De hermanas, locas y valientes

por Revista Cítrica
23 de noviembre de 2016

Teatro en CABA / - Maruxa y Coralia Fandiño Ricart son dos mujeres de la ciudad de Santiago de Compostela que encontraron una curiosa forma de resistir a la dictadura franquista. La obra teatral que cuenta sus historias se despide este viernes de la cartelera porteña.

Dos mujeres que se maquillan, se disfrazan y caminan por las calles de Santiago de Compostela piropeando a los jóvenes estudiantes. Desafían así a la dictadura franquista, la misma que las dejó desocupadas y sin sus hermanos, dirigentes de la Confederación Nacional del Trabajo. Y resisten a la violencia que sufren por el solo hecho de ser mujeres. Cómo no contar esa historia, casi desconocida. Eso se preguntó Walther Sánchez Rodríguez cuando descubrió por internet, “por Facebook creo”, a las hermanas Maruxa y Coralia Fandiño Ricart. Así que se largó a escribir y muchos años después consiguió, con la dirección de Débora Ruiz, montar la obra Las dos en punto en la cartelera teatral porteña, que se despide este viernes (esperando que sea un hasta pronto) en el Auditorio Kraft (Florida 681) a las 20.30.

A veces unos personajes desconocidos, apartados de la sociedad, vistos como locos cuentan grandes historias. Las suyas y las de los otros personajes también, los que sí han quedado como protagonistas de los libros. “Me motivan los personajes que no están en su sano juicio. Me pasa desde que era muy chico. Me interesan personajes menores o secundarios que no son los que van a quedar en la historia. Muchas veces me pregunto qué hubiese sido de los que sí quedaron en la historia sin la existencia de éstos otros”, confiesa Sánchez Rodríguez.

Antes de la guerra civil, las hermanas Fandiño Ricart paseaban por las calles de Santiago de Compostela con las ropas que se hacían mismas: con muchos colores y muy alegres, siempre lejos de la sobriedad, de la religión, de las prohibiciones. Representaba de alguna manera la revolución. Y tenían trabajo como costureras. Pero cuando el franquismo tomó posesión empezó la pesadilla: sus hermanos militantes llegaron a huir y ellas quedaron soportando los vejámenes. Amenazas, maltratos, allanamientos. Desnudarlas en la vía pública. De todo les hicieron para que develaran el paradero de sus hermanos. Y ya casi nadie les dio trabajo. Las Fandiño Ricart cuentan la historia de un país, de una ciudad, de una guerra, de los sueños inconclusos, de la revolución frustrada, de la represión a las mujeres durante una dictadura.

“Nosotros creemos que no solamente contamos una historia particular sino también ese momento histórico. Fue difícil de resolver, en cuanto a lo que tiene que ver con los pocos recursos con los que cuenta el teatro independiente y autogestivo pero creemos que lo hemos conseguido”, comparte con Cítrica su satisfacción el autor de Las Dos en Punto.

“Tratamos de contar la historia como realmente se merece e ir al hueso de la problemática, de ellas, y de la historia en sí. No quería que quedara como un mero relato de un cuentito -agrega Sánchez Rodríguez- Buscamos otra cosa y creemos haberla logrado”. Y así es. Porque después que se encienden las luces, el espectador quiere conocer más. Quiere saber todos los detalles de Maruxa, Colaria, de sus hermanos. Googlearlas y aprender de ellas. Completar el círculo. Como hizo el autor de la obra hace ya muchos años. E, igual que él, poder contarle a amigos, familiares, desconocidos, o quien sea, la mágica, loca, terrible y valiente historia de las hermanas Fandiño Ricart.

 

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