“Nosotros también vivimos en una selva"

por Revista Cítrica
17 de junio de 2015

Entrevista con la bailaora Carmen Mesa, luego de su actuación en el teatro ND Ateneo de la Ciudad de Buenos Aires.

Por Guillermo Chulak

 

Considerado “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” desde hace apenas algunos años, como el tango, el flamenco al mando de Carmen Mesa puso todo su arte por una buena causa: solidaridad y toma de conciencia de algo que comenzó como un sueño, pero que hoy ya es una realidad concreta, el  Flamenqom.

 

Con un concierto a beneficio del proyecto Flamenqom el viernes 31 de agosto en el ND Teatro (ex Ateneo) se presentó la bailaora Carmen Mesa junto a Patricia Sosa, Luis mancini, Stella Diaz, Samuel Acosta y Allba llaleq como artistas invitados. Y la colaboración especial de Casimiro y Alex, niños Qom que inspiraron este designio. “En Argentina vivo un crecimiento importantísimo, personal como artístico”, contó Carmen Mesa en la tarde de ese viernes previo al show en la entrevista que mantuvo en exclusiva con Balletín Dance en su camarín donde dejó elocuentes mensajes hechos a la medida de una artista dispuesta a reinventarse.

 

FUSIÓN DE CULTURAS

El encuentro (que tiene mucha mística) con la comunidad Toba nació por azar gracias a la gestión de Patricia Sosa: en el 2008 ella recibió un sobre en un recital que dio en Córdoba. En un principio, la cantante creyó que la carta estaba escrita en ruso. Pero no, cuando se percató estaba redactada mitad en castellano e idioma Qom (de los Tobas que habitan la selva del Impenetrable en Chaco).

La misiva fue enviada a Sosa porque por esa época la tribu de unas 350 personas se sintió morir: dos niños fallecieron por desnutrición, un adolescente intentó suicidarse y, además, no tenían alimentos. Entonces, se les ocurrió hacer el ritual “del fuego”. Un dios muy poderoso para ellos al que convocan en última instancia. Lo hicieron y mientras un chamán tiraba azúcar al fuego y ellos rezaban pidiendo el camino a seguir, pasó un auto por ahí y se escuchó: “y te amaré, y te amaré”. Y lo tomaron como una señal, pero no sabían quién cantaba porque no tienen luz. Al otro día fueron al pueblo y un chico les supo decir, se metió en Internet y descubrieron a la intérprete y su próximo recital en Córdoba. Así, juntaron el pasaje de ida de una india para que cumpla el ritual.

Otra persona noble que se sumó fue Pepe Cielo, manager de Chambao, una de las bandas de flamenco más importantes de España, y se metió en un emprendimiento ambicioso pero sublime. Se fue al Chaco para enseñarles a los Qom a hacer cajones flamencos. Actualmente los indígenas del Impenetrable chaqueño hacen instrumentos de percusión que se venden en todo el mundo y son requeridos por algunos de los mejores cajoneros del mundo.  

Casi sin proponérselo,  Pepe abrió otro capítulo en la historia cultural del cajón: primero nace el cajón auténtico peruano hace 200 años que viene de los afro peruanos, de los negros esclavos que estuvieron en América. El cajón flamenco solo tiene 30 y lo descubrió Paco de Lucia en una fiesta de la embajada de Perú en España. Vio el instrumento y le dijo a su percusionista: “súbete ahí y toca”; y cuando lo vieron los gitanos dijeron “ésto es nuestro”. Ahora mismo es el instrumento más importante, junto a la guitarra, en el flamenco.  Ahora, en el Impenetrable los Qom bailan y tocan, por ejemplo, temas de Camarón de la Isla, como Volando voy, con los primeros cajones del mundo hechos con madera y semillas del Chaco.

El proyecto -llevado a cabo por la Fundación Pequeños Gestos Grandes Logros (de Sosa), Voces y la Fundación Flamenco Vuela-, ya lleva 18 meses en marcha. Actualmente, hay dos talleres funcionando con 324 alumnos, se fabricaron cerca de 150 cajones y se vendieron más de 100. Y un pueblo chico (de 400 habitantes) de España se hermanó con los Tobas. También, ya hay varias escuelas en Argentina, Alemania y España que ya tienen al cajón como instrumento educativo. Una verdadera fusión de culturas.

 

 

 

CREATIVIDAD E INSPIRACIÓN

¿Por qué el flamenco es tan solidario?

Pepe Cielo: (la única vez que interviene en la entrevista en un paso fugaz por el camarín)¿Puedo intervenir?...Para mí el flamenco no es tan solidario, pero los que son solidarios, sí son muy solidarios. De hecho, en esta movida la gente de la agencia Flamenco para el Desarrollo no ayudaron mucho, pero cuando hay gente que sí colabora, lo hace de verdad. 

