La rebeldía en dos ruedas

por Saverio Lanza
19 de abril de 2017

Para algunos es solamente un medio de transporte. Para otros, un estilo de vida, una decisión quijotesca, la de surcar la ciudad a diario, como ciclistas urbanos, y enfrentar la epidemia de autos con una espada de madera.

Mitad de cuadra, vereda plomiza. A veces transitada, a veces no tanto. El tipo, morrudo, barba larga y pelo corto, mediana edad, está sentado en un umbral, trapo en mano, y revisa minuciosamente el piñón, de su también plomiza bicicleta de aluminio. 

En eso llega otro tipo, bicicleta playera en mano, que saluda fervorosamente al primer tipo. Este llega vestido mayormente de negro, mucho más delgado que aquel, pelo corto y afeitado al ras. Mientras intercambian un par de palabras, el hombre vestido mayormente de negro, voltea su máquina de tal forma en que las ruedas quedan apuntando al cielo.

Ambos intercambian informaciones y miradas acerca del funcionamiento de sus bicicletas. Cabello corto y barba larga se llama Fermín, tiene 40 años y es oriundo de Colegiales. El otro, el hombre de negro se llama Pablo, cuenta con 38 abriles en su haber, y nació en San Martín.

Pablo usa su bici intermitentemente. "A veces, cuando hago trayectos cortos, la uso. Por eso, al usarla poco, las juntas se oxidan, y la máquina se va deteriorando".

Fermín no. Parece haber nacido encima de una bicicleta. Y tras casi 35 años de uso, nunca se bajó. "El primer recuerdo que tengo es el de una bici rojita, sin guardabarros, para imitar una cross, pero no era". Corría el principio de la década de los ochenta. "Andaba por el circuito de mi casa, la misma manzana, o me aventuraba a la de enfrente. Era sólo eso. Tenía 5 años. El barrio era otro. Hoy es imposible imaginarlo, a un pibe andando solito en bici, dando vueltas manzana".

La libertad en dos ruedas. La rebeldía. El día mundial de la bicicleta se celebra cada 19 de abril, con el objetivo de promover este medio de transporte, sobretodo en las contaminadas urbes mundiales. La fecha sirve también para llamar la atención sobre los derechos y obligaciones viales de los ciclistas.

Fermín recuerda que fue pasando por muchas etapas, subido a la bici. Fue a la secundaria en bici. Sin casco ni luces ni nada. "No hacía falta, en verdad eran otros tiempos. Ni por asomo existía la cantidad de autos que hay ahora. Es una locura. Hoy tenés que ser un demente para no salir visibilizado a la calle, y protegido también".

La excusa del día mundial de la bicicleta, presenta a este medio de locomoción como alternativo, económico y ecológico. También hay razones de salud por las que vale la pena pedalear. Aumenta el flujo sanguíneo, mejora la capacidad pulmonar, reduce el colesterol, entre otras bondades científicas. Pero principalmente, produce salud física, mental y espiritual.

A mediados de los ochenta en Los Ángeles (EEUU) se empezó a celebrar el Día de la Bicicleta. Cada 19 de abril se realizaba un evento que buscaba repercusión mundial desde aquel país donde los autos proliferaban por millones. La bicicleta como elemento de contra-cultura y de expansión de la percepción ya había despertado el interés social en los 60 y 70, décadas floridas y contestatarias.

William Sanford "Bill" Nye es un educador de ciencias norteamericano, además de cómico, conductor de televisión, actor,  ingeniero mecánico, y científico. Alguna vez definió a ciertas sociedades enfermas con una frase elocuente: “El ciclismo es un importante elemento del futuro. Algo no marcha bien en una sociedad que va en coche al gimnasio”.

"Habría que diferenciar un poco qué cosa es ser un ciclista urbano y qué otra cosa es, simplemente, andar en bici. Pablo anda en bici; yo soy ciclista", asegura Fermín. Y sigue: "no es nada peyorativo. Es lo que es. Un ciclista lamenta -por la razón que sea- no poder ir a tal lugar con la bici, cuando eso ocurre. Se siente una ausencia. Una abstinencia. La falta es tremenda. Cuando a alguien le pasa eso, porque así lo siente, es cilcista. Al que no le hace demasiada diferencia ir en bici, o a pie, o en otro transporte, pertenece a otro tipo de ciclista, que para mí es 'el que anda en bici' a veces, y nada más. Estamos enfermos de ciclismo, pero es lo que sentimos. Y así va a ser, hasta que nos den las piernas".

Pablo pasa una lija fina sobre la corona de su bicicleta verde petróleo. El óxido se aproximó peligrosamente a los otros engranes. La botella que embebe el trapo de Fermín tiene kerosene diluído. Quita la grasa mezclada con tierra del piñón, despacio, casi quirúrgicamente. Le da un par de indicaciones a Pablo y sigue. "¿El día mundial de las bicicletas? Mirá vos, no, no estaba enterado", dice. Será porque para muchos la bici es un sentimiento a diario. Año tras año.

“Cuando veo a un adulto en una bicicleta, no pierdo las esperanzas por el futuro de la raza humana”, dijo alguna vez el genial filósofo y escritor H.G. Wells. No parece ser un termómetro errado. 

©2024 Revista Cítrica. Callao 360, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa Ex Trabajadores del Diario Crítica. Número de propiedad intelectual:5313125 - [email protected] | Tel.: 45626241