Por los siglos de los siglos

por Revista Cítrica
23 de junio de 2017

El Gobierno Nacional endeudó al país con un bono a cien años. Revista Cítrica consultó a economistas para echar luz sobre una deuda que será pagada en el siglo XXII.

NdlR: Revista Cítrica intentó abarcar la mayor y más diversa expresión de los economistas argentinos para realizar esta nota. Sin embargo, economistas vinculados al gobierno, a favor del endeudamiento, o actores principales en las deudas argentinas de los últimos 40 años se negaron a opinar.


La colocación de un bono a cien años sacudió los cimientos económicos del país. Por un lado, el eterno endeudamiento; por el otro, la sorpresa por el plazo y la tasa, desataron varias reacciones. En medio de este contexto, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, salió a defender su maniobra financiera. Por otra parte, diputados nacionales formalizaron una denuncia penal contra Mauricio Macri, Nicolás Dujovne, Marcos Peña Brown y el mismo Caputo, ante la repentina decisión tomada por la gestión de Cambiemos.

Tanto los economistas de izquierda como los de derecha cuestionaron la decisión. Los pensamientos económicos más disímiles, parecieran haber encontrado un punto en común ante esta colocación. Este jueves Caputo dijo: "Es increíble que nos critiquen por alargar el plazo de la deuda a 100 años". Además de esto, cabe destacar la suspicacia que se desató a nivel mercados, ante el hecho de que, tras dos horas de haberse anunciado el bono centenario, ya habían aparecido los bancos tenedores. Casi instantáneamente.

Revista Cítrica consultó economistas de diferentes órbitas y pensamientos, para que expliquen sus puntos de vista. El Licenciado en economía y Director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, Andrés Asiaín, explicó que “esta emisión tiene varias lecturas: primero, huele a que había un negocio arreglado previamente, porque fue un bono emitido, comprado por ciertos bancos y que después podían revenderlo con cierto premio, imagino que especulando con que Argentina iba a entrar en la categoría de Mercado Emergente por la calificadora de riesgo estadounidense Morgan & Stanley Capital International (MSCI) y se iba a valorizar. Si fue así, les pasaron mal el dato, con lo cual fue un negocio frustrado”.

Por otra parte, Asiaín agregó que “también pudo haber ocurrido que la emisión de este bono influyese negativamente en el ingreso de Argentina como Mercado Emergente, porque la señal técnica financiera de emitir un bono a cien años con una tasa del 8%, hace significar que en un siglo la tasa de interés no va a bajar, y que ese sería el piso. Si estaban esperando mejorar en las calificaciones y lograr tasas más bajas, no tiene sentido emitir un bono de estas características. Esto también sugiere que fue una mala operación, tal vez apurada por la intención de cerrar algún negocio personal, u otras cuestiones, con los grupos financieros a los que pertenecen algunos funcionarios, y generó una mala señal para los mercados”.

“Esta clase de negocios suelen ser hechos por gobiernos a oferta de los bancos colocadores”, afirma el economista y periodista Alejandro Bercovich, y agrega que “los bancos colocadores les dicen a los gobiernos: tengo un ancla –así se lo llama en la jerga-, es decir que tienen un fondo que está ofreciendo dinero para colocarlo en algo que le resulte atractivo, y así le ofrecen a los gobiernos, colocarle un bono a esos tenedores”.

¿Quiere decir que lo ocurrido fue a la inversa? ¿El negocio le fue ofrecido a Caputo o al Gobierno, y este le dio cauce?

Bercovich: Exacto, es un negocio que fue ofrecido por los bancos a Caputo, y que todo el tiempo los bancos ofrecen a los gobiernos el hecho de colocarles dinero. No tanto por la comisión que se llevaron ellos en este caso, que Caputo destacó que fue especialmente baja (el 0,12%), sino porque –a sus clientes- los bancos no sólo ganan por la comisión que cobran, sino que también ganan porque a sus clientes (millonarios privados o fondos de inversión) les ofrecen un buen negocio con alta rentabilidad. A veces, a los bancos les importa –más que la comisión- quedar bien con esos fondos con este tipo de bonos.

“El problema de esta colocación es que es muy cara. El segundo país que había pagado por una colocación así fue México, y lo hizo al 5%. Una vez recuperado el capital por parte de los inversores, estos seguirán cobrando alrededor de 200 millones por año, en concepto de intereses, durante 86 años; y al año 100, además, recuperan todo el capital”, explica Bercovich.

Asiaín entiende que además existe una lectura política, en referencia a las preocupaciones de Cambiemos por dar señales positivas hacia el sector financiero, que sin embargo repercuten en el seno de la sociedad argentina. “El gobierno de Mauricio Macri será recordado durante cien años, como aquel de Rivadavia –recordado por el crédito de la Baring Brothers, autorizado por Bernardino Rivadavia en 1824- cada vez que Argentina tenga que pagar los intereses de este crédito, es decir el gobierno del regreso argentino al endeudamiento externo y sustentable, y el condicionamiento futuro de nuestra política económica y de nuestro bienestar a imposiciones de acreedores externos, como ocurrió a lo largo de la triste historia económica de nuestro país”.

¿Qué se debería pensar o analizar en referencia a la frase de Caputo, cuando dice que "es increíble que nos critiquen por alargar el plazo de la deuda a 100 años"?

Asiaín: Él cree que la tasa es relativamente baja, con respecto a la perspectiva histórica. Y que cuanto más tiempo tenés para pagar una deuda, es mejor. Pero es relativo. En estas deudas, el problema está en las tasas que se pagan como interés y no en la devolución de capital. Al 7,9%, en 13 años recuperan el capital, y a partir de ahí, es todo ganancia. En cien años cobrarían 21.330 millones de dólares, o sea 7,9 veces la plata que pusieron”.

Bercovich: Cuando el Gobierno da una señal de que le prestan dinero a muy largo plazo, está diciéndole al mercado “soy confiable”. Por eso es probable que lo hayan hecho un día antes de la definición de Mercado Emergente o Mercado de Frontera, para impresionar a Morgan Stanley, y algunas fuentes del mercado financiero dicen que probablemente HSCB y Citi Group lo convencieron a Caputo diciéndole: “con esto vas a darle el empujón final a Morgan Stanley para que te declare Economía Emergente”.

 

Pero no ocurrió

Bercovich afirma que “el déficit fiscal hay que bajarlo. No es verdad que se pueda sostener cualquier déficit fiscal durante cualquier tiempo. El problema es que el macrismo nos pone a discutir la cuestión fiscal después de haber bajado drásticamente impuestos a sectores con alta capacidad contributiva al principio de este Gobierno. Entonces ahora te dicen: “vos no querés que me endeude, entonces querés que ajuste”. Y la respuesta es “no, no quiero ni que ajustes ni que te endeudes, quiero que cobres impuestos a los que pueden pagar impuestos; y esta es la discusión que tampoco se plantea desde la oposición”.

Pareciera ser que el horizonte del gobierno macrista será el de mayor ajuste, presión a los sectores populares de la economía y un endeudamiento sin fin, por los siglos de los siglos, a ser pagados por los bisnietos y tataranietos de la patria.

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