"El periodismo nunca existió"

por Agustín Colombo
08 de mayo de 2013

Quique Pesoa, locutor y periodista, dejó las sierrras cordobesas por unos días para presentar su show junto a Esteban Morgado en Buenos Aires.

Avenida de Mayo no se parece en nada a San Marcos Sierras. El cemento, el ruido y los autos contrastan con el paisaje serrano con el que se despierta Quique Pesoa cada mañana. Sin embargo, el rosarino está sentado a una mesa del mítico bar 36 billares admirado por el lugar como si fuese un porteño de ley. “La vida en San Marcos es muy atractiva. Pero es muy linda y atractiva cuando tenés 62 años. Cuando tenés 40, si estás una semana en San Marcos ya empezás a buscar cosas que te generen adrenalina; entonces te vas a buscar desafíos a otra parte, a los sitios donde podés tener la posibilidad de desarrollarlos”, cuenta. 

Etiquetar a Pesoa es prácticamente imposible. Casi todos lo conocen por su desempeño como locutor y periodista, pero desde hace algún tiempo se ha convertido en una suerte de todoterreno: tiene una hostería en el pueblo donde vive, elabora vinos artesanales, levanta paredes Ólos cuatro años que estudió arquitectura le alcanzan para esoÓ y viaja en moto por Latinoamérica. Además, por supuesto, se dedica a cantar y contar historias, las razones por las que vino a Buenos Aires. El próximo sábado 27, junto a Esteban Morgado, Pesoa protagonizará el espectáculo Mayor y menor en el bar donde transcurre la entrevista.

¿Cómo podría definirse lo que hacen?
Es un robo. Yo junté las cosas que sé hacer, Morgado juntó las cosas que sabe hacer, y entonces logramos algunas combinaciones. Damos vuelta casi siempre sobre las mismas cosas. Armamos el espectáculo como si fuese un ensayo. Al principio, yo sacó un reloj y le digo a Esteban, “che, no tenemos nada para esta noche”. Vamos y venimos con la música, con los relatos, y el rulo de cierre es “che, es verdad, seguimos sin tener nada para esta noche, entonces no vayamos”.

Esa sería la estructura. ¿Y el contenido?
Primero la relación que existe entre música y letra. O sino al revés: plantear alguna letra que ya de por sí tiene música. Hay letras que tienen una música determinada. Sugerir temas musicales olvidándonos de la letra y ver de qué manera, con la gente, le podemos poner una historia. Hay que saber percibir, nada más. Ahí es donde aparecen los acordes mayores y menores. Es como una sinusoide. Hay temas que empiezan con un planteo poético en mayores, y en el estribillo pasan a un tono menor. Después, con el siguiente paso, vuelven a mayores. Es como la vida, como el amor, como una comida. En todo está esta sinusoide. No estás siempre feliz o siempre triste. La música refleja eso. El título de Mayor y menor hace alusión a esta complementación necesaria.  

Vos fuiste uno de los conductores de la Contracumbre de las Américas, en Mar del Plata 2005, en la que Chávez tuvo un papel protagónico. ¿Te afectó su muerte?
Yo con Chávez tuve tres reuniones, tres charlas. Una de ellas haciéndole un reportaje y otras dos comiendo o tomando un café. Desde el punto de vista humano, a mí su muerte no me produjo nada. Ni tristeza, ni melancolía, ni nada. Lo que tengo que ver es lo producido por Chávez. Y tengo informaciones que me llegan de amigos que viven en Venezuela que son totalmente contradictorias. Está aquel que tiene una pequeña empresa y se siente destruido por el chavismo porque no consigue tal cosa; y está el otro que observa aquellas otras cosas que Chávez logró hacer: la salud, la erradicación de la pobreza extrema. A mí me gusta mirar las cosas no con un solo filtro. A mí no me gusta lo dogmático o repetir todo como si fuera uncassette.
¿Y crees que en política ese pensamiento puede llevarse a cabo?
No, con la política que tenemos hoy en día, creo que nada puede llevarse a cabo. Los argentinos no escuchamos al otro, nos empecinamos. Creo que es un problema educativo, y no me refiero sólo a las escuelas. Es un problema de formación, de pensamiento independiente, de generación de albedrio.

Vos tenés una relación de amistad con Hermes Binner. ¿Qué pensaste cuando dijo que él hubiese votado a Capriles?
Que es un pelotudo. Lo puedo decir porque es amigo. Yo hago este comentario y paso a ser K. De donde arranqués, vos sos K o antiK. A esto nos han llevado los medios, la política actual y la falta de pensamiento independiente.

¿Y qué hay en el medio entre el kirchnerismo y el antikirchnerismo?
Lo que hay es un vacío básicamente por esta polarización. De un lado, el kirchnerismo protege toda la estructura de lo que hace y de lo que viene haciendo; del otro lado no hay una propuesta. Lo que hay es una orfandad de ideas, de política. No hay propuestas, hay respuestas, siempre enconadas. Son dos equipos y encima no hay público. Los demás estamos afuera, somos excluidos.

Cuando está en San Marcos, Pesoa se divierte haciendo vinos. Va a buscar una vez por año mil kilos de uvas a lo de un amigo en Chilecito, La Rioja, y se las lleva para su hostería cordobesa, donde empieza el proceso de fabricación. Con mil kilos de uva hace alrededor de 300 o 400 litros de vino. El año pasado no le dispensó los cuidados necesarios y se picó. “Ahora tengo 300 botellas al pedo. Ni siquiera sirven para vinagre. Pero este año fui de vuelta y traje bonarda y cabernet. Y está muy rico: pendejo, agresivo, acido, con un color interesante”, se entusiasma. Los vinos se llaman Flor de peludo y hasta alguna vez tuvieron como etiqueta un dibujo hecho especialmente por el Negro Roberto Fontanarrosa. 

El proyecto de los vinos lo iniciaste, como dijiste recién, por tu afán de aprender o de ser curioso. Desde tu experiencia, ¿Qué percepción tenés acerca de la curiosidad que tienen los periodistas hoy en día?  
El periodismo no sé si existió alguna vez. De última, el periodismo tal cual está planteado en este momento, no tiene ninguna utilidad. Por lo menos para mí. Tendrá utilidad para algunos monopolios, para intereses comerciales, tendrá utilidad en función del consumo o del plan de deseducación y vaciamiento. Pero no puedo responder algo sobre el periodismo porque tengo la sensación de que no existe.

¿El periodismo murió?
Si es que alguna vez vivió. 

Hace dos años, Pesoa se fue en moto al Machu Picchu con un amigo que, mate de por medio, le había comentado su viaje. Cuando le dijo que lo quería acompañar, su amigo se sorprendió: “¡Pero si vos no sabés andar en moto!”, le gritó. “Pero si hay tantos boludos andando en moto, un boludo más, ¿qué puede pasar?”, le respondió. Estuvieron 40 días por las rutas del continente rumbo a Perú. Y cuando 

Estás un poco loco, ¿no?
Cuando yo te digo que a mí me gustan los cambios, es porque no tengo el eje bien en el centro. Si vos tenés el eje muy centrado, yo creo que los cambios no aparecen. En mecánica, cuando el eje está un poco descentrado y va y viene, se le dice “eje loco”. Bueno, yo soy eso.

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