“Priorizan el dinero por sobre la salud de la gente”

En Entre Ríos, el Superior Tribunal de Justicia anuló parcialmente el decreto que delimita las fumigaciones. El fallo no permite que se reduzca a 100 metros terrestres y 500 metros aéreos los límites para fumigar respecto de las escuelas rurales. Este fue un logro de las organizaciones ambientales, autoconvocados y el gremio docente AGMER, que vienen trabajando para proteger a las escuelas de esta práctica. “En la escuela, los mismos papás son los productores que fumigan. Desde ahí viene la presión que recibe el docente rural, que está peleando por la salud de todos”, sostiene Mariela Leiva, docente de Basavilvaso, que sufrió en carne propia los efectos de las fumigaciones. Su hija fue atendida con signos de intoxicación por este veneno, lo mismo que muchos chicos de su escuela, como documentó un perito forense, un testimonio clave para lograr el fallo judicial cuestionado por Macri.  

Mientras Macri hace abiertamente lobby por el agronegocio, en esa misma localidad, a pocos metros, la Municipalidad organizaba una charla de producción alternativa de alimentos, en el marco de su programa PASSS, Plan de Alimentación Sana, Segura y Soberana. Porque detrás de los dichos, lo que hay es una pelea por la forma que la Argentina producirá alimentos. “Creemos que el modelo de la agroindustria ha llegado a su fin, hay que darle lugar a la agroecología, con lo cual se recuperará rentabilidad, habrá mayor trabajo y la gente no se va a tener que ir del campo”, destaca Maradey. El funcionario recordó que la agroindustria “está llevando a un desmonte desmesurado, que hace que se esté desertificando el campo. El daño que está realizando sobre la salud humana es tremendo”. 

La pelea de Gualeguaychú, de docentes de Entre Ríos y  productores pequeños y medianos es contra un gigante, que cuenta con la Casa Rosada como su principal aliado, es una pelea titánica, y afrontan con dignidad. “Qué podés esperar de un presidente que encabeza un gobierno de ricos, que no gobierno para la clase trabajadora. Este es un claro ejemplo de cómo nos ve el Presidente de la Nación a los trabajadores, es la quita de derechos personalizada”, se queja Leiva, que también estuvo en Buenos Aires llevando la consigna de todos los maestros rurales: “paren de fumigar”. En esa lucha, buscan cambiar el paradigma de producción, y defender la salud de las personas.

“Nosotros queremos dejar en claro que vamos por el camino de la agroecología, por una educación ambiental y una legislación que nos proteja. Por los derechos humanos. La propia Constitución Nacional habla del derecho de vivir en un ambiente sano”, concluyó la docente entrerriana.