La miseria de los dueños del papel

La semana pasada, Artes Gráficas Rioplatenses, una de las plantas impresoras del Grupo Clarín, despidió a 380 trabajadores a pesar del acuerdo para cuidar los puestos de trabajo que pregonaba el Gobierno Nacional. La empresa adujo una teórica crisis y una supuesta reducción en la producción. No debe haber un periodista que esté trabajando en un medio de comunicación este verano en Buenos Aires y no sepa esto. Pero muchos, la gran mayoría, no pueden decirlo. No pueden difundirlo. Porque las empresas de comunicación para las que ejercen su profesión les impiden hacerlo.

Esta mañana, los trabajadores de AGR realizaron una protesta enfrente de Canal 13 y TN, para que estos canales ya no tuvieran manera de omitir la realidad: “Corte por protestas de trabajadores de un taller gráfico”, fue la escasa información que brindó el canal de noticias por cable.

Mientras la mayoría de los trabajadores estuvieron visibilizando el conflicto frente a la plataforma audiovisual del Grupo, algunos se quedaron resistiendo en la toma de Artes Gráficas Rioplatenses y otros se encuentran recorriendo las gráficas del interior, adonde Clarín manda a hacer el trabajo que debiera hacerse en AGR, iniciando la tercerización. Uno de ellos es Gerardo González, miembro de la comisión interna que se encuentra en Santa Fe.

¿Cómo vivieron a la distancia la marcha de hoy?

Bien, sabemos que pese al cerco informativo, tuvo una gran repercusión. Hoy se logró una reunión con la CGT y eso nos fortalece. Nosotros vinimos con un grupo de compañeros a Santa Fe. Hace un rato estuvimos en el diario El Litoral y también en AGL (Artes Gráficas del Litoral), que es otra empresa que se ha abierto paralelamente a AGR hace unos años y que imprime diarios pero que también puede hacer folletos, con Papel Prensa y con papel hasta 75 gramos. Allí se envía el trabajo concretamente. Los compañeros contaban que la empresa AGR ha traído trabajo para Santa Fe, y que la tirada de folletos de Coto, Garbarino y Jumbo es de más un millón cada uno. Ese es el claro objetivo de la empresa: desviar trabajo de AGR, tercerizarlo; y de esa manera romper la organización y después manejar ellos el convenio que les venga mejor.

El negocio es mayor en cuanto a folletería que a papel de diario

Sí, y la patronal los ha presionado junto con el sindicato para que, más allá de que ellos por convenio están aptos para trabajar con papel diario, se modifique el convenio y que ellos puedan hacer diferentes trabajos que no tienen que ver con el diario sino con la folletería, que es otra de las grandes apuestas de Clarín, donde siempre ganan y nadie puede competir con los costos porque ellos son los dueños de Papel Prensa.

En ese sentido, ¿cuál es la estrategia que están llevando adelante?

Nosotros vinimos para acá a tratar de garantizar lo que el sindicato debiera garantizar: que no salga ningún trabajo de AGR mientras AGR esté en conflicto y 380 familias estén en la calle. En diferentes gráficas -en las que fuimos a hablar- les dijimos que si siguen haciendo nuestro trabajo, vamos a llevar el conflicto a la puerta. Estamos hablando con los compañeros para que tomen conciencia, por suerte la solidaridad es muy grande. Pero la presión del sindicato y de la patronal es mucha y los acorrala. Acá hemos hecho un acto frente al parque industrial de Sauce Viejo y hemos bloqueado la entrada. Los compañeros de AGL juntaron plata para el fondo de huelga y también donaron muchos alimentos.

¿Cómo se está moviendo la empresa en estos días?

Anuncia que cierra sus puertas, que despide a la totalidad de los trabajadores. Es un cierre trucho porque no presentaron ninguna documentación, nada de la modalidad legal para un cierre, simplemente dicen ‘cerramos’. No han hecho ni un concurso preventivo de quiebra, ni siquiera ante el ministerio, ni la Justicia, ni el sindicato ni la comisión interna. Entonces sabemos que es un cierre trucho y lo terminamos de confirmar viendo cómo llevan el trabajo a otros lugares.

¿Cómo la llevan la mayoría de los compañeros?

Es un día a día y estamos fortalecidos. Nos sobrepasa porque este es un caso testigo para el Gobierno. Van por nosotros, por la comisión interna de Clarín y de Canal 13. Es como una manzana podrida para ellos, porque se va multiplicando. Primero fue AGR, después en la redacción de Clarín, después en Canal 13. Por eso quieren romper la organización a toda costa.

¿Dónde se están imprimiendo la Revista Viva y los suplementos?

Nos dicen que se imprimió afuera, en Chile.  Están jugando fuerte, sacan folletos que se deberían hacer en Capital y Gran Buenos Aires y los imprimen en Santa Fe, con todo el gasto en transporte que significa luego traerlos para acá. La empresa juega al desgaste, incluso no nos pagó la última quincena que se trabajó en su totalidad, como para debilitarnos aún más. Nos deja en la calle, sin plata, encima llaman por teléfono a las familias diciendo que si no arreglan para el 31 de enero se va al juicio

¿Qué les dicen?

Contrataron un call center y llaman a los compañeros. Afuera hay dos camionetas de la Policía Federal y ya hicimos la denuncia. Nos acercamos y ellos mismos nos dicen: “Estamos para filmar, grabar e informar lo que están haciendo ustedes”. El tema es que esa información después pasa para Clarín y ven qué compañeros están y cuáles no, y de esa forma después llaman a las casas de los compañeros para apretarlos. Diciendo que hay que arreglar. Dicen que la empresa no abre más y que si no arreglan, después todos irán a juicio. La mayoría de los compañeros está fuerte en esta unidad y el fondo de ayuda es muy importante. Pero es difícil porque empieza a apretar el bolsillo.