Si hay escrache, hay resistencia

A 40 años del golpe cívico-militar, esta semana se inauguró la muestra Escrache. Imágenes de una generación que nos devolvió a la historia, de Julieta Colomer.“La metodología del escrache logró instalar valores éticos de repudio, que hicieron posible los juicios a los responsables de la última dictadura”, asegura la fotógrafa, que militó durante años en Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S) y en la Mesa de Escraches Popular.

De su paso por la organización de derechos humanos le quedó el registro fotográfico que desde el martes 23 hasta el 13 de marzo comparte en primer subsuelo del Centro Cultural de la Cooperación (Avenida Corrientes 1543, CABA). “Este es el momento de inventar nuevas formas colectivas que se basen en la experiencias que nos dejó el escrache, para resistir a lo que se viene. Hay que reinventarse para activar en la calle y resistir”, enfatiza. 

Para Colomer, la sociedad argentina tomó conciencia de sus derechos y logró copar las calles, como una síntesis del trabajo militante de las organizaciones sociales y derechos humanos durante los primeros años del retorno a la democracia: “Acá ya nadie se calla ni mira para otro lado. Nos hacemos cargo y salimos a la calle. Hoy hay más herramientas para difundir la lucha, pero no podemos perder la oportunidad de salir a las calles”.

Los tiempos han cambiado y ha llegado algo de justicia pero el escrache sigue siendo necesario según la mirada de la fotógrafa: “De una época tan movilizadora como desafiante en la que los hijos de los detenidos-desaparecidos nos encontramos y sumamos a la construcción colectiva de memoria y justicia. Por, al igual que ayer, el escrache es hoy una pràctica política necesaria.”

La muestra también tiene su versión en libro, con el mismo nombre. La presentación también será en el CCC, el próximo 10 de marzo, a las 19, en el marco de una charla debate de la que participarán Ana María Careaga y Alejandro Kaufman.