Mentís, pastorcito, mentís

Pero la pregunta que surge, pastorcito, es ¿por qué, si tanto te "calienta" la mentira, seguís mintiendo? Se entiende que no querés quemarte en una conferencia de prensa y mandás a tus ministros-lobos, esos mismos que vienen esquilmándonos desde hace más de tres años con sus medidas "técnicas", para contar cómo van a cuidar, durante los próximos seis meses, al hambreado pueblo ovejuno ¿pero hacía falta que recurras, vos pastorcito y tus asesores-zorros, al teatro, a la farsa y al montaje para comunicar un "alivio" para este rebaño de ovejas al que ya ni lana les crece?

Porque si lo que tus asesores-zorros pretendían transmitir con un video "casero", mal filmado apropósito y editado hasta más no poder, era espontaneidad, cercanía, seguridad, confianza, convencimiento y tranquilidad, pastorcito, deberías rever la ayuda de tus tan mentados asesores-zorros; han logrado exactamente el efecto contrario.

El recurso es el mismo, pastorcito, hacer mentir a las ovejas para que otras ovejas crean las mentiras que vos, tus asesores-zorros, tus ministros-lobos y la Gran Zorra Christine Lagarde necesitan. En este caso, el de la oveja Adriana y su familia, que al tomar la palabra, con su hija en la falda para mayor emotividad, recuerda que "nosotros seguimos apoyando todo tu trabajo", y acto seguido reconoce: "pero hay que admitir que se hace muy difícil llegar a lo básico, al alquiler, a pagar todo lo que viene…", y de pronto un pequeño silencio de radio, una duda de la oveja Adriana sobre cómo seguir en esa enumeración, es auxiliado con tu aporte, pastorcito, apuntándole "el super", como si estuvieran en un ensayo teatral, para que la "vecina" continúe con "el super, que es una locura".

Otra particularidad es la elección, nada al pasar, de que sea una oveja mujer la que sirve para "sacrificar", para que sea usada, en tiempos en que por estas tierras el feminismo está a la vanguardia de las luchas populares del pueblo ovejuno, como recurso donde el pastorcito viene a hablar de los "alivios", de lo "mucho" que viene a ayudarnos. Así, instrumentalizando la figura de la mujer como "ama de casa", explotando los estereotipos naturalizadores que vienen desde la antigua Grecia donde las mujeres estaban relegadas a la administración del ámbito privado, al oikos, a la casa, mientras los varones, pastorcitos como vos, se ocupaban de la polis, lo que logra comunicar el video que difundiste, pastorcito, es que usaron a una oveja mujer para reafirmar, para apuntalar, tu figura de macho salvador.

Mentís pastorcito, mentís, como aquella vez que dijiste que "no queremos seguir tomando deuda y obligar a nuestros hijos y nietos a pagarla", pero en estos tres años de gestión nos endeudaste a las ovejas con unos 187.706 millones de dólares, y la mitad de esa deuda, unos 94.274 millones, fueron a parar a la fuga de capitales. Mentís, pastorcito, como cuando dijiste que venías a terminar con la pobreza y un tercio de la población ovejuna, unas 12.950.000, ya se encuentran bajo la línea de pobreza. Mentís, pastorcito, como cuando dijiste por enésima vez que "lo peor ya pasó", o como cuando dijiste que "ese crecimiento invisible sucedió. Es como cuando empezamos un edificio, en el pozo no se ve lo que estamos haciendo", y lo único que crece en este pozo es el desempleo, la pobreza y la indigencia.  

Seguís mintiendo, pastorcito, en nuevas puestas en escenas que te hagan "zafar" unos meses hasta las elecciones, sin importar si, como le pasó a una abuela el día anterior de tu pantomima, hay quien se para en las vías del subte porque "no le alcanza para comer". Pero ya hace rato nos dimos cuenta de que no solo te cabe la fábula del cuidador de ovejas mentiroso, que dice que el "futuro ya llegó, el futuro ya llegó",  y el futuro nunca llega. También sabemos hace tiempo que sos un lobo vestido con piel de pastorcito y que nos llevan directo al matadero.

*La foto que ilustra este texto es de Rubén Digilio, fotógrafo del diario Clarín despedido el miércoles 17, después de 21 años de trabajo y a sólo dos de jubilarse.