Cambiemos el precio del bondi

Históricamente, el precio del boleto en el interior del país era más alto en relación con lo que se pagaba por viajar en colectivo por la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Ese fue uno de los argumentos para sincerar las tarifas en la zona metropolitana. Sin embargo, los pasajes en algunas capitales provinciales también sufrieron incrementos que van del 40 al 300 por ciento. 

En la ciudad de Córdoba, las empresas prestatarias del servicio de transporte público pretendían que el boleto mínimo llegue a 12,50 pesos, debido al proceso inflacionario del primer semestre del año. Y el gobierno del radical Ramón Mestre las escuchó. Los concejales oficialistas votaron a favor de la actualización tarifaría para que el boleto urbano aumente. Se eliminó el subsidio a la demanda, que dejaba la tarifa en 8,32 pesos, para trasladarlo a las empresas. Desde hace diez días, el boleto en la ciudad de Córdoba cuesta 9,15 pesos. 

“Se sostienen en artilugios que carecen de legalidad”, afirmó el concejal del Movimiento ADN, Tomás Méndez. Durante 2015, hubo un incremento del 63 por ciento. En cuatro años de gestión radical la tarifa pasó de 2,50 a 9,15, lo que significa un 366 por ciento de incremento.

“Mestre, por intereses económicos personales, trajo a Ersa a Córdoba y desde allí comenzó a privilegiarla con subsidios y asistencias financieras no reintegrables”, denunció Méndez. El Grupo Ersa es una empresa nacional abocada al transporte urbano de pasajeros, que actualmente opera en siete capitales provinciales: Corrientes, Resistencia (Chaco), Santiago del Estero, Paraná (Entre Ríos), Santa Fe, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El incremento de subsidios para esta compañía y las empresas Autobuses Santa Fe y Coniferal  -desde 2014 a este año- fue de un 70 por ciento.

El 60 por ciento de los gastos que ocasiona una empresa de transporte corre por cuenta del Estado, a través de subsidios para mantener en pie los servicios. Según informaron funcionarios de Córdoba, con el aporte de Nación y el otorgado por el gobierno local con el subsidio a las empresas durante cinco meses, evitarán un incremento mayor de las tarifas. La contribución local será de 25 millones mensuales de junio a octubre.

“En la economía diaria del trabajador significa mucho un peso más o un peso menos. Tengamos en cuenta que 9 pesos está el boleto mínimo, pero aquella persona que debe venirse de la periferia a la ciudad tiene que pagar mucho más. Estas medidas complican a miles de familias trabajadoras”, destacó el edil opositor en la capital cordobesa. 

En San Salvador de Jujuy, gobernada por Gerardo Morales de la alianza Cambiemos, a principios de este año los empresarios solicitaron un boleto de 13 pesos, lo que significaría más del 100 por ciento de aumento. Después de una larga puja entre usuarios, gobierno del radical macrista Raúl Jorge y opositores políticos, el precio del boleto urbano se establecerá en 8 pesos, un 45 por ciento más del costo anterior de 5,5 pesos. 

En las provincias que no son gobernadas por la alianza Cambiemos parece que no se han trasladado tanto los subsidios de los usuarios a las empresas privadas de transporte. Allí los pasajes están un par de pesos más baratos. Por ejemplo en Salta, donde gobierna Juan Manuel Urtubey, del partido Justicialista, la tarifa del colectivo sigue siendo una de las más bajas del país. El pasaje máximo sale apenas 4.25 pesos. En Formosa, gobernada por el Frente Para la Victoria(FPV) se registra el boleto de transporte público más bajo del norte argentino con un valor de 5,50 pesos.