Vos sos Robledo Puch

Diego Nuñez fue víctima de gatillo fácil en el barrio de Caballito, su hermano Francisco soporta en la cárcel "una causa armada". El testimonio de un padre que pide justicia para sus dos hijos.

A Diego Nuñez lo fusiló un policía de cinco tiros en Caballito, Ciudad de Buenos Aires. La familia salió a pedir justicia y denunciar el gatillo fácil. Meses después, a su hermano Francisco lo detuvieron por una causa que su padre asegura que fue armada. Dentro de la cárcel lo drogaron, le hicieron creer que era el famoso joven asesino serial, y le dieron una soga.


Desde que mataron a nuestro hijo Diego sabíamos que se iban a dar un montón de circunstancias para afectarnos. Porque salimos a buscarlo. Porque luchamos por justicia. Por eso digo que hubo mucho esmero en que la causa de Francisco, mi otro hijo, fuera una causa grave: homicidio. Porque está armada para hostigarnos, investigarnos de forma encubierta, privando las garantías: nos intervinieron los mails, nos pincharon los teléfonos, Facebook.

Removieron causas viejas de Lucía, mi esposa. Violaron mi libertad y mis derechos con la excusa de la fuga de Francisco, que nunca existió“ esa es otra historia tan urgente como ésta-. A la vista de todos me acompañaba a las parillas en la cancha de Boca y a otros eventos. La misma policía, estando él detenido en la Unidad 28 de Lavalle y Talcahuano, le pedía por favor que tuviera ahí resguardo físico hasta que el juez se expida con sobreseimiento o prisión preventiva.

A la noche, cuando tomó agua, se sintió como borracho, dopado. Tomó más agua y se sintió peor. Un oficial se acercó a decirle que se sacara el resguardo físico. Hasta que en un momento dado, Francisco ya muy decaído, le dijo que no iba a tomar eso.

-Ahora ya está, ya estás en las ligas mayores.

Ahora, su historia es presente.

Robledo Puch

Cuando Francisco llegó a Devoto, la policía le dijo que estaba ahí por haber violado a un pibe, cuando la causa nunca fue esa. Ahí le empiezan a pasar estas cosas.

Está tres días drogado, dopado, no sabe dónde está, sufre apremios ilegales, físicos y hostigamiento psicológico. Lo insultan, le hacen creer que es huérfano, que no tiene padre ni madre, que debe matarse.

Le hacen creer que es Robledo Puch, uno de los primeros pibes riquillos que salían a robar y hacer maldades en Zona Norte; Robledo no era mayor de edad y ya era un asesino en serie con más de 10 asesinatos terribles; cuando lo agarraron, fue a parar a la Unidad de Olmos, donde lo violaron reiteradas veces; hoy sigue preso pero en Sierra Chica, Córdoba, en un penal para homosexuales.

Aunque él no conocía esa historia, la cuenta con mucha precisión.

Le empiezan a decir que él mismo había violado mujeres.

Suicidarlo

A los dos o tres días lo pasean de lugar en lugar. Lo maltratan los policías, los antichorros de ahí, los antinosequé, los presos de Devoto.

-Vos sabés lo que tenés que hacer. Te tenés que matar.

Después de tener problemas de acoso, de abuso, vienen y le repiten:

-Vos tenés que matarte.

Y le alcanzan una soga. Francisco pide disculpas. No se acuerda de haber matado ni violado a nadie.

-Sí, pibe.

El pozo y el péndulo

Ese 6 de junio cuando él entra a Devoto, supuestamente toma la soga. Él no se acuerda de eso. Tiene muchas lagunas. Se intenta suicidar. Se estaba muriendo ahogado. Corta la soga.

Vuelven (ellos). Lo incitan a que lo haga bien. La próxima vez que abre los ojos, se ve convulsionando, le temblaba todo el cuerpo. Empieza a sentir mucha hambre y sed.

-No voy a poder salir vivo.

(Se habla hasta convencerse de comer su propia mierda y tomar su meo. No tiene nada para comer, pese a que le habíamos llevado comida y abrigo que tampoco le llegó).

-Voy a vender cara mi muerte.

Cuando entran unos policías, ya no sabe cuántos, empieza a defenderse. En algún momento son cinco. No les pega, los empuja contra las rejas, contra las paredes. Llegan más policías. Al que hace de punta lo zamarrea contra la pared y cae sin aire. Se acuerda de sus pensamientos: no tenía que pegar. Desiste. Ahí no se acuerda más.

Los médicos


El domingo siguiente vamos a verlo a Devoto. No está. Vamos a Ezeiza. Nos encontramos con un pibe todo babeante, totalmente drogado. Los médicos del Ministerio de Justicia dicen que le están haciendo un tratamiento. Aparece en Ezeiza, en el HPC 20, desnudo.

Post

Hoy está bajo tratamiento psicológico en la unidad penitenciaria de Ezeiza, en el ala con trastornos leves.


Por Omar Nuñez, padre de Diego y Francisco.

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