Una historia que son muchas

Damián Herrera trabajaba en Río Turbio hasta diciembre de 2016, cuando lo despidieron sin explicaciones. En su relato está la síntesis de un problema que pocos se encargan de mostrar.

Damián Herrera*

Trabajo en el interior de la mina en el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio. Estoy en el área de preparación secundaria: somos los que dejamos las galerías listas para que el sector de producción saque el carbón. Es un laburo pesado y riesgoso, trabajamos bajo mucho frío y mucho calor. Hay derrumbes y mucha inestabilidad. Soy minero como mi viejo. A él lo despidieron cuando privatizaron la mina en los noventa; fue igual que ahora. Aquella vez el pueblo se levantó y luchó, y se lograron las reincorporaciones. Ahora me tocó a mí: soy uno de los primeros 79 despedidos. Este año despidieron 500 trabajadores y trabajadoras. Pero viene de antes: a nosotros nos echaron el 29 de diciembre de 2016. La mayoría habíamos venido a Buenos Aires para una manifestación en contra del Gobierno. Por eso nos echaron: no nos dieron ninguna respuesta al telegrama en el que preguntamos por qué nos despedían. Ni siquiera nos dieron previo aviso. Yo ya llevaba tres años trabajando y otros compas muchos más años.

A mí en particular cuando me despidieron, estaba de licencia médica porque me había atropellado un auto y no podía meterme adentro de la mina. La empresa dijo que no había ido a trabajar. ¡Y el propio médico de la empresa me había revisado y ordenado que no fuese! De indemnización no cobré ni un peso.

Soy minero como mi viejo. A él lo despidieron cuando privatizaron la mina en los noventa. Ahora me tocó a mí.

Después cortamos rutas seis meses, pero es muy complejo porque los medios de comunicación no ayudaron y el interventor nos puso palos: incluso trataron de dividirnos, le ofrecieron plata a los chicos para que se fueran y de a poco se fueron yendo porque tenían familia y necesitaban comer.

Mucha gente tuvo que irse hacia el norte porque en Río Turbio no hay de qué vivir, no tenemos otra fuente de trabajo. El pueblo se formó a partir de la mina de carbón, ahí empezó a venir gente de otros lugares y se formó el pueblo. La mina es la base del pueblo, si nos sacan la mina nos sacan todo. Ya lo intentaron en los noventa, con despidos y retiros voluntarios. Igual que ahora. Y en ese momento hubo una lucha de todos los pueblos cercanos a la mina y se logró reincorporar a los compañeros. Eso es lo que queremos volver a ser, que el pueblo vuelva a ser uno.

La mina es la base del pueblo, si nos sacan la mina nos sacan todo.

A la central termoeléctrica de 240 mega watts le falta solo un 20% de la inversión y con el carbón de la mina podría solucionar el problema energético del país. Pero el Gobierno quiere privatizar. No le conviene ponerla en marcha porque pierden plata: no podrían cobrar tan caras las tarifas, eso es lo que no quieren hacer. Cobran fortunas en electricidad porque prefieren avanzar con los aumentos. Lo que quieren es borrar el pueblo.

*Trabajador despedido de la mina de Río Turbio.

Él y sus compañeros acamparon durante días en el Congreso para visibilizar un vaciamiento que ya suma 600 despidos y puede hacer desaparecer al pueblo.

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