El sobrino de un fusilado que vive

por Revista Cítrica
22 de agosto de 2016

A Mariano Pujadas, militante de Montoneros muy querido por el pueblo de Córdoba, lo fusilaron en Trelew. Tres años después aniquilaron a su familia para borrar también el apellido. El Mariano Pujadas de nuestro tiempo recuerda a su tío.

Seis meses después del fusilamiento de José León Suárez alguien le dijo a Rodolfo Walsh "hay un fusilado que vive". Del fusilamiento de Trelew sobrevivieron tres personas --que fueron asesinadas más tarde por la siguiente dictadura militar--. Las otras 16 murieron. Entre ellas estaba Mariano Pujadas, un fusilado que seguía viviendo por su legado. Tanto seguía viviendo que tres años después el Comando Libertadores de América --la Triple A cordobesa-- entró a la cabaña donde vivía su familia y los mató a casi todos. “Queremos borrar el apellido Pujadas de la faz de la tierra”, gritó uno del Comando al ingresar. Pero hubo sobrevivientes. Y hay un fusilado que vive. Justamente Mariano. Mariano Pujadas. El sobrino de Mariano Pujadas, que aquel día no estaba en la cabaña.

-¿Cómo fuiste reconstruyendo la historia del día de los fusílamientos? ¿Quién y cómo era Mariano, tu tío?

Yo tengo la suerte de haber sabido siempre mi historia. Creo que más de grande comenzás a tomar realmente dimensión de lo que fue cada cosa y cada uno. Tanto Mariano, como la masacre de Trelew y mi familia. Hace unos 12 años tuve la suerte de poder viajar a Trelew y conocer a la persona que fue la apoderada de Mariano. Fue algo muy lindo. Siempre escuché cosas muy buenas sobre él, que era muy buen tipo, que tenía un carisma increíble, que la gente lo seguía y era una persona muy querida, por eso su nombre marcó tanto en Córdoba.

-¿Cómo siguió la persecución a tu familia después de lo de Trelew y antes del 14 de agosto del 75?

Sé que mi viejo empezó a militar. Quiso seguir lo que se había cortado por la muerte de Mariano. Mi familia no militaba pero cada vez que había un acto siempre hablaban y lo recordaban. Supongo que como él era muy representativo en todo el movimiento en Córdoba, se desencadenó la barbarie

La barbarie a la que se refiere Mariano ocurrió el 14 de agosto de 1975. Ese día, el Comando Libertadores de América ingresó a la cabaña de la familia Pujadas y secuestró a José María, hermano de Mariano, a su mujer Josefa, a sus hijos José, María José y Víctor; a la esposa de José y la beba de ambos, María Eugenia. A Josefa le rompieron la cabeza de un culatazo, la ahorcaron y la subieron muerta al coche. José María padre murió último y vio cómo vejaban a su familia. Los torturaron y arrojaron sus cuerpos en el pozo de un viejo aljibe, con tiros de gracia. Tiraron granadas pero sus cuerpos quedaron reconocibles. Los hijos José y María josé también murieron. La esposa de José quedó hemipléjica. Víctor, de 11 años, y María Eugenia, de tres meses, se salvaron. Mariano ese día no estaba con su padre.

-¿Dónde estabas ese fatídico 14 de agosto? ¿Cómo fue tu vida a partir de ese momento, qué recuerdos tenés de tus primeros años de infancia y en qué momento empezaste a tener noción de lo que realmente pasabas?

Mi vieja estaba separada de mi viejo hacía un tiempo largo pero seguíamos viviendo en la cabaña. Creo que nos fuimos de ahí un par de meses antes a vivir con mis abuelos. Después de ese día fue todo un caos y terminamos exiliados en Italia. Volvimos en el 76 a Córdoba porque mi vieja estaba peor allá y mi infancia transcurrió bien. Siempre supe toda mi historia, pero realmente me hice cargo después de los 20 más o menos... Yo fui bastante pobre de chico y empecé a laburar a los 14, entonces cuando me fui de casa, a los 19, 20 me cayó la ficha de todo y empecé a recolectar todo el material. Y también hice agua por varios lados, pero un día me di cuenta que no podía seguir haciéndome daño porque no ayudaba. Yo tengo mucha suerte porque tengo la familia de mi vieja, que son una masa y no bajan la cabeza nunca. Y aparte a mi familia yo la tengo, enterrada, pero la tengo, y es algo que mucha gente no puede decir, entonces nunca me permití sentirme mal, o deprimido... Si a veces me pongo triste, pero supe siempre que hay que remar y salir adelante. Es lo que tenés que hacer y es lo que tu familia también hubiese querido.

¿Por qué crees que se ensañaron tanto con tu familia?

Tal vez porque Mariano fue una persona muy, muy querida y fue también como un escarmiento. Supongo yo. Fue una semana antes del tercer aniversario de la masacre. Pero no me he preocupado porque se ensañaron... es una mierda, pero si no aprendés a sobrellevarlo, te puede hacer mucho daño...

¿Algo más que quieras expresar o destacar en particular?

Lo que me gustaría es que la gente aprenda, que sepa que esto no tiene que pasar ni acá ni en ningún lugar del mundo. Solamente enseñando vamos a lograr que las cosas no se repitan, pero está claro que los gobiernos prefieren gente que piense menos... Y yo creo que el cambio ahora es exactamente al revés, antes la gente se agrupaba y quería cambiar el mundo... bueno, ahora cada uno de nosotros deberíamos ser menos corruptos, mejores personas, más pacientes, criar bien a los tuyos, ser solidario con el prójimo, enseñarle todo esto a nuestros hijos, laburar honradamente y bien. Así la sociedad va a cambiar de a poco. Aunque en países donde falta tanto, sobra gente aprovechadora...

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