Minicríticas del BAFICI: Juan Meisen ha muerto

por Revista Cítrica
21 de abril de 2016

Una película que arranca con diálogos sobre culos y tetas. Sigue con drogas y tríos. No es una comedia yankee de adolescentes. Es un muy bello retrato de la adolescencía tardía en el sur argentino.

La ciénaga del Sur. Una teen movie . American Style in Argentina. Frío, sexo, drogas y amistad. Vacío existencial. Vencidos por la belleza. Crecer sin padres. Cualquier título podría quedarle bien a la reseña de Juan Meisen ha muerto, un título que parece más cerca del suspenso que de la pos adolescencia en Puerto Madryn.

Debe haber algún productor, distribuidor o profesor en el mundillo de los jóvenes directores latinoaméricanos- que tiene su epicentro en la Argentina con las escuelas de cine- obsesionado con aquella frase de “Lo bueno si es breve, dos veces bueno”. Se agradece la aplicación de los debutantes detrás de cámara le están dando a esta máxima que permite ver más películas en un festival en el que hay más películas que tiempo. Sin embargo algunos cineastas talentosos están dejando a sus personajes con ganas de algo más.

Juan Meisen ha muerto podría ser la Dazed and Confused (el panorama de jóvenes estadounidenses confundidos -y aturdidos por supuesto- en la particular mirada de Richard Linkater) o la American Grafitti(el registro del tremendo cineasta que fue George Lucas cuando todavía no tenía presupuesto para contar historias intergalácticas) argentina. Pibes que terminan el secundario, pasean en auto por una ciudad, van a fiestas, se drogan y emborrachan, les cuesta pensar su futuro. Tremendas bandas sonoras y elementos de transgresión para la época. De eso iban estos clásicos de culto estrenados en 1993 y 1973. De eso va Juan Meisen. La diferencia es que transcurre en Puerto Madryn. Y para convertirse a futuro en un clásico le faltó un poco más de metraje para desarrollar a los personajes principales y no dejar olvidados, durante la mitad de la película, a los secundarios. Y, aunque una catarata de cinéfilos pueda oponerse, alguna escena identificatoria como la del pastel en American Pie y tal vez, unas escenas de sexo un poquito más jugadas. Una trasgresión más fuerte. Aún con esa sensación de poder haber dado más, se puede decir que así como La Cienága de Lucrecia Martel retrató a la sociedad del norte argentino y al mismo norte como espacio geográfico, Juan Meisen ha muerto del colombiano Felipe Bargaño ha hecho lo mismo con los jóvenes atormentados del Sur.

La ópera prima de Bargaño inicia- tras una linda secuencia de títulos bien a lo American Style con panorámicas de Madryn- bien alto: adolescentes que van subiendo y bajando de un auto y contestan a dos preguntas: ¿A qué persona te cogerías de todo Madryn? ¿Culo o tetas?

Se trata de una comedia adolescente sin conservadurismo. Al estilo yankee pero en Argentina. Hace frío. Y el frío se pasa garchando, chupando y fumando porros. Cuando las cosas se ponen serias, hay noviazgos. Y eso choca con los amigos y la joda. La belleza del lugar y la comodidad detienen a los pibes que leen cuentos y novelas pero no estudian. Desayunan jugo envasado y una tuca. Los padres no aparecen. Están ausentes.Así se vive cuando se termina el secundario. En el Sur. Y en el mundo también. Así lo retrata Juan Meisen ha muerto.

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