

“Ahí empezamos a bajar unos diez o quince metros como mucho, y escuchamos de nuevo: '¡Maten un indio! ¡Maten un indio de una vez!', y de nuevo las ráfagas: ¡Ta, ta, ta, ta! Al lado había unos árboles secos y todas las balas que nos tiraban daban en los árboles y se veía cómo saltaban todas las astillas. Y ahí un peñi grita, '¡Le dieron a uno, le dieron a uno!'. '¿A quién? ¿a quién?'. El Rafa estaba guardando su mate recién, y le gritamos, '¡Rafa escondete!', y apenas Rafa se agacha y se da vuelta, cae. Fue un tiro de fusil. Voló. El tiro vino de tan cerca que lo voló”, se detalla en Reunión, una publicación donde el lof Lafken Winkul Mapu relata en primera persona y cuenta por primera vez las razones de la recuperación territorial y todo lo acontecido esos días.

Sin embargo, tras tres años, la Justicia no llegó para Rafa. Además, paradójicamente, el único imputado por el asesinato de Rafita --el prefecto Francisco Javier Pintos-- fue beneficiado luego de que la Cámara Federal de Casación Penal anulara su procesamiento. 

La razón para que Pintos no esté procesado, si que se puede llamar razón al motivo judicial que deja libre al asesino de Rafael, es la demora en la tercer pericia sobre su arma reglamentaria.  

La primera pericia había sido realizada en junio de 2018 por Roberto Nigris, Karina Uribe y la experta en criminalística Silvia Bufalini, y había determinado el origen del proyectil.  Sin embargo, el juez Gustavo Villanueva ordenó una nueva investigación que no coincidió con la primera. La misma fue realizada por la Dirección de Criminalística de Gendarmería, que determinó que el disparo no había provenido del subfusil de Pintos.

Finalmente, enero de 2019 el juez Leónidas Moldes procesó a cinco prefectos, incluido Pintos por haber incurrido en el delito de “homicidio agravado en legítima defensa”, algo que dio continuidad a la teoría del enfrentamiento que tanto alentó la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a pesar de que no está probada la tenencia de arma de fuego de Rafael Nahuel y los más de 129 disparos con munición de plomo que habría disparado la prefectura. 

Más tarde la Cámara de Roca corrigió el fallo y procesó a Pintos por homicidio agravado, dictándole prisión preventiva y resolviendo la falta de mérito para el resto de los prefectos. Sin embargo, en febrero de este año, esta misma Cámara determinó la falta de mérito de Pintos debido a que la segunda pericia realizada no coincidió con el primer resultado. Vaya casualidad: esa pericia fue realizada por la Gendarmería a las ordenes de Patricia Bullrich y Pablo Noceti, responsables también de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado. Ahora el expediente está en la Cámara Federal de Apelaciones que ordenó la tercera pericia balística que debía realizarse en la provincia de Salta pero la pandemia demoró la justicia y la causa el 25 de noviembre de 2020 se encuentra igual que el 25 de noviembre de 2019. 

El único procesado en las causas que involucran al lof Lafken Winkul Mapu es Lautaro, uno de los peñi (hermano mapuche) que bajó el cuerpo herido de Rafa para intentar salvarle la vida, poniendo en riesgo la propia, entregándose a manos de los Albatros, junto a Fausto Jones Huala, el otro portador de la improvisada camilla con la que asistieron a Rafita, llevando la esperanza de que sobreviviera al furibundo balazo.

A 3 años del cobarde fusilamiento por la espalda de Rafael Nahuel Salvo, el UNICO PROCESADO CON PRISIÓN PREVENTIVA es el compañero mapuche Lautaro Curuhuinca -quien traslado junto a Fausto Jones Huala por más de 4km al joven herido buscando salvarle la vida- desde hace 2 años y 8 meses (desde el 18/03/18 cuando se revocó su excarcelación) fue obligado a la clandestinidad, digna rebeldía que ha sostenido junto a su aguerrido pueblo, que impidió una y otra vez la avanzada criminal.