Crónica: El fin del periodismo

por Colectivo La Vaca
28 de marzo de 2014

Paradigma del periodismo gráfico popular, hoy pone en evidencia la decadencia y precarización de la profesión en manos de los lobos del mercado.

Crónica fue un diario que llegó a ser el único capaz de publicar y vender tres ediciones diarias.

Paradigma del periodismo gráfico popular, hoy es un caso más que pone en evidencia la decadencia y precarización de la profesión en manos de los lobos del mercado.

Crónica está bajo la órbita de la Editorial Sarmiento, perteneciente al Grupo Olmos, empresa que maneja, entre otras cosas, la gerenciadora de la Obra Social de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). ¿Qué significa esto?

Veamos:

A fines de 2013 el Grupo Olmos comunicó a los trabajadores un plan de reestructuración laboral: lo llamó “Convergencia”, pero sabemos que esos tecnicismos del lenguaje a veces se caracterizan más por lo que ocultan que por lo que enuncian. Hernán Zyseskind, delegado de la Comisión Interna del diaro, lo explica así: “El plan de convergencia implica que si antes escribías una nota para un diario ahora esa nota se va a usar para la web, la televisión, la radio, etc. No sabés para dónde ni para quién trabajás. Sos multifuncional: trabajas para más medios, pero te pagan lo mismo. Y ellos necesitan menos gente porque un trabajador cumple más funciones”.

El disfraz de la “convergencia”, en este caso, oculta una maniobra cuyo efecto tiene nombre propio: flexibilización laboral. Crónica representa un modo de producción que parece perfilarse como el futuro de los medios comerciales.

El plan de “convergencia” va de la mano de un cambio de razón social: el Grupo Olmos entrega la Editorial Sarmiento Óeditora de Crónica- a la firma Aconcagua S.A, junto con BAE Negocios (Diario BAE), también perteneciente a la empresa de los hermanos Raúl y Alejandro Olmos. Luego de publicar el comunicado con este anuncio, en diciembre de 2013, la empresa se comprometió en una audiencia en el Ministerio de Trabajo a respetar un plan de mudanzas que finalmente nunca cumplió.

Nuevo edificio, viejas maniobras

Se mudaron, sí, pero de otra manera: luego de un corte de luz en la ahora antigua redacción del diario, se desplazaron hacia el nuevo edificio ubicado en Combate de los Pozos 639. Primero fueron solamente jefes y editores; luego llamaron a un grupo de trabajadores, hasta mudar al 80% de la redacción. Llevaron también los equipos tecnológicos y las instalaciones. Solo 30 personas quedaron trabajando en el antiguo edificio, entre los que se encontraban todos los miembros de las dos comisiones internas.

Si la mudanza fue sorpresiva, mayor aún fue la sorpresa con la que se encontraron los trabajadores al ingresar a la nueva redacción: los obligaban a firmar un contrato en el cual dejaban de ser parte de Editorial Sarmiento para convertirse en trabajadores de Aconcagua S.A, empresa vinculada con la UOM.

El mensaje era claro: “Si no firmás, no entrás y volves a Mitre”.

La comisión interna del diario Crónica publicó comunicado que denuncia:

“Reclamamos a la empresa que si hay cambio de razón social se informe al sindicato, para poder comprobar la solvencia de Aconcagua. También reclamamos que el traslado del personal sea del 100 por 100 y que incluya a la representación gremial, como marca la ley”.

Y explican:

“La empresa ejerce un ataque mayor al exceptuar de la convocatoria a cambiar de razón social a un conjunto de trabajadores, entre ellos los delegados gremiales democráticamente electos por los trabajadores. Esta exclusión, revela los fines de la empresa con la convergencia. Proyectan un ataque y precisan que los trabajadores no tengan posibilidad de defenderse”.
“El 4 de Abril se realizará una audiencia en el Ministerio de Trabajo a las 13:00 horas, junto con los compañeros de BAE”, explica Zyseskind. Y aclara: “Desde la vuelta de la democracia esto había ocurrido una sola vez: con Magnetto en Clarín, en el año 2000”.

Mientras tanto, el panorama es el siguiente:

Un diario partido al medio en dos edificios. El antiguo, desmantelado y con solo treinta trabajadores. El nuevo, que alberga a periodistas de dos diarios distintos (Crónica y BAE), que todavía no saben para quién trabajan ni en qué soporte publican.

En la puerta, una hilera de hombres de traje los reciben todos los días y se dedican a amenazar e intimidar a los trabajadores cada vez que se juntan a pedir a pedir explicaciones.

Un capítulo más de El fin del periodismo.

Contacto:
Hernán Zyseskind 15-6264-2828
Emiliano Gullo 15-6248-1816
Nancy Acosta 15-5561-4002

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