Celebrar el nuevo ciclo mapuche
“No me imaginé que iba a estar tan bueno empezar de nuevo”
por Revista Cítrica27 de diciembre de 2013
Antes de su show en el Teatro de Flores, Ciro Pertusi, recibió a Cítrica y contó cómo es volver al barro del rock autogestivo.
¿Cuál es tu postura sobre la autogestión en la música?
La autogestión en el caso de Jauría va por el lado de los shows, a modo cooperativo en lo que son las actuaciones en vivo. Actualmente sigo ligado a un contrato con una multinacional que viene de Attaque. Tenemos buen trato con ellos, respetan lo que hacemos y nuestros modos. Toda mi carrera fue así, siempre hice lo que me propuse. Ahora sacamos un video bastante bravo que se llama “Alta definición” y habla sobre agrotóxicos y tiene cosas fuertes. Existen los casos de Calle 13 o Ska-p que tienen sus propios sellos y son desafiantes. Sin lugar a dudas que es más interesante tener en tus manos el control de todo porque así tenés mucho más vuelo. Para mí la autogestión, sobre todo en estos tiempos, es la respuesta más acertada. Es como el productor de tomate: mientras más directo lo comprás más puro llega.
Así como hablamos de autogestión, también podemos hablar de cooperativismo. Tuviste una participación en Zanon y su posterior recuperación por parte de los empleados de la actual FaSinPat (Fábrica Sin Patrones)?
Sí, el caso de Zanon fue una experiencia increíble para mí. Ellos luchaban, y vivían para y por la fábrica y la causa. Zanon fue el mensaje, el caso justo como lo es IMPA, Chilavert, Cítrica y tantos casos que surgieron como efecto dominó porque la realidad apretó y porque también había ejemplos a seguir. Vivían allí, pocos veían a sus hijos, todo en pos de la causa. Hoy en día hay un mejor pasar y hay una nueva generación de trabajadores con nueva energía para continuar con la lucha. El tema es no vivirlo como una escalada muy empinada sino como algo duro pero con alegría.
En Zanon se realiza un recital anual a fin de año donde se convoca y se llena la fábrica con 20000 personas. Han participado La Renga, Ska-P, León Gieco, Raly Barrionuevo, entre muchos más. Lo lindo es que no hay policías; hay familias y la seguridad la hacemos entre todos. Ves la experiencia y es la lucha de nuestros compañeros desaparecidos en los 70, donde se tomaban los mismos métodos y las mismas bases. Hay asambleas y se eligen representantes; eso implica que no haya jefes y esta buenísimo. También uno puede conocer la fábrica, donde te reciben con los brazos abiertos y tenés la posibilidad de entrar sin ningún problema.
En el último trabajo de Jauría, "Libre o muerto", hay un tema que habla justamente de la lucha de los trabajadores en las fábricas.
Sí, el tema es "Fábricas", que habla acerca del desempleo, de las fábricas recuperadas, del momento previo y de la desazón cuando se cierra o se quiebra. La crisis que genera te lleva a pensar cómo cambiar la realidad.
¿Cómo fue tu pasaje de Attaque 77 a Jauría?
Attaque fue un tren muy grande, con mucho público y estadios repletos. Acá es meter los pies en el barro de nuevo. Es una gran experiencia, no me imaginé que iba a estar tan bueno empezar de nuevo. De alguna manera creo que sirve de ejemplo para los chicos que empiezan, decirles que nada está asegurado y lo más lindo del camino es el camino en sí, la meta no es tan trascendental.
Yo, ahora, aprendí a disfrutar más del momento, del camino que estoy haciendo.
El último trabajo de ustedes cuenta con 21 temas, algo excepcional en un disco.
Es largo y variado en estilos. Es una apuesta fuerte para nosotros. Aparte contamos con el ingreso de Sebastian Ambesi a la banda (en reemplazo de Pichu Serniotti), que viene con su propio sello y eso marca diferencias y cosas positivas con respecto al disco anterior.
¿Cómo es la experiencia de vivir en Bahía Blanca, alejado de Buenos Aires?
Mi llegada a Bahía fue particular. Fue un poco causalidad, yo tenía alquilada mi casa porque estaba viviendo en México y cuando volví y no tenia lugar donde parar, fui con la mama de mi hija a Bahía Blanca para un fin de año y nos terminamos quedando cuatro años. Es una ciudad con alma de pueblo, todo muy tranquilo y con amigos formidables.
¿Cómo es la movida musical allí?
Muy interesante. Hay músicos alucinantes que salieron de conservatorios, se hicieron en la calle y esa mezcla es fabulosa.
¿Cómo ves hoy a la Argentina?
Estamos respondiéndole a un modelo nefasto, con mucho nivel de propaganda y muchos candados en todo sentido. El mayor problema del Gobierno actual es que peca de soberbio y no reconoce errores, pero es un problema humano que no solo viene del kirchnerismo. Hay como un tironeo constante en el que todos quieren tener la razón, quieren ganar la conversación y ver quién tiene la última palabra, como sucede en las redes sociales, que es un reñidero de gatos y lo único que genera es una pérdida de tiempo. Creo que el modelo de Gobierno tiene que empezar y terminar en algún momento. Lo que haya hecho bien tiene que quedar y lo malo reconocerlo y atenderlo. Hay cosas que me preocupan mucho, como tener tres trabajadores petroleros condenados a prisión perpetua por el crimen del policía Sayago en Las Heras (Santa Cruz) o que haya desaparecidos en democracia. Son cosas que no pueden suceder.
En este contexto, las cooperativas son la salvación: ahí se genera un microclima diferente y hay gente laburando y mirando para adelante, eso pasa entre los pequeños sistemas que forman hombres y mujeres. Es difícil que una masividad se ponga de acuerdo, es mucho más difícil en este país. Por eso tenemos que lograr pequeños gérmenes de asambleas populares, ollas barriales, las fabricas, ahí se genera todo. Poniendo en práctica una pequeña maquinaria y después hacer una gran máquina.
¿Qué pensás sobre la actual Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?
Creo que tiene que haber una ley de medios que defienda todas las voces y que todo el mundo se pueda expresar, sobre todo las minorías como las radios alternativas; que tengan las mismas posibilidades y jugar en igualdad de condiciones; los pueblos originarios tienen que tener su lugar propio y regenteado por ellos mismos o con sus propias normas. Es una ley y sabemos que es procesal, se irá mejorando con el correr del tiempo, estoy seguro. Cuantas más voces haya, habrán más posibilidades de afianzar la lucha y reclamar mejores cosas. A medida que se van logrando conquistas, te parás mejor sobre la conquista y para la próxima vas por algo mejor. Ahora somos más gente opinando y hay más diversidad.
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