Hola, queremos explotarte

La reacción de las patronales suele ser previsible: ante trabajadores que se organizan, el intento es cortar por lo sano. En el caso del grupo Olmos, dueño del diario y canal de televisión Crónica y del diario BAE, decidió trasladar a la mitad de los trabajadores a la nueva razón social, Aconcagua y dejar en sus antiguos lugares a 128 trabajadores con reconocida actividad gremial, a los delegados y a las comisiones gremiales internas. Con el eufemismo de “convergencia”, la patronal decidió apurar la mudanza y propició una votación trucha el pasado 18 de junio (cuando los trabajadores afectados realizaban un paro) en la que los cinco delegados fueron puestos a dedo por la empresa (que se encargó de proveer las urnas sin sello alguno de Utpba). ¿Cuál fue la finalidad de correr a la comisión elegida democráticamente en 2013? Que la nueva avalara la precarización y la flexibilización que pretenden imponer: Aconcagua exige a cada periodista la multiplicidad de tareas para todos los productos y todas las plataformas de la empresa mientras los 128 trabajadores siguen a la espera de un próximo traslado a un lugar desconocido, con pocas tareas y sin jefe a la vista . Con los métodos sobre la mesa, las patronales suelen ir por los mismos caminos, y se aprovechan de la debilidad de un sindicato que no siempre está cerca de los trabajadores que representa.