Miradas transformadoras

por Jésica Farías
16 de mayo de 2017

Las mujeres, lesbianas, travestis y trans en los medios audiovisuales pelean para saldar la brecha salarial en el sector, por una ley de cupo y una mayor representación en producciones, jurados, festivales e instituciones. Su batalla incluye darle vuelta a la producción de sentido que nos muestra tal y como quiere el patriarcado.

Delante de cámara, invisibilizadas y mal representadas. Detrás, mucho menos que los varones. En general esa es la situación de las mujeres, lesbianas, travestis y trans en el cine y medios audiovisuales.  “Las representaciones sexistas son moneda corriente en los medios hegemónicos y la violencia hacia quienes no sean el varón blanco heterosexual”, analiza Julia Zárate, cineasta, camarógrafa, comunicadora popular feminista y asociada de la Cooperativa Manifiesta. Julia habla de la violencia simbólica –contenida en la Ley 26.485-, esa que se alía al patriarcado para quitar derechos a las adultas y a las chicas: sí, también desde lo cultural y lo simbólico agrede el machismo porque los estereotipos, mensajes y significados impuestos desde la dominación masculina naturalizan la subordinación de mujeres, lesbianas, travestis y trans en la sociedad.

Una investigación publicada en octubre pasado por la organización no gubernamental Un Pastiche, basada en 10 películas nacionales aptas para menores de 13 años más vistas en Argentina que fueron estrenadas desde enero de 2010 hasta mayo de 2013, lo explica así: “Del total de 294 personajes que hablan o tienen nombre en las películas analizadas, el 37,4% son femeninos y el 62,6% masculinos. Las personas con orientaciones sexuales o identidades de género diversas están sobrepresentadas, solamente 1% de los personajes femeninos y 2,35% de los masculinos aparecen como expresamente homosexuales, y ninguno es representado como bisexual, tomando en consideración que la orientación sexual de la mayoría de los personajes no es declarada o expresada. Sólo el 10% de directorxs, el 22% de guionistas y el 19,6% de productorxs de las películas argentinas evaluadas son mujeres. Hay 4,3 varones por cada mujer”. Los números avivan la organización.

Si bien la lucha por la igualdad atraviesa todos los ámbitos, en relación al cine y medios audiovisuales las problemáticas tienen que ver con el techo de cristal que en ese espacio limita el ascenso laboral de sus trabajadoras, restringiendo el avance de su carrera profesional. “Es muy llamativo que siendo las mujeres la mayoría en las universidades y las egresadas, eso no se traduzca en el campo laboral. Mientras que hay áreas como la dirección en donde hay cuatro varones por una mujer, en las más técnicas ni siquiera calificamos. Es como si no existiéramos y eso habla de una restricción a las posibilidades”, detalla Victoria Bornaz, fotógrafa, productora audiovisual y una de las organizadoras del 1° Encuentro de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales que se realizó en abril en el Espacio para la Memoria ExEsma para analizar la desigual participación en ese campo. Los varones copan pero el cambio se avecina.

Después de organizar, entre muchas, y participar de ese encuentro, Zárate repasa algunas estrategias para erradicar el sexismo en los productos audiovisuales. Sobre todo desde la experiencia Manifiesta, cooperativa feminista de comunicación que se conformó en el contexto de la Ley de Medios, una norma que fue votada en 2009 pero que desde hace 500 días, a través del decreto 267 de Macri, tiene derogados sus artículos centrales. “Nos conocimos en un Encuentro Nacional de Mujeres. Allí nos dimos cuenta de que el ese espacio estaba súper invisibilizado y cuando no lo estaba, estaba presentado de un modo estigmatizado porque nos presentaban como las violentas que destruíamos ciudades. Ahí, en un momento con beneficios para el cooperativismo y con políticas de la década kirchnerista, nos conformamos. Mujeres y lesbianas nos juntamos en un grupo. Lo audiovisual no escapa de esa desigualdad que vivimos las mujeres en todos los ámbitos entonces nos pareció interesante encontrarnos para producir estos contenidos. Éramos 10 comunicadoras que nos pusimos a trabajar”.

La idea -cuenta  la comunicadora popular feminista- era hacer una agencias de noticias, productora audiovisual con contenidos no sexistas y disputar cierta masividad en los contenidos audiovisuales. El contexto era otro, accedíamos a subsidios, a fomentos del Afsca, las cooperativas de todo el país estaban floreciendo y era súper propicio para generar estos contenidos”.

Delante de las cámaras

“Los medios alternativos deben proponer nuevos modelos de representación que requieren del trabajo colaborativo para darles fuerza. Además, denunciar cuando aparecen mujeres súper sexualizadas en las publicidades y exigir representaciones de género igualitarias en todos los contenidos”, comenta Zárate ¿Es posible romper con la mirada machista en el contexto actual? “No tenemos los medios hegemónicos y ni siquiera nos apoya el Estado, pero si tenemos las redes sociales”, responde pero “es sumamente –sigue- importante que haya una mirada nuestra”.

“Estratégicamente para que haya una mirada feminista, que sea no sexista primero tenemos que luchar por el cupo laboral y de representación en las instituciones y por fondos específicos de fomento. También hay que profundizar los debates, luchar contra la precarización, por la paridad. Tenemos que exigir el 50 por ciento de participación de las mujeres en las producciones, jurados, festivales para que podamos visibilizarnos. Esa es una estrategia para luchar contra el sexismo, también es importante visibilizar nuestro trabajo delante y detrás de cámara”, remata.

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