Cuentos para la libertad

por Mariana Aquino
24 de mayo de 2016

Alicia Partnoy estuvo presa durante la última dictadura militar. En esos años escribió un libro de cuentos para su hija Ruth. Ahora lo presenta en Argentina de la mano de la cooperativa Siete Sellos, que se lanza al mercado editorial con marca propia.

“Escribir era sentir que podía llegar hasta mi Ruth, al menos con las palabras, porque no me dejaban tocarla ni abrazarla”. Así resume Alicia Partnoy el impulso que la llevó a crear ¡Escuchá!, un libro de cuentos y versos que dedicó a su hija cuando estuvo en la cárcel como presa política durante la última dictadura cívico militar en Argentina.

Partnoy estuvo detenida en el Centro Clandestino La Escuelita en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Recuperó su libertad en 1979 y tuvo que exiliarse. Desde Estados Unidos denunció los crímenes de Lesa Humanidad y aportó información para reconstruir las historias de los secuestrados y desaparecidos de esa época oscura de la historia argentina.

La autora califica a ¡Escuchá! como “un testimonio de la resistencia de esas mamás presas lejos de sus hijos”. La escritura es entendida por ella como una forma de liberación en aquellos tiempos de detenida. ¿Cómo sentirse libre en cautiverio?: “Sentía liberación al compartir esos cuentos con las otras mamás y saber que sus hijos también podrían disfrutar de lo que yo escribía para mi nena”.

Las visitas de su hija a la cárcel eran cada 45 días. La veía a través de un vidrio y hablaban por “una especie de tubo”. “Los chicos se desesperaban y lloraban porque era tan difícil comunicarnos así”, explica Partnoy. Cuando la detuvieron tenía 21 años y su hija, Ruth Irupé Sanabria, apenas un año y medio. “La separación de ella durante los cinco meses de mi desaparición y los dos años y medio en la cárcel ha sido siempre una profunda herida. Éramos muchas las mamás jóvenes y, en las tres horas diarias en que nos permitían salir de las celdas organizábamos actividades para darnos fuerzas, como talleres de escritura donde compartíamos y perfeccionábamos nuestros cuentos y versitos para los chicos. La escritura y la solidaridad nos ayudaban a resistir ese aislamiento”, cuenta.

“Muchos de nosotros, que fuimos obligados al exilio como única salida de la cárcel, no regresamos al país con el retorno de la democracia para no volver a desarraigar a nuestros hijos. Entonces construimos comunidades en los países donde nos fuimos quedando”, relata Partnoy en su libro
La Escuelita. Relatos testimoniales, conocido en el país veinte años después de su publicación en inglés.

“Durante muchos años enfaticé el trabajo de denuncia sobre La Escuelita de Bahía Blanca. Era un intento desesperado de lograr justicia, de restablecer la presencia de mis mejores amigos, de mis compañeros torturados allí y posteriormente desaparecidos por la dictadura. En este momento, después de lograr justicia y de comprobar que se recuerda a los compañeros desaparecidos, tengo finalmente la fuerza de volver a aquellos textos escritos en circunstancias tan difíciles”, afirma la autora de
¡Escuchá!, el primero de sus libros que sale a la luz en Argentina antes que en Estados Unidos, país en el que reside desde que tuvo que exiliarse.

Y es el primero que imprime Siete Sellos Editorial Cooperativa con marca editorial propia. “Las empresas asociativas son organizaciones de la gente y para la gente. En este caso, la energía de estos jóvenes que han venido trabajando en la imprenta me da mucha esperanza. Todo ésto era para mí una fiesta sanadora”, señala Partnoy.

Esta semana la presentación del libro se hace en La Pampa. En la ciudad de Santa Rosa Partnoy participó de actividades en el Centro Cultural Provincial Medasur:
Textos testimoniales y empoderamiento del testigo, y dio una charla abierta en la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam).

“El hecho de que mi hija Ruth participe con un texto propio en este libro y de que mi madre, la artista plástica Raquel Partnoy, haya elaborado el collage de la tapa lo hacen un libro muy querido para mí”, finaliza la doctora en Letras y Filosofía, poeta y traductora.

A su memoria
La periodista Yanina Lofvall fue la responsable editorial de la cooperativa y una pieza fundamental para la publicación de ¡Escuchá!. El último fin de semana perdió la vida en un trágico accidente automovilístico en la ciudad bonaerense de Roque Pérez. Las actividades en La Pampa, organizadas por Lofvall, se realizaron en su honor. “Estos eventos son un homenaje a Yanina, una luchadora por la justicia y la memoria, cuya pérdida es irreparable”.

Y enfatiza Partnoy: “Yanina me contó de su trabajo con la cooperativa, le ofrecí el manuscrito de este libro y ella trabajó con alegría para hacerlo realidad. Hoy nos desgarra profundamente haberla perdido. Hacemos estos encuentros en su memoria”.

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