Canal de la Ciudad: si reclamás, te echan

“La primera respuesta fueron cinco despidos la semana pasada. Cuando estábamos llevando a cabo un plan de acción por estos despidos -hicimos un ruidazo en el estudio y un corte de calle en Agüero y Guardia Vieja, que es la esquina del canal-, el director tomó estas medidas como represalia y nos dijo que iba a despedir a 19 personas más por hacer esto, y así lo hizo. Los compañeros y compañeras no fueron despedidos en forma justificada esta mañana. Entre los despidos de hoy hay una compañera que es delegada, y entre los despedidos de la semana pasada hay un compañero que es candidato a delegado por el SAT, y hoy también hubo dos candidatas por SAT despedida. Hoy se despidieron a 19 trabajadores y trabajadoras y en total son 24 las personas despedidas y todos son miembros activos de la asamblea”, advirte Ezequiel Díaz, delegado de la Asamblea de Trabajadores del Canal de la Ciudad por ATE Capital. Preocupa la persecución ideológica.

Queda claro que no echan a nadie por falta de recursos: la semana pasada ingresaron 18 personas más a trabajar al canal. Ganan menos que el resto. Por eso, por los 24 despidos y tras el golpe a Rodríguez, vino la toma pacífica que surtió efecto: “Algunos funcionarios dieron la cara pero no los que la tenían que dar. Se forzó una negociación en la Subsecretaría de Trabajo dónde van a estar presentes el secretario de medios de la Ciudad con el director del canal, Eduardo Cura, para tratar de negociar y revertir la totalidad de los despidos”, cuenta Díaz en el frente del medio de la Ciudad que se anuncia como público, pero la realidad es que “hay que pagar una cableoperadora para poder verlo y acceder a su programación”, informa el laburante.

“El Canal de la Ciudad es un canal de todos, no es una productora privada, no es el canal de Eduardo Cura, y remarco esto porque Cura tiene al frente de la oficina de Recursos Humanos a su pareja. Es un canal público y su contenido debe regularse. Debe estar abierto a organizaciones no gubernamentales, organizaciones de Derechos Humanos, a la ciudadanía en general. Y esto –insiste Díaz- es necesario que se sepa porque el canal está siendo manejado con contenidos dirigidos de una especie de productora privada, y no lo es”.

Consultado por la totalidad de trabajadoras y trabajadores, revela: “Hace un tiempo realizamos un pedido de informes a través de la Legislatura porteña y nos respondieron que hay 260 trabajadores. Es decir que hay 80 o 90 que no conocemos y obviamente que no han sido echados. Eso también nos preocupa porque son fondos públicos. No tenemos los elementos para decirlo pero si hay gente que no viene, están bancando a 80 o 90 personas que no están en el canal y están despidiendo a personas que sí trabajan acá. En verdad en la planta operativa seremos entre 140 y 160 personas. En la asamblea los miembros activos suman entre 70 y 80. Lo que nos preocupa es que se cercena la libertad de acción gremial, política e ideológica. Y esto no se trata de un mero discurso, sino que es una realidad”.

La descorazonada decisión aturde: ahora son 24 los despidos y amenazan que llegarán a 36.