CM: Nosotros estamos muy involucrados en esto. De hecho fui al Impenetrable también para enseñarles a bailar. Son las personas que hacen al flamenco y quieren apostar por la solidaridad, entonces el género se transforma en una herramienta para, si se quiere, desafiar a la modernidad porque vivimos muy apurados, todo tiene que ser ya, ya. Pareciera que acá también vivimos en una selva. Es bueno que las cosas avancen, la tecnología y demás, pero no hay que olvidarse de lo social, del contacto, de que muchos tengan tanto y otros ni siquiera para comer. Todo debería ser más sano y simple y eso, a veces, es muy difícil de lograr. 

 

Pero no crees que hay algo en las raíces del género que hace que abra sus manos a este proyecto?

CM: Bueno, sí, algo que también comparte con el tango, por ejemplo. Un talento que pareciera innato, ese arte sin corregir? existe una visión del flamenco muy racial, primitiva, casi  de barrio? un arte muy valioso. En España lo tienes que ir a buscar a los poblaos, a la marginalidad, porque no está ni en las discos, tablaos, teatros, me parece. El flamenco es un espíritu libre y la libertad es el acceso a la creatividad y la inspiración, que están siempre en movimiento. Y eso es algo que llevamos muy profundamente en nuestros genes. Siempre estoy preparada a la próxima expedición.

¿De dónde nace tu solidaridad?

CM: De contemplar la realidad, por momentos, con rabia y tristeza porque veo que pasa el tiempo y no cambia absolutamente nada. Por eso, creo, hay que pelear desde donde uno pueda. Hay cosas que tengo grabadas a fuego por educación familiar: la dictadura del duende y solidaridad con mi pueblo, mi gente. Y nace también por agradecimiento, cuando era chica le decía a mi madre: “quiero ser artista”. Y ahora poder vivir de lo que una hace es maravilloso. La solidaridad me da sentido como persona y la forma de retribuirle a este país que me dio tantas cosas: alumnos, amigos, carrera. Hay que ayudar, con un poquito de cada uno para algunos es demasiado. No es normal que en exista gente que muera de hambre. Es muy fuerte, está todo muy mal repartido. Podemos cambiar las cosas. Y como bailaora me encanta compartir vivencias con mucha gente que ama el flamenco, vivencias que expresamos a través de la danza, como el por qué bailamos o también aprender a escuchar el mensaje de nuestros cuerpos, porque por más importante que la técnica sea, también lo es el hecho de sacar afuera la flamencura que sin dudas cada bailarín tiene adentro. Me gusta mucho llegar a la gente de los pueblitos, porque son lugares hermosos, de hecho, yo me crié en un pequeño pueblo de Andalucía, y allí fue donde aprendí que no tiene precio la alegría de la personas, sobre todo cuando viven la magia del logro. Es bonito ver que cumplen sus sueños, por eso, donde haya público siempre habrá un artista.

¿Qué otros proyectos tenés?

Ahora a fines de septiembre me voy por diez días a la isla Mauricio, sur de África, y a la isla Reunión que es francófona, se habla francés, para dar cursos de baile. También estoy confeccionando mi nuevo espectáculo junto a la actriz Nora Goldberg (yo también estoy tomando clases de teatro, es muy divertido) y Carlitos Rivero que es de Tucumán. Y por otro lado, tengo muchos planes para 2013, que incluyen desde la consecución de seminarios y también estoy guionando un documental socio cultural en el cual quiero incluir la danza. Hay una visión general flamenca para filmar, porque a me gustaría unir a los pueblos a través de la danza, y donde voy sigo encontrando artistas para juntos valorar el arte,  apreciando y tolerando las diferencias, ya que el mensaje es el mismo, sin importar de donde uno venga. Emocionamos y traspasamos todo, logrando un sentimiento importante de unión. Quiero concretar este trabajo, cuidarlo, amasarlo y lograr un resultado importante. Algo que quede en la piel de la gente. 

SOBRE EL TABLAO

Carmen abrió el show en el ND con los pies descalzos y un vestido de faralaes rojo con lunares blancos. Luego, su danza fue un derroche de plasticidad y nervio para hacer una noche pletórica de color y alegría, deleitarnos también con la dulzura de los acordes de la música flamenca y fuerza de un baile al que nadie puede permanecer indiferente.

El espectáculo tuvo una gran riqueza musical que se fue alternando con otras de carácter sociológico e histórico (en una pantalla antes del comienzo mostraron un viaje de ellos al Impenetrable), y una galería de retratos de indios Tobas estaban sobre la pared de fondo y algunos cajones Qom permanecían colgados por hilos sobre el escenario. 

Carmen Mesa siente el baile flamenco en las vísceras. No hay obstáculo que le impida a esta bailaora andaluza destilar su pasión, garra y corazón flamenco.

Premiada en varias oportunidades, Mesa construyó su arte con profesores de la talla de Manolo Soler, Javier Latorre, Israel Galván, Javier Baron, entre otros. Joven, simpática, apasionada de su profesión, la bailaora deja filtrar su mundo interior a través del baile sobre tablas.

 

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