Los que sí quieren aprender

por Revista Cítrica
17 de octubre de 2016

Escuelas tomadas, paros docentes en diferentes provincias y padres que hicieron faltar a sus hijos al colegio. Las reacciones ante el Plan Aprender y las preguntas insólitas del examen.

Son preguntas absurdas, estandarizadas y mal formuladas. Gran parte de la comunidad educativa –docentes, directores, sindicatos, alumnos y padres– se manifestó en contra del Plan Aprender 2016 y anunció, para hoy, paros, tomas y faltazos. La idea es boicotearlo, pero fundamentalmente defender la educación pública.

El ministerio de Educación buscaba respuestas que justificaran un desfinanciamiento pero se encontró con una sorpresa: pibes, pibas, maestros y maestras decidieron que antes que responder el multiple choice del Aprender ellos tenían muchas preguntas para formularle a un Estado que no brinda los requisitos mínimos para que se pueda aprender (de verdad).

Los alumnos que aprenden

El operativo Resistencia al Plan Aprender tuvo su punta de lanza en la Escuela Normal Antonio Mentruyt (ENAM) de Banfield, cuyo Centro de Estudiantes se animó a tomar la escuela para impulsar a otros colegios a responder con medidas de fuerza, y así evitar la evaluación propuesta por el ministerio. “Decidimos esto pensando en todos los demás, en Lomas no hay la misma calidad educativa que en Formosa. Creemos que es injusto. Si querés medir el nivel educativo, vení al colegio. Caminalo. No es escribir en el pizarrón, leer y borrar. Queremos que se dé de baja el operativo Aprender. Si nosotros no defendemos la educación pública no la va a defender nadie. Por suerte tenemos mucho apoyo de estudiantes y docentes”, le explica a Cítrica, Sofía Montenegro, presidenta del Centro de Estudiantes.

Y la idea prendió. En la zona sur del conurbano bonaerense ya hay varios colegios tomados y otros que realizarán actividades para impedir que se tome la evaluación.”Nosotros tenemos una subvención del Estado para mantener el colegio y si hacemos la toma nos la pueden sacar. Esa es la amenaza real que sufrimos. Nos presionan con eso desde el Ministerio de Educación”, señala Agustín Rosso, estudiante del Instituto Lomas de Zamora Cooperativa, donde hacen una sentada en las puertas del establecimiento para impedir el acceso del operativo.

Y la idea se expandió. Y se transformó en propuestas originales: “En 10 colegios de Lanús se van a tomar medidas, ya sea sentadas o paros. Una actividad que vamos a hacer es una evaluación al gobierno en modo simbólico por todo lo que hizo en estos meses contra la educación: lo de Conectar igualdad, que solo se entregaron las máquinas que quedaron del año pasado y un montón de pibes perdieron las becas universitarias; el aumento de las tarifas, los boletos estudiantiles implementados solo en algunas líneas y los recortes presupuestarios. El abandono de la educación pública”, expresa Ignacio Barbieri, presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios de Lanús.

Para el joven, el objetivo el gobierno con el Plan Aprender es poder decir que “el 40 por ciento de los estudiantes de escuela pública no puede resolver un cuestionario simple. Buscan la tapa y el encabezado del noticiero”. Y para eso necesitan disciplinar a los docentes: “Los directores tienen mucho miedo. Desde Educación de Lanús se los llamó a todos los que renunciaron y los apretaron. Después los docentes están divididos. Están los que lo van a tomar -y tienen miedo- y los que están en contra. Están en una situación compleja. Hablamos con dos, que nos dijeron que los apretaron y obligaron”.

Padres y docentes

Un profesor de historia del Instituto Lomas definió en una asamblea, a la que también asistieron los padres de los chicos, lo absurdo del Plan Aprender: “Si te dicen San Martín cruzó los Andes, ¿verdadero o falso? Vos podés poner verdadero y eso es correcto. Pero no te lleva a entender los procesos. Aprender de historia es comprender los procesos. Si no comprendiste el hecho de un proceso revolucionario y estudiaste la historia de memoria no tiene sentido pedagógico. No tiene sentido evaluar con multiple choice”.

Evaluar en forma estandarizada -es decir con las mismas preguntas a alumnos completamente diferentes, de distintas escuelas, lugares y realidades- es el principal factor que lleva a la comunidad educativa a afirmar que el Aprender no sirve para evaluar. “Estándar quiere decir que la va a venir a tomar alguien que no es de la escuela, que desconoce los saberes previos de los alumnos, qué proyectos se trabajaron durante el año, cuáles son los intereses de los niños y los jóvenes a los que van a venir a evaluar. Desconocen la diversidad. No es lo mismo una escuela rural en la Puna que una escuela de Palermo Soho o de la Antártida. No tiene ningún sentido una evaluación igual a todos”, señala Patricia Pines, docente de nivel inicial y primario, y madre que decidió hacer faltar a sus hijos al colegio este martes para que no sean evaluados.

Por otra parte Pines destaca otro aspecto del Plan Aprender no tan difundido:  “Es un gasto. No sólo la preparación previa y la logística sino también el dinero que se le paga a aplicadores y veedores, entre mil y dos mil pesos a cada uno. Un despilfarro de recursos. Ese dinero tendría que estar invertido en estufas, ventiladores, a reponer vidrios, puertas de los sanitarios, hay muchas necesidades de infraestructura y también necesidades de recursos humanos. Venimos reclamando veedores por escuela, parejas pedagógicas para el primer ciclo, que se creen puestos administrativos y que no esté tan recargada la tarea de los docentes".

Pines -junto a un grupo de padres- realiza una campaña para que los chicos no se presenten al Aprender 2016. Y expondrán una nota en el Ministerio de Educación para expresar su rechazo y para que sirva como protección a los docentes que se nieguen a tomarlo.

“La finalidad de este operativo es crear un ranking de escuelas y un ranking de rendimiento de los alumnos. Bullrich habló de premios para los que le vaya bien. Regalar bibliotecas o viajes de egresados. Si a una escuela le va mal hay que darle más y mejores recursos para que le vaya mejor. No premiar a los que les va bien", opina Pines.

Las preguntas absurdas

¿Alguien de tu familia recibe la Asignación Universal por Hijo?¿Cómo evaluás tus conocimientos matemáticos?¿Cómo calificás tu lecturas? ¿Cuántas horas tiene una semana de cinco días? Esas son algunas de las preguntas del Plan Aprender 2016. Estigmatizantes, rencorosas, capciosas e incorrectas. Un multiple choice que no tiene en cuenta ni evalúa el pensamiento sino la memoria.

“Las preguntas son absurdas. Cómo leés, cómo sumás. Casi ridículas para un nene de sexto grado. Pretenden que un niño se autoevalúe. Se filtró todo. El operativo tendría que haber sido salvaguardado. Imaginate cuántas escuelas, sobre todo las privadas, que van a estar muy interesadas en estar primeras en el ranking de escuelas, ya vienen entrenando a sus alumnos para que contesten correctamente”, denuncia Pines.

Si bien Bullrich asegura que los resultados no cambiarán nada del presupuesto, parece que no será tan así. “Ya están apareciendo las propuestas de becas para los alumnos a los que les vaya bien. A ellos se los premiará, y se convertirá en mano de obra barata a los que no tengan buen rendimiento. Y van a premiar a los docentes que tengan muchos alumnos que respondan bien el multiple choice. Nos vamos a convertir en escuelas que preparan para repetir de memoria y contestar bien estas pruebas”, concluye la docente.

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