El Nobel que dejó a la Literatura sin palabras

por Revista Cítrica
13 de octubre de 2016

El premio a Bob Dylan generó sorpresa y polémica entre muchos escritores. La música como vehículo de la poesía, sobre todo en los tiempos que corren. La opinión de Víctor Heredia, Miguel Grinberg y Sylvia Iparraguirre.

Cuando Robert Allen Zimmerman comenzó a actuar en los cafés bohemios del Greenwich Village, adoptó como apellido el nombre de otro ícono de la poesía moderna, el galés Dylan Thomas, borracho consuetudinario fallecido en 1953 a los 39 años. La bohemia beat de Jack Kerouac y Allen Ginsberg estaba en el aire, y Bob Dylan la mamó en sus fuentes, líricamente. Y durante más de medio siglo construyó una obra poética monumental.

Por esa obra, hoy Bob Dylan recibió el premio Nobel de Literatura, algo que causó tanta alegría como sorpresa en todo el mundo. También en nuestro país, donde gran parte del ambiente literario quedó absorto por la noticia.

Varios escritores y escritoras a los que llamamos respondían que no tenían una opinión formada al respecto. Que los había sorprendido la elección. Entre ellas, Sylvia Iparraguirre: “Me parece divino Bob Dylan, sus canciones son bárbaras. Yo votaba por Philip Roth y estoy sorprendida. No sabía que podía ganar Bob Dylan. Lo conozco desde que soy adolescente, lo he seguido. Soplando en el viento me parece una maravilla, lo tengo en un texto mío, incluso. Como personaje me encanta pero me sorprende. No he leído su poesía”.

Por el lado de la música, el recibimiento de la distinción sueca a un colega fue tomado con entusiasmo. “Es muy interesante este premio Nobel a Bob Dylan, porque demuestra que algo está cambiando en el mundo. Si bien no soy un gran lector de poesía en inglés recuerdo muchas y muy buenas poesías de Dylan. Además de todas sus canciones que tienen una enorme poesía”, le dijo a Cítrica Víctor Heredia, para quien “este Nobel demuestra que, más allá de los soportes literarios a los que estamos acostumbrados -no solo los libros sino últimamente también los libros digitales-, las canciones también son consideradas un soporte de la literatura. Y ese creo que es el mensaje que quisieron dar con el premio a Dylan, que la mirada del jurado está abierta a todas las propuestas. Una buena noticia porque abre la puerta a artistas como Silvio Rodríguez o Chico Buarque, que además de músicos son grandes poetas. El caso de Chico, además de poeta, es escritor. La música es un puente entre la poesía y la mirada que tiene Bob Dylan sobre la realidad, una mirada social que es importante que se tenga en cuenta. Es muy meritorio el premio y muy gratificante”.

Para nuestro poeta y conocedor como pocos del rock, Miguel Grinberg, el premio Nobel de Literatura “reconoce su aporte enriquecedor a la cultura generacional de quien en sus principios fue rotulado como ‘cantor de protesta’, en la línea comprometida (pacifista y anti-fascista) de Guthrie, Pete Seeger y otros héroes populares. Y cuya poética testimonial lo ha situado más allá de todas las categorías. Judío de nacimiento, evangélico por adopción, y finalmente a sabia distancia de las religiones, Bob Dylan es ante todo un poeta emancipado, visionario y representativo de una generación que luchó, lucha y luchará por la abolición de las aberraciones totalitarias. Cantando luminosamente sobre el arte de vivir. Un día le preguntaron qué consejo de daría a sus seguidores y respondió: ‘Que no sigan a nadie’”. Hoy, tanto por su obra en sí –que ya tiene infinidad de seguidores- como por la relevancia planetaria que significa ganar un premio Nobel, serán muchos, millones, los que querrán seguirlo a él. 

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