Una conquista que suena bien

por Revista Cítrica
27 de septiembre de 2013

Mientras se realizan festivales, charlas y debates por la Ley de la música sobre la Plaza del Congreso, te contamos cómo será la plena aplicación de la norma.

La nueva Ley de la Música se encuentra en etapa de reglamentación. Mejora las condiciones de sus trabajadores y democratiza el acceso.


El 28 de noviembre de 2012, con el voto de sesenta senadores de todos los bloques presentes en  el recinto, la regulación oficial de la música pasaba a ser ley. Mientras tanto, del otro lado de las paredes del Congreso, sobre la Avenida Entre Ríos, un gran escenario desbordado de artistas entre los que estaban Litto Nebbia, Peteco Carabajal y Teresa Parodi cristalizaban el masivo apoyo. No sólo de organizaciones de músicos, sino también de la ciudadanía en general: fue una acción bisagra en la relación entre el Estado y los músicos.

El proyecto nació en 2006 como iniciativa de la Unión de Músicos Independientes (UMI), dentro del movimiento de los Músicos Argentinos Convocados, que logró difundirlo públicamente para generar el consenso necesario, con el objetivo de que ingresara al Congreso Nacional. La UMI, presidida por Cristian Aldana, cantante de El Otro Yo, es una organización nacional de músicos de diversos géneros, cuyo origen se remonta a 2001, y se propone mejorar las condiciones en las que se desarrolla esta disciplina artística a través de la autogestión. Es una perspectiva inédita dentro del ámbito artístico y musical, y se diferencia de estructuras tradicionales como sellos discográficos, editoriales, sindicatos, o mutuales. Propone otro modelo de músico: un artista que como productor de sus propias obras tenga un conocimiento integral de todo lo referente a su carrera, para lograr los mejores acuerdos y decisiones para sus creaciones. 

La Ley es bien federal. Establece la creación de al menos una sede del Instituto Nacional de la Música (INAMU) por cada una de las seis regiones geográficas, y en los casos de que sea necesario producto de una mayor demanda o caudal de población se situará en más de una por provincia. “Todas las sedes estarán organizadas en los mismos espacios y tendrán un mismo piso de financiamiento. No obstante, las decisiones serán tomadas exclusivamente por las organizaciones
de músicos con personería jurídica, que actúen en cada región. De esta forma se garantizará el federalismo, y se visibilizará la necesidad de que los músicos se organicen de forma responsable”, explicó el músico Boris a Revista Cítrica. 

Por otro lado, la ley despierta un cambio de paradigma cultural, porque crea la figura del músico como trabajador. El Estado, con la creación del INAMU, facilitará a los músicos las herramientas democráticas que le permitirán profesionalizarse a través de un régimen inclusivo y en condiciones dignas. 

“La música es un arte, pero también es cierto que una gran parte de la sociedad la visualiza como espectáculo o entretenimiento”, explicó el cantante de La Tolva. “Nosotros la sentimos como una forma de lenguaje, y la convertimos en un trabajo”, aseguró. 

Uno de los valores centrales del proyecto es que no se trata de beneficiar exclusivamente a un sector, sino a la sociedad en su conjunto. En ese sentido, la creación de un circuito cultural social requerirá como contraprestación que todo músico beneficiado con subsidios o créditos, actúe en clubes barriales, escuelas, comedores comunitarios, bares,
cárceles, lugares públicos o privados, donde se favorezca a sectores populares y de bajos recursos.

Suscribite y leé la nota completa en el número 6 de Revista Cítrica








©2024 Revista Cítrica. Callao 360, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa Ex Trabajadores del Diario Crítica. Número de propiedad intelectual:5313125 - [email protected] | Tel.: 45626241