El lado oscuro

Desde la infancia experimentamos el miedo por lo desconocido, por lo que no vemos: por la oscuridad. Monstruos de mil cabezas, gigantes de dimensiones imposibles de ingresar en nuestro cuarto, gnomos malvados debajo de la cama o atrás de la cortina. En el mundo estereotipado donde las mujeres solo sueñan con casarse con príncipes fuertes y valientes para comer perdices, hay que temer de la oscuridad. Para un/a niño/a, todo lo malo puede pasar en el lado oscuro.

Desde el Teatro Ciego reniegan de los convencionalismos y se animan a invitar a niños/as desde los 4 años a la dimensión desconocida de ver sin ver. La obra infantil Mi amiga la oscuridad narra la historia de dos hermanas: Claridad y Oscuridad, hijas del rey Sol y la reina Luna.

La puesta está pensada para que los/as niños/as puedan ingresar por primera vez a una sala de teatro ciego. “Yo imagino que soy un guerrero y lucho contra todos. Tengo poderes acá”, se apresura en comentar Fausto, 3 años, quien fue a  vivenciar el espectáculo en compañía de su papá.

En la primera parte de la obra los actores recurren a técnicas de teatro negro y cinemático, y títeres de sombras, donde cada niño/a tiene su propia “pulserita de poder contra el miedo”. De a poco, son los propios niños/as quienes se van sumergiendo en el mundo de oscuridad.

Magali, 9 años, confía tanto en la potencia de su imaginación que vio llover en la oscuridad: “Sentí las gotitas en la cara y pensé que lo había creado yo en mi cabeza. Cuando prendieron las luces, estábamos todos mojados. Fue divertido imaginar”.

Mi amiga la oscuridad tiene funciones los sábados y domingos a las 16.30 en el Teatro Ciego, ubicado en Zelaya 3006, Abasto, CABA.