LA JUSTICIA INVESTIGA A FORD

por Revista Cítrica
10 de febrero de 2012

Pocas empresas le han hecho tanto daño al trabajador asalariado como la empresa automotriz que fundó Henry Ford. Sin embargo como suele invertir en la publicidad de los medios de comunicación, muchos de sus atropellos históricos no han tenido la difusión suficiente. En Argentina, específicamente, Ford está siendo investigada por la justicia por delitos de lesa humanidad en la última dictadura militar.

La jueza Alicia Vence, titular del Juzgado Federal N° 2 de San Martín, a cargo de la megacausa Campo de Mayo, realizó una inspección ocular a la planta de Ford en Pacheco junto a diez ex trabajadores secuestrados en esa planta durante la última dictadura.

La inspección se llevó a cabo en los lugares donde fueron secuestrados los trabajadores -el comedor de la planta, las oficinas de la planta de estampado, y la planta de pintura y montaje- y en los quinchos del parque recreativo, donde el Ejército montó un centro de tortura, y los mantuvo detenidos ilegalmente durante varias horas, antes de llevarlos a distintos centros clandestinos de detención de la zona.

Participaron de la inspección, además de la Jueza y las víctimas, la abogada de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación -organismo querellante en la causa- Mariana Maure; el abogado Tomás Ojea Quintana, representante legal de la querella particular, y la coordinadora del Archivo Nacional de la Memoria, Judith Said.

La visita a la planta de Ford es un avance para quienes reclamamos que se juzgue a las empresas que colaboraron con la dictadura militar. En la Argentina Ford demostró seguir muy bien los lineamientos de su fundador Henry, quien se dedicó a escribir contra la inmigración, el sindicalismo y los judíos y hasta recibió una medalla de Hitler. Ford aumentó los salarios pero creó un departamento de sociología que espiaba la vida privada de los trabajadores. Y siempre fue un defensor de que las máquinas reemplazen al trabajo del hombre. “Cómo es que cuando quiero un par de manos también me traen un ser humano”, se quejaba el hombre que implementó la cadena de montaje.

Los secuestros durante la jornada laboral en la planta de Ford en Pacheco “eran una constante en la planta”, en la que mantenían a los operarios torturados hasta que los trasladaban a los centros clandestinos que funcionaban en Ingeniero Maschwitz y Tigre, según cuentan los trabajadores.

Si bien la visita de la jueza de la megacausa Campo de Mayo es un avance la causa que afecta a la Ford está detenida: “la causa judicial que involucra a cuatro exdirectivos de la empresa Ford lleva cuatro años demorada, pese a estar respaldada por el fiscal y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación”, explicó Tomás Ojea Quintana, el abogado que representa a los trabajadores

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