Un día en la comunidad Wichi

Lucas Van Esso, quien viajó a la comunidad El Traslado para filmar el documental Gran Chaco, cuenta la experiencia de convivir junto a pueblos originarios en pleno monte salteño. La simbiosis perfecta entre hombre y naturaleza y la lucha por el respeto a la tierra.

06:30 A.M El fuego
Sí, en el Gran Chaco, en medio del monte, más específicamente en la comunidad Wichi “El traslado” la jornada arranca muy temprano. Apenas pasadas las seis de la mañana, con la primera luz del sol y el despertar de la naturaleza, las familias salen de sus chozas y reavivan los fogones encendidos desde la noche anterior. El fuego nunca se apaga a lo largo de la noche; siempre hay un fuego encendido en cada choza.

07:30 A.M Experiencia en el monte
Salimos temprano a cazar al monte. Luego de 40 minutos a bordo de una camioneta y acompañados por los perros atados con correa, nos alejamos de la comunidad. Yo pensaba que seguir?amos a los perros atados hasta encontrar a las presas. Eso imaginó, entre muchas otras cosas, durante el camino. Pero al llegar observó, sorprendido cómo se les quitaban las correas a los perros y ellos salían disparados por entre los árboles; se alejaban y se perdían en el monte. A nuestro grupo, conformado por Roberto, cacique de la comunidad de “El Traslado, su hija, su nieta y el equipo de la película, nos toc? caminar por el camino trazado para las camionetas. Cada cinco minutos frenábamos, y Roberto hablaba de una manera suave y “bajita”, con su hija y con su nieta, en Wichi. Luego qued?bamos en silencio durante otros 5 o 10 minutos. Y as?, hasta que en una de las paradas, el cacique se sali? del camino y se adentro en el monte abriéndose camino con su machete. Nosotros lo seguimos desde atrás para filmar lo que sucediera a pesar de que no habíamos escuchado nada. Un rato después, bien adentro del monte, ya habiendo caminado varios cientos de metros, primero escuchamos a los perros y luego los vimos ladrándole insistentemente a un árbol. Los perros habrán cumplido su función; volvieron a atarlos. Roberto se arremangó. Era hora de la acción. La hija de Roberto se trepó al árbol con una rama en la mano y la introdujo por un agujero en la parte superior del tronco. Se escucharon gruñidos. Entonces vino la magia. El cacique metió su brazo por un agujero en la parte inferior del álbol y saca desde adentro, agarrado firmemente por las patas traseras, a un conejo silvestre. Magia! Me quedo muy impactado. Esa fue la primera de mis experiencias en el monte. Simbiosis entre padre e hija. Entre perros y conejos. Entre árboles y animales. Entre el hombre y la naturaleza. Algo similar sucede cuando buscan la miel, sobre todo en el uso de los sentidos para comprender a la naturaleza: los panales se encuentran caminando en silencio hasta escuchar el zumbar de las abejas. En el caso que me tocó ver a mí y filmamos para la película, el panal se encontraba en el “corazón” de un quebracho colorado.

12:00 A.M Descanso y Artesanías
Al mediodía el sol empieza a “castigar” el cuerpo y naturalmente se produce un descanso hasta las 15 hs. Durante esas horas en que no es posible realizar salidas al monte ni la realización de trabajos más pesados, los wichis aprovechan para producir artesanías de Palo Santo o Quebracho, que son maderas duras, con ricos aromas, y de una gran belleza. Las artesanías son una de las actividades en donde los wichis encuentran diversión y ocupación.

03:00 P.M Activar los sentidos
Tras el receso del mediodía, cuando el sol comienza a bajar se realiza alguna otra actividad. La caza o la recolección de miel fueron las dos actividades que m?s me impactaron por la forma en que los wichis usan los sentidos de una manera muy distinta a como solemos estar acostumbrados. Pero por supuesto que no son las ?nicas que se realizan en la comunidad. He visto recolectar agua, madera, miel carne y fibras. Las actividades las dictan las necesidades cotidianas y lógicamente la comida y los materiales para el trabajo son siempre los primeros objetivos. También esté la fibra para producir hilos, esto se hace buscando una planta que se llama Chaguar. Apaleándola salen las fibras que luego se hilan manualmente para más tarde tejerlas y hacer hamacas, bolsos llamados “Yicas”, o cuerdas...

08:00 P.M
Antes de caer la noche, las familias reanudan los fuegos con la madera recolectada durante el día y lo utilizan tanto para cocinar como para dar iluminación. Cada familia se reúne alrededor del fuego a cenar, charlar y reír. Tan simple como eso. Tan simple como la noche.

CHOQUE Y ENCUENTRO DE CULTURAS
En la comunidad Wichi la gente está directamente relacionada al monte y a la naturaleza. Tuve que adaptarme a los tiempos y a los procesos que son más profundos y tranquilos. Y la manera de comunicarse es “libre de estridencia”. Los sentidos se usan de manera diferente. Me asombré la calidez con la que trataron a todo el equipo de filmación y el entusiasmo con el que participaron activamente de la película. Evidentemente no están acostumbrados a que haya un interés real por sus costumbres y sus hábitos de parte de personas ajenas a la comunidad. Fue una gran experiencia antropológica.

La comunidad del Traslado, como muchas otras, tiene un choque de culturas que se puede apreciar en sus vestimentas. Por ejemplo en las gorras de equipos de fútbol, o en un buzo de los Springboks que usaba Roberto. Son cosas que no encajan en su modo de vivir. Simplemente son vestimentas; Roberto no es un simpatizante de la selección sudafricana de Rugby, y probablemente no le interese siquiera que exista tal selección. En el caso de las camisetas el choque de culturas resulta inofensivo pero la situación se complica cuando algunos “estímulos” externos, afectan la armonía de las comunidades. Por ejemplo no es de extra?ar encontrar pilas tiradas en las cercan?as de las casas, o residuos de plástico. Creo yo que la costumbre es tirar a la tierra lo que sobra, y la tierra absorbe los residuos biodegradables rápidamente. Pero qué ocurre cuando lo que sobra es una botella vacía de agua o de gaseosa, o si las pilas que le dan energía a algunas linternas que ayudan a ver en la noche tienen que ser reemplazadas? No hay, 200 kilómetros metidos en el impenetrable chaqueño, un camión que lleve estos residuos a un lugar donde no podamos verlos.

El uso de los sentidos es diferente. Sus necesidades son diferentes, el monte les ofrece a ellos todo lo que necesitan. No tienen un frenes? consumista, su mayor ambición es vivir una larga vida en el monte y mantener esta especie de simbiosis, continuando el ciclo que desde hace siglos se produce y esta “patentado” en los cementerios que se pueden encontrar en el monte, donde los troncos se apilan a modo de tumbas sobre los cuerpos que se desintegran enterrados sin cajones ni contenedores que los separen de la tierra. Hoy, el contacto con su tierra, marcado eternamente por un equilibrio pacifico, se ve diezmado y extremadamente amenazado por el avance de la frontera agrícola y del desmonte.

